Habitantes de los Pueblos de la Barranca del Río Santiago se mantienen en resistencia ante los desarrollos que atentan contra su territorio, como los basureros que a lo largo de varias décadas se han instalado en el Norte de Zapopan.
Dichas localidades son: San Francisco Ixcatán, Copala, ExHacienda de Lazo, Huaxtla, Huilotán La Soledad, Los Camachos, Milpillas, San Esteban, San Isidro, San José, San Lorenzo (todas de Zapopan); así como Paso de Guadalupe (de Ixtlahuacán del Río).
Para reflexionar sobre el impacto de los depósitos de basura, este viernes se realizó la conferencia “La Barranca del Río Santiago como espacio biocultural y conflictos socioambientales”, por parte de integrantes del Centro de Estudios e Investigación de la Barranca (CEIBA) y La Ceiba Biblioteca Comunitaria, de San Francisco Ixcatán.
Esto, en el auditorio Fernando Pozos del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH) , campus Los Belenes.
Josué Ernesto Rosendo Rentería, integrante del CEIBA y doctor en Ciencias sociales por el CUCSH, recordó que actualmente los basureros de Hasars y Picachos son los que están activos y representan “una violación al derecho de un ambiente sano”.
“Esta zona de sacrificio es una construcción que se hila de 1990 a la actualidad; desde ese año a la fecha se han instalado cuatro vertederos, de los cuales dos ya están cerrados, pero Picachos y Hasars están operando y su vida ya sobrepasó los diez años”, contó.
“Algunas lecciones son que siguen brotando lixiviados después de 28 años del cierre del basurero de Copalita; esto tiene implicaciones en los mantos freáticos”, compartió.
Recordó que los residuos líquidos de la basura acumulada corre a los ríos Pedregal y Milpillas, mismo que llega a las conocidas cascadas de Huaxtla, un espacio natural a donde llegan visitantes del Área Metropolitana de Guadalajara (AMG).
“Sólo la gente de la ciudad es la que va a bañarse sin conocer bien que esa agua está revuelta con estos lixiviados. Después de la temporada de lluvias, tiene mucho de lo que corre del basurero y las aguas negras de los nuevos fraccionamientos”, dijo Unberto Ruiz, integrante del CEIBA, quien recomendó no nadar en los ríos Milpillas y de la Soledad.
“Hemos observado una proliferación de basureros clandestinos que no cumplen los mismos protocolos ambientales”, dijo Rosendo Rentería.
Indicó que en los basureros activos, Hasar y Picachos, se entierra la basura y hay “un mal uso de la generación de gases”, pues se quema el gas metano y eso contribuye a la acumulación de gases de efecto invernadero.
“Las plantas de tratamiento son muy pequeñas y hay escasa separación de basura”, y quienes lo hacen son personas que trabajan en condiciones precarias y de alto riesgo.
Hicieron hincapié en las redes de complicidad entre la empresa Caabsa Eagle y los gobiernos municipales, que realizan un gran negocio con la privatización del servicio público de recolección de basura.
“El pago por tonelada de basura es un elemento clave para entender este negocio; la separación implicaría que ese volumen de basura no sería lo mismo. Los gobiernos han menospreciado a la sociedad en el sentido de la capacidad del reciclaje, para la creación de compostaje y reciclaje de la basura”, indicó.
José Casillas también recomendó que la gente que llegue a las cascadas de Huaxtla no entre a nadar a los ríos de la zona, y recordó “cuando el Expresidente municipal de Zapopan, Pablo Lemus, se tomó una selfie presumiendo que está muy bonito el sitio”.
Para conocer más sobre las denuncias, estudios y publicaciones al respecto se puede consultar el sitio https://www.seguirenlatierra.org/, donde se abordan distintas luchas de defensa del territorio por parte de académicos y comuneros.
Activismo desde una biblioteca comunitaria
Mujeres habitantes de San Francisco Ixcatán, también pertenecientes a la comunidad de la UdeG, emprendieron el proyecto comunitario de la CEIBA Biblioteca.
Con apoyo del estímulo que otorga el Programa de Acciones Culturales Multilingües y Comunitarias (PACMyC) de la Secretaría de Cultura de Jalisco, ellas lograron acondicionar un espacio de resistencia de la lucha comunal, a partir de actividades artísticas y culturales.
Tanto Zariá Casillas, maestra en Ciencias Sociales por la UdeG y Heidi Serrano, antropóloga por la UdeG y pasante de la maestría de Antropología Social del Colegio de San Luis (Colsan), son impulsoras activas de la CEIBA Biblioteca.
Ambas explicaron que en dicho espacio se realizan talleres donde se busca acercar a habitantes de los Pueblos de la Barranca a tomar consciencia sobre los problemas de la zona y el rescate de tradiciones.
Todo eso, desde un pequeño espacio ubicado en la plaza delegacional de San Francisco Ixcatán, que también ha recibido donaciones para lograr un refugio de libros y equipo al servicio de la ciudadanía de la localidad.
Diana, una de las usuarias de biblioteca, compartió que acude al lugar después de la secundaria, “es un lugar para inspirarnos, para crear más”, dijo durante la presentación.
Para ver este encuentro, realizado este viernes, se puede reproducir su transmisión en https://www.facebook.com/Seguirenlatierra