Kurt Cobain dijo alguna vez que le hubiera gustado vivir por siempre en la expectación y el optimismo de la temporada justo antes de que una banda dé el salto. Nunca hay certezas de dónde aterrizarán, pero mientras Antoine Reverb toma impulso, Benjamín flota en esa sensación de feliz incredulidad desde que hace poco salió a la luz el segundo álbum de la banda en la que se encarga de los teclados y el cual produjo: Everything is a foreign language to me. Apenas de vuelta de un escenario pequeño, pero icónico de la Ciudad de México, y recientemente añadida al catálogo de “Conciertos para llevar” de la Blogothí¨que, su apuesta sonora ya está confirmada para el próximo festival South by South West en Austin, Texas.
Escuela
íšltimamente me han dado ganas de volver a la escuela. Antes me quejaba, pero ahora me doy cuenta de que es padre pasarte todo el día escuchando música: se vuelve tu mundo. Estuve dos años en el profesional medio con chelo, luego me cambié a piano y luego entré a la licenciatura con especialidad en composición. También me gusta estar rodeado de gente que se clava tanto en un estilo, como en las clases de armonía avanzada que se trataban de imitar a un determinado compositor. Pero yo era muy rebelde y renegaba. Ahora lo valoro más: aprendí mucho y, de hecho, muchas tareas fallidas luego se convirtieron en canciones.
Música para niños
Volumina ya era de por sí bastante infantil, así que simplemente cambiamos de público. Esos toquines eran un reencuentro con nuestra infancia: los niños se sueltan, no les importa nada. Lo único que nos decían era que mejor cantáramos en español. Era un proyecto que hicimos para una beca, que no ganamos. Ahora Volumina está parado. Quiero ver qué pasa con Antoine. Además, era muy difícil tocar en vivo, porque Apache vive en el DF, y las canciones tienen muchas armonías vocales, y como apenas ensayábamos antes de las tocadas, siempre nos desafinábamos.
Antoine Reverb
Estoy contento de que después de tantos años, por fin se empiezan a ver bien las cosas. Porque ya no somos unos chavillos como para andar con el sueño guajiro. Ahora que salió el disco en el sello Arts and Crafts, siento que estamos en la etapa… no de euforia… pero se siente padre que ahora todo tenga sentido, todo va encarrilado a un propósito. Siempre hemos querido más público, pero nosotros solos no sabíamos cómo lograrlo. Es bueno que ellos se encarguen de eso, porque nosotros no somos muy organizados… aunque todos son muy serios y tímidos. Puros personajes. Me acuerdo de cuando entré a la banda: en las tocadas nadie decía nada entre canción y canción… toda la vida me han dicho que soy muy tranquilo, pero también me divierto mucho con la música, así que en una de esas cuando terminaron los aplausos agarré el micrófono y dije “Gracias”. Todos voltearon a verme, sorprendidísimos. Creí que a lo mejor se habían enojado o algo, pero luego me dijeron que está bien, pero que no lo hacían porque nadie se atrevía.
Dorotheo
Empecé con este proyecto en mayo, en uno concierto que organizaba Estándar en La Casa Suspendida, pero la tocada para abrirle a Laetitia Sadier ya fue más formal y estuvo muy chido, pero ahorita no voy a dedicarme mucho a Dorotheo tampoco. Ya para cuando pase lo del disco de Antoine, tengo un montón de maquetas de canciones para trabajar. Además, tampoco Francisco Flores ha podido hacer mucho últimamente.