La ingeniería genética, basada en el uso de la biotecnología, ha revolucionado los conceptos y sistemas de formación de variedades de plantas con más y mejores capacidades, para el bienestar humano, particularmente para la producción de alimentos.
Dentro de esta estrategia se ha sobrevalorado el uso de las llamadas “variedades transgénicas”, fruto de la inserción de genes ajenos a la especie que se pretende mejorar genéticamente. Esta estrategia ha resultado controvertida. Por un lado las empresas transnacionales propietarias de los desarrollos transgénicos prometen productividades exageradas de los cultivos que utilicen “variedades transgénicas” y por otro, resulta paradójico que ningún programa nacional ha desarrollado este tipo de variedades para fincar en ello el incremento a su producción de alimentos, ya que todo se remite a la iniciativa privada.
Los debates relativos a las biotecnologías se han centrado a menudo en los organismos modificados genéticamente o “variedades transgénicas”, mientras que los agricultores pueden utilizar otros muchos productos de la biotecnología, como los biofertilizantes y los bioplaguicidas. Esto es, la biotecnología no sólo radica en los transgénicos, ya que hay más instrumentos y aplicaciones que pueden ser utilizados e incluso con más ventajas que los transgénicos en el sector agrícola.
Para impulsar la elaboración y aplicación de las biotecnologías son necesarias políticas sobre biotecnología, reglamentaciones, estrategias de gestión, evaluaciones de riesgos, análisis de costos y beneficios y estrategias de comunicación adecuados. Las estrategias nacionales sobre biotecnología deben prepararse en el contexto de la estrategia general de desarrollo del país.
Es necesario el uso de enfoques participativos para fomentar la consideración de la elaboración y el uso de biotecnologías. Los agricultores y sus organizaciones, los productores, las comunidades locales y otros interesados directos deben participar plenamente en los procesos y los científicos deben entender mejor las necesidades de los agricultores y las condiciones productivas para emprender investigaciones sobre biotecnología. La participación de los pequeños agricultores y productores del país es necesaria para comprender sus problemas y necesidades particulares y para determinar el uso apropiado de las biotecnologías para ayudarles.
Resulta fundamental integrar las biotecnologías modernas con los conocimientos y prácticas tradicionales y que los nuevos instrumentos, políticas y enfoques ayuden a los agricultores y productores a mantener su independencia y a seguir aplicando prácticas ecológicamente sostenibles.
La voluntad de los agricultores de adoptar nuevos instrumentos y prácticas en base a la comprensión de los beneficios resultantes –como el aumento de la producción y la productividad o la ampliación de la vida comercial de los productos agrícolas– y su participación en esos beneficios.
El objetivo es que los agricultores y los pequeños propietarios se beneficien del aprovechamiento de la biotecnología, no necesariamente a través de los transgénicos.
* Introducción a la conferencia presentada en el Museo Regional de Guadalajara, el martes 6 de diciembre de 2010, dentro del programa “Un lugar para la ciencia”, de la Coordinación de Vinculación y Servicio Social.
