Burnout en la universidad: un problema silencioso

Este fenómeno no sólo afecta el rendimiento académico de los estudiantes, sino que también tiene repercusiones graves en su salud mental y física

El burnout, o síndrome de fatiga crónica, es una realidad cada vez más frecuente entre los estudiantes universitarios. Estudiar una licenciatura conlleva un alto nivel de cansancio y estrés, ya que en la mayoría de los casos, el estudio no es la única responsabilidad que los estudiantes deben afrontar. Las exigencias académicas se combinan con otras obligaciones y circunstancias personales que pueden llevar a un cansancio extremo y otros problemas físicos y psicológicos.

El burnout se caracteriza por una fatiga extrema, agotamiento emocional y una sensación de falta de realización personal, de acuerdo con la Secretaría de Salud de México. Este fenómeno no sólo afecta el rendimiento académico de los estudiantes, sino que también tiene repercusiones graves en su salud mental y física. A pesar de ser un problema real, muchos estudiantes lo viven en silencio, ya que la sociedad a menudo no reconoce esta afección como legítima.

Para María López, estudiante de Derecho de 21 años, el semestre pasado fue uno de los más difíciles para cursar, pues no solo estudia sino que tiene un trabajo de tiempo completo para pagar sus estudios y necesidades. “Me sentía constantemente agotada y empecé a tener problemas para dormir. Incluso mi rendimiento académico comenzó a decaer”, menciona. Asimismo recalca que hubieron días en los que no veía la salida y sentía que estaba a punto de colapsar.

Por su parte, Juan Pérez, estudiante de Enfermería de 23 años, relata: «Desde que comencé la carrera de Enfermería, he sentido una presión constante por mantener altas calificaciones”. Además, el peso aumentó al ser foráneo, pues trabaja para solventar sus estudios, sus necesidades personales y su estancia en Vallarta. Hace unos meses, empezó a sentirse muy fatigado y con baja motivación para hacer sus actividades diarias. “Cada vez que tenía un examen o un proyecto, me sentía paralizado por el estrés. Llegué al punto de tener ataques de ansiedad, algo que nunca había experimentado antes.» declara.

 

Ana García, estudiante de Medicina de 24 años, también ha enfrentado este problema: «El año pasado fue muy duro para mí. Entre el servicio social, los exámenes y las clases, apenas tenía tiempo para descansar.” Ana afirma que empezó a notar que le costaba concentrarse y su memoria ya no era la misma. El agotamiento era tal que un día simplemente no pudo levantarse de la cama. Fue al médico y le diagnosticaron Burnout. “Fue un alivio saber que no era la única que se sentía así, pero también me preocupó que esto no se tome en serio», finalizó diciendo.

Los tres estudiantes coinciden que es un tema que no se toma en serio, que se les minimiza sus problemas diciendo que “sólo son estudiantes”, pero la realidad es muy diferente. Muchos estudiantes viven distintos roles que les demandan mucho tiempo y energía, provocando que de manera silenciosa surja el burnout.

Este contenido es resultado del Programa Corresponsal Gaceta UdeG que tiene como objetivo potenciar la cobertura de las actividades de la Red Universitaria, con la participación del alumnado de esta Casa de Estudio como principal promotor de La gaceta de la Universidad de Guadalajara.

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