Las jornadas de los 70 brigadistas que participan en la toma de muestras de COVID-19, en el Drive Thru instalado en el Centro Universitario de Ciencias de la Salud (CUCS), inician a las 8 de la mañana. A pesar de los sacrificios que esto implica, llegan motivados por el hecho de saber que de alguna manera contribuyen apoyando a la población ante la pandemia.
Dotados con equipos de protección, como un traje especial que al paso de las horas les provocará deshidratación y las incomodidades que pueden generar algunos implementos, terminan sonrientes la jornada, sabedores del deber cumplido.
Un gran porcentaje de quienes trabajan en este sistema de detección COVID-19 son voluntarios de diversas áreas de la salud, investigadores, profesores, estudiantes e incluso algunos ajenos a ellas, que colaboran en cuestiones logísticas, todos con la finalidad de ayudar.
Norma Ruiz Velasco Sandoval, maestra y doctorante en Salud Pública, comenta que en lo profesional ha aprendido mucho, pues considera que no a diario se viven pandemias y al estar aquí, ha visto la vigilancia epidemiologica activa.
“En lo personal, he aprendido la resiliencia, a dejar de visitar a mis padres por un bien mayor, a tener un montón de cuidados que generalmente uno no tiene, aunque sea profesional de la salud y he aprendido el valor de ayudar a las personas”.
Para Raúl Valdez Jaramillo, pasante de Medicina, esta ha sido una experiencia gratificante.
“Cuando empezaba todo esto, cuando llegó la pandemia aquí a México, sentía las ganas, el compromiso de hacer algo y desde donde estoy es cómo poner mi granito de arena”.
Daniel Navarrete Villaseñor es pasante de la carrera de Medicina, para él su participación en las brigadas en una combinación de emociones.
“Es una mezcla tanto de euforia, adrenalina, miedo, tristeza, alegría, pero es una experiencia muy padre la que he vivido, sí es un gran sacrificio porque hemos estado alejados de nuestras familiares”.
Vania Yuridia Sierra Herrera, pasante de Medicina, conoce el riesgo que se corre, pero también de la satisfacción de ayudar y aprender.
“Como uno sabe que está en estas brigadas y que está en riesgo, lo que menos queremos es poner en riesgo a nuestros familiares, entonces mi sacrificio en cuanto a lo personal es haberme separado en estos tiempos de mi familia. En lo profesional ha sido satisfactorio porque siento que estoy poniendo mi granito de arena”.
Son 4 mil 750 pruebas PCR las que ha realizado la Universidad de Guadalajara, hasta el 21 de mayo, mediante su sistema de diagnóstico COVID-19, mismas que han sido aplicadas a la comunidad en general, a los brigadistas que colaboran en este proyecto y al personal de salud.
Así lo informó el Coordinador General de Epidemiología del Hospital Civil de Guadalajara, Mario Márquez Amezcua, quien explicó que todo este proceso inicia a partir de las llamadas que se reciben en el Call Center, instalado por la Universidad de Guadalajara en la Biblioteca Pública del Estado de Jalisco Juan José Arreola.
“Inicia con el Call Center y continúa con la toma de muestra, la lectura de la muestra y finalizamos con la vigilancia epidemiológica. En el Call Center tenemos aproximadamente 40 personas trabajando diariamente en la recepción de llamadas, en brigadas tenemos 70 personas activas más 10 vigilantes de todo el proceso y en laboratorios contamos con aproximadamente 80 personas trabajando de lunes a domingo”.
Explica que diariamente realizan un promedio de 100 a 120 pruebas en el Drive Thru y 60 en el área del Hospital Civil.
Dijo que estas estrategias demuestran el compromiso social de la UdeG y el Hospital Civil de Guadalajara ante un problema específico que afecta a la sociedad jalisciense y al mundo, y las acciones no se terminan con el resultado de la prueba, ya que, explicó, la UdeG ha hecho una alianza con los Hospitales Civiles para dar seguimiento a los casos positivos.
“Los casos positivos, que hasta el momento han sido 255 que hemos tenido en el estado de Jalisco y diagnosticados por la UdeG, todos llevan un estricto seguimiento, no sólo ellos, también los contactos que pudieran tener”.
El especialista indicó que por el momento realizan la toma de muestra denominada PCR pero están en espera de que la Federación y el gobierno del estado puedan tomar decisiones para poder aumentar el tamizaje.
“La Organización Mundial de la Salud nos habla de hacer pruebas y más pruebas, que tenemos que saber cuál es la cero prevalencia que tenemos en la población en general, debemos saber y tener un termómetro de cuántas personas se infectaron y con el termómetro actual que tiene la Federación no podemos tener más que aproximaciones matemáticas”.
Expresó que como epidemiólogo espera que las pruebas rápidas se aprueben para poder empezar a tener mayor presencia en la comunidad.
“La UdeG va a tener otras estrategias para poder cumplir con el compromiso ante la sociedad jalisciense, viene la reapertura el próximo primero de junio, de acuerdo a cómo se comporte la enfermedad y también ahí la Universidad estará participando proactivamente con los empresarios para la toma de las muestras necesarias para poder reaperturar la economía en el estado”.
Los días en el Drive Thru
Cada día en el Drive Thru, instalado en el Centro Universitario de Ciencias de la Salud (CUCS), se toman entre 100 y 120 muestras, informó el médico adscrito de la Coordinación de Epidemiología del Hospital Civil de Guadalajara, Adolfo López Corona, quien explicó cómo es el proceso.
“Estas personas pasan a través de sus coches, al interior de su vehículo se les toma una muestra por faringe y nasofaringe, es decir, una de la nariz y una de la garganta y esa muestra se manda al laboratorio, cada paciente llega a una mesa que está situada al interior del estacionamiento del CUCS y cada una tiene tres elementos: un tomador de muestra, un asistente y un monitor. Tenemos un total de diez mesas y todos los elementos cuentan con equipo de protección personal para evitar cualquier riesgo”.
El resultado de la prueba tarda en ser procesado de 24 a 72 horas dependiendo del laboratorio y la carga de trabajo que exista, una vez tomada la muestra se hace el embalaje, se resguarda y se procesa para que pueda ser enviada de acuerdo al protocolo de cada laboratorio.
“Los brigadistas se van a ir con un aprendizaje muy valioso, creo que nos quedamos con un sentido de humanismo, de apoyar a la población, vivimos en un tiempo difícil para la población y este es un aporte valioso para nuestro estado; creemos que los jóvenes que nos están apoyando se llevan una grata experiencia”.