La desconfianza en las instituciones bancarias motiva la aparición de las cajas populares de ahorro. Las personas que cuentan con recursos económicos para ahorrar o invertir, prefieren hacerlo en estas organizaciones económicas, que solicitar el servicio de algún banco.
Una investigación del coordinador de la carrera de derecho, del Centro Universitario de los Valles (CUValles), de la UdeG, Axel Francisco Orozco Torres, realizada en el municipio de Ameca, Jalisco, llegó a los anteriores resultados. Buena parte de los amequenses desconfía de las instituciones bancarias, ya que sólo 30 por ciento de éstos cuenta con algún servicio bancario.
Para el investigador, las razones por las que los amequenses no acostumbran acudir a los bancos, se encuentran, además de la desconfianza en dichas instituciones, en el gran número de requisitos que deben reunir los usuarios. “Sigue existiendo en el ambiente ese efecto de ‘cuidado con los bancos’, porque éstos son los que originan las crisis. Es más fácil acudir a una caja popular, porque ahí está mi hermana o algún conocido”.
Sumado a esto, comentó que “según los usuarios, en las cajas de ahorro piden menos requisitos para abrir alguna cuenta. Lo que sigue atrayendo a los ahorradores es el tipo de préstamos, porque tienen unas tazas menos gravosas que los bancos”.
Además, resaltó: “entre el número de ahorradores que tenemos en Ameca, hay ocho mil 813 usuarios que tienen su ahorro en las cuatro cajas populares y cinco mil 287 tienen otro tipo de inversión”.
Para los usuarios, obtener mejores tasas de interés para sus ahorros o la posibilidad de conseguir préstamos de manera más fácil que en cualquier banco, son razones suficientes para utilizar los servicios de estas asociaciones, como lo comenta la usuaria Xiomara de la Cruz: “no tienen tantos requisitos ni te cobran tantos intereses, como en un banco. Por ejemplo, en la caja popular en la que estoy, si necesitas seis mil pesos, en ese mismo rato te los dan, como un crédito automático. En un banco a lo mejor se tardan algunos días. Si lo necesitas de urgencia, lo puedes obtener más rápido. Nos prestan a veces el doble o triple de la cantidad que tenemos”.
Regulación
Ante las “ventajas” que refieren los usuarios, el investigador advierte su falta de regulación por parte de las autoridades correspondientes, ya que de las cuatro cajas de ahorro que existen en este municipio jalisciense, solo una cuenta con autorización para funcionar de parte del gobierno federal, mediante la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP). “Esto genera un foco amarillo. ¿Qué va a suceder con los ahorradores, en el caso de otra crisis? Porque las cajas populares podrían ampararse, en el sentido de que cierren en virtud de que la Secretaría de Hacienda no les otorgó el permiso para operar”.
Orozco Torres afirma que las tres organizaciones de ahorro restantes han dado a conocer que su autorización para funcionar está en trámite. A pesar de que los usuarios conocen esta situación y los problemas financieros y actividades fraudulentas registradas en el año 2000 por “pseudocajas”, continúan como clientes.
Para el especialista, esta situación es un peligro para los ahorradores. De ahí que el objetivo de su investigación es llamar la atención no sólo de las autoridades, sino también de los usuarios, número que crece de manera notable: en el 2000, en Ameca, alrededor de dos mil personas ahorraban su dinero en las cajas populares; actualmente son alrededor de ocho mil 600 los que acuden a estas instituciones.
“Ojo con lo que están haciendo, porque puede suceder que se desate alguna crisis, en virtud de la falta de atención a los requisitos que impone el gobierno federal a este tipo de sociedades. Las instituciones bancarias sí dan mayor certeza”.
A pesar de los inconvenientes, existen cajas populares que tienen registrados hasta un millón de socios.