A nivel nacional se ha registrado una disminución de casos de enfermedades gastrointestinales. Mientras que en 2021 hubo casi 800 mil casos, hace cinco años había alrededor de un millón, afirmó Rodrigo Escobedo Sánchez, encargado del Servicio de Infectología de Adultos del Hospital Civil de Guadalajara (HCG) Fray Antonio Alcalde.
La disminución del número de casos el especialista lo atribuye a la pandemia por COVID 19, que provocó que mucha gente optara por comer en casa, además de la conciencia que se ha creado entre la población de tener un adecuado aseo de manos y preparar de manera adecuada los alimentos.
La tendencia a la baja se observa también en el HCG Fray Antonio Alcalde, donde ingresan de uno o dos pacientes por mes debido a enfermedades gastrointestinales. Antes, hace más de cinco años, eran recibidos de cinco a diez casos por mes, detalló el especialista.
Dijo que las enfermedades gastrointestinales más comunes en época de calor son las diarreas ocasionadas por alimentos contaminados y preparados con poca higiene o expuestos a altas temperaturas ambientales.
Destacó que algunos de los síntomas son fiebre, dolor de cabeza, abdominal, y evacuaciones diarreicas que ocasionan deshidratación y cansancio, entre otras. Aunque puede haber variaciones dependiendo del patógeno que ocasione la enfermedad. Por ejemplo, hay bacterias que generan más diarrea que fiebre; otras, más fiebre y dolor abdominal que diarrea.
Cuando una persona tiene más de tres a cinco evacuaciones por día, es recomendable la valoración médica. De acuerdo a los resultados de la exploración es el medicamento que se va a recetar al paciente. La prescripción tiene que ser muy clara, ya que hay antibióticos que pueden ocasionar diarrea si no son consumidos de la manera adecuada.
Desde que comienza la diarrea se aconseja la reposición hídrica, ya sea con Vida Suero Oral o sueros que venden en las farmacias y que reponen electrolitos. Cada vez que una persona con diarrea vaya al baño, debe consumir, en promedio, de 200 a 250 mililitros, aproximadamente”.
Los patógenos que de manera más frecuente ocasionan enfermedades diarreicas en época de calor son bacterias como la Escherichia coli, Salmonella y Campylobacter.
Aconsejó a la población que tenga cuidado con los alimentos que consume, hay que tener precaución con los que venden en la vía pública, y procurar no consumirlos.
En el caso de las salsas, lácteos, mayonesa y aderezos al estar expuestos al calor pueden tener modificaciones que permitan el crecimiento bacteriano, y añadió que es importante observar la higiene de los lugares donde venden pescados o mariscos, ya que muchas veces se preparan en crudo, y hay que tomar en cuenta el grado de contaminación que hay en muchos de nuestros litorales, en ríos y en esteros, lo que favorece que estos alimentos preparados en crudo puedan generar enfermedades gastrointestinales.
Recomendó lavarse las manos con agua y jabón al llegar a casa, antes de manipular alimentos o consumirlos, costumbre que no es favorecida si no hay agua potable en algunas zonas de las ciudades.
Los alimentos que van a ser preparados en casa deben de ser de buena calidad, con una adecuada cocción.
Después de descongelar, por ejemplo, carnes, se debe verificar que la apariencia del producto sea óptima. Si tiene otra coloración, diferente a la normal, o expide un olor que no se relaciona con un estado óptimo, no sería factible prepararlo, y hay que desconfiar si su sabor despierta sospechas.