En mortandad de cáncer de mama Jalisco ocupa el segundo lugar a nivel nacional, es un problema de salud que puede llegar a afectar a jóvenes entre los 20 y 25 años.
Es por lo anterior que investigadores universitarios trabajan en diversos proyectos para atender la enfermedad.
Cáncer de mama en los jóvenes
Hay casos de jóvenes entre los 20 y 25 años que tuvieron cáncer de mama, incluso sufrieron mastectomías, afirmó Margarita Macías Gómez, doctora en genética humana y profesora investigadora del Centro Universitario del Sur (CUSUR), quien dirige la investigación Relación de factores de riesgo para cáncer de mama con el grado de malignidad de tumores.
La académica detectó que el cuatro por ciento de los casos por ella estudiados y atendidos en el Centro Médico y concentrados en el Departamento de Anatomía Patológica, del CUSUR, corresponden a rangos de edad de 20 y 25 años. Solamente una joven tenía 14 años. Los resultados hasta ahora obtenidos son parciales. “Corresponden a las muestras que rescatamos, de un total de 200 muestras”.
El Centro Médico recibe pacientes de distintos estados del occidente de México, entre ellos Michoacán, Jalisco y Nayarit.
Para la investigadora, una de las causas de la aparición de cáncer de mama es el antecedente familiar: “Creo que mucho tiene que ver el factor hereditario y además los estilos de vida poco saludables”. Aunque aclaró que no necesariamente cuando se hace presente a edad temprana tiene que ver con antecedentes familiares de la enfermedad. “Usualmente sí. En medicina no existe la palabra siempre. Puede haber una excepción”. Refirió que, entre las jovenes, el cáncer de mama que se presenta suele ser más agresivo que en etapas más avanzadas de la vida.
Macías Gómez recomendó la autoexploración, la cual debe realizarse después de una semana de haber iniciado el ciclo menstrual.
Explicó que el cáncer de mama es hormonodependiente. Es decir, la presencia de estrógenos y progesterona son los que favorecen su desarrollo. Los anticonceptivos están hechos a base de estos. Entonces, el usarlos constantemente es un factor de riesgo. Sobre todo para aquellas mujeres cuyas familias tienen antecedentes de la enfermedad. Para ellas está prohibida la administración de éstos.
También es de hombres
Los varones también tienen glándula mamaria y por lo tanto pueden desarrollar la enfermedad. Los casos de ellos, por lo general, están asociados con antecedentes heredofamiliares, casi siempre de parte de la madre.
Macías Gómez recalcó que los varones cuyas madres tuvieron la enfermedad tienen posibilidades de riesgo de más del 50 por ciento, al igual que las mujeres.
Los hombres en cuya familia se hayan registrado casos de la enfermedad es recomendable que se autoexploren a partir de los 18 años de la misma manera que las mujeres: palpar la glándula a partir de la axila y agarrar la mama desde afuera hacia adentro, hasta llegar al pezón. Deben exprimir éste para verificar que no haya salida de líquidos y deben ver si no hay variaciones en la coloración de la piel o si hay la clásica “piel de naranja”. Es recomendable que se hagan la revisión cada mes.
“Los casos que revisamos corresponden a varones de los 25 años en adelante. En esos casos no pudimos determinar si había antecedentes de la enfermedad en sus familias”.
A las mujeres menores de 35 años y los hombres con alto riesgo la investigadora recomendó el ultrasonido mamario una vez al año. La mastografía tiene como desventaja que emite radiaciones. Por eso no es aconsejable para las jóvenes.
El ultrasonido puede ser gratis cuando el servicio es brindado por parte del sector público. Puede llegar a tener un pequeño costo determinado por la trabajadora social y en clínicas o consultorios privados puede costar 300 pesos o más.
Aunque los métodos de detección como la mamografía y la autoexploración salvan muchas vidas, a veces la detección del cáncer se logra cuando el tumor tiene más de un centímetro, informó María de la Luz Miranda Beltrán, quien está adscrita al Departamento de Ciencias de la Tierra y de la Vida (de CULAGOS), de ahí la importancia del trabajo que hacen investigadores por detectar la enfermedad en etapas iniciales.
En pos de un diagnóstico muy temprano
Encontrar las anomalías en las células que causan la formación tumores cancerígenos en la mama es una de las metas que persigue el equipo interdisciplinario conformado por más de seis científicos que encabeza José Luis González Solís, profesor investigador del Departamento de Ciencias Exactas y Tecnológicas, del Centro Universitario de los Lagos (CULAGOS).
En palabras sencillas, lo que los investigadores pretenden es detectar de manera temprana el cáncer de mama. Para ello analizarán en diferentes etapas de desarrollo células de tejidos enfermos con ayuda de la espectroscopia Raman de superficie amplificada con sensores metálicos nanoestructurados.
“La espectroscopia Raman es un láser que se ingiere sobre la muestra. Al incidir sobre ésta, parte de la luz se refleja con mucha información microscópica. Nuestra intención es poder detectar bioquímicamente cuáles son los cambios que existen cuando una célula se convierte en maligna”, indicó el académico.
El equipo con que cuentan los investigadores es usado para estudio de materiales como semiconductores en el estudio de propiedades de los metales y no en aplicaciones médicas, pero se descubrió que proporciona mucha información sobre la composición química de muestras de tejido.
Los investigadores tendrán que separar las células malignas de las benignas. “Es similar a tomarles una fotografía a cada una. De manera que pueda informarse a un paciente con células malignas idénticas a las ya detectadas por nosotros que tarde o temprano podrá desarrollar un tumor”. El plan es que en un futuro sea suficiente extraer una sola célula para poder determinar si una persona tiene o no posibilidades de desarrollar cáncer de mama.
Para su estudio los científicos dispondrán de muestras de tejidos enfermos proporcionadas por el Instituto Jalisciense de Cancerología y del Hospital de Alta Especialidad de León Guanajuato.
El proyecto tenía dos años en espera. Los investigadores tardaron en adquirir el equipo necesario para la investigación. Hace aproximadamente dos semanas que éste fue instalado y ya se contactó a los hospitales para que empiecen a proporcionar las muestras e iniciar la investigación. José Luis González espera que a mediados del próximo año haya resultados preliminares.
En busca de un tratamiento diferente
Kalanchoe blossfeldiana, kalanchoe flammea y kalanchoe bonnieri son tres plantas de ornato que tal vez lleguen a salvar muchas vidas. Por lo menos es lo que espera María de la Luz Miranda Beltrán y Luis Huacuja, profesores investigadores de CULagos, quienes tienen como objetivo sacar de los extractos de éstas un tratamiento para el cáncer de mama. El plan es tener resultados iniciales en seis meses.
La doctora quiere demostrar que los extractos de éstas tienen actividad sobre la membrana plasmática, la proliferación celular, la morfología, citotoxicidad y verificar si hay un efecto a nivel de ADN de células malignas en las diferentes etapas de la enfermedad.
En estudios previos se ha demostrado que los extractos de estas plantas inmovilizan y aglutinan a los espermatozoides. El extracto se une a la membrana y provoca tales efectos. Esto hizo pensar a los investigadores, ya que surgió la inquietud de hacer experimentos para ver si los extractos tienen la misma reacción en la membrana de las células cancerígenas.
Las muestras serán proporcionadas por el Instituto Jalisciense de Cancerología y del Hospital de Alta Especialidad del León. “Ya contamos con los extractos de las plantas e iniciamos la medición de los espectros de éstas y el siguiente paso es aplicar los extractos a las células malignas”.
La investigadora se apoyará en el uso de la espectroscopía Raman de superficie amplificada. “Lo primero que hay que hacer es establecer cultivos primarios de células en cada una de las etapas del cáncer mamario para posteriormente revisar los cambios morfológicos, el tipo de proliferación y observar si los estratos de las plantas mencionadas tienen un efecto citotoxico que pueda posteriormente utilizarse como tratamiento”.