Yo soy Carlota. No solamente Emperatriz de México y de América. Yo soy Carlota, más allá de ser la prima de la Reina de Inglaterra. Yo soy Carlota, no sólo la hija del Rey de Bélgica o la esposa de Maximiliano. Sino que yo, soy Carlota, la mujer. La mujer apasionada e independiente, la mujer loca y desesperada, la víctima y heroína. Pero siempre yo, Carlota, la mujer.
Esta es Carlota, obra de la compañía La Quinto Danza Teatro que, con el apoyo del Departamento de Artes Escénica de la Universidad de Guadalajara, tendrá su preestreno este miércoles 11 de diciembre en el Teatro Vivian Blumenthal, a las 20 horas.
La primera parte del espectáculo está inspirada en el monólogo de la anciana Carlota, que se encuentra al inicio de la novela Noticias del Imperio, del escritor Fernando del Paso.
“Este libro lo he leído varias veces, y la primera parte de las cartas que ella escribe a Maximiliano me parece que es una poesía bellísima, que me conmueve mucho y me encanta”, explica Adriana Quinto, directora de la compañía y de la obra. “Me interesaba mucho plasmar esta belleza, aunque es muy difícil, porque la danza es muy abstracta y la palabra es muy amplia y hermosa. Me inspira mucho la manera en que ella habla de México, la manera en que sufre por él”.
La obra mezcla danza contemporánea con teatro, en un trabajo interdisciplinario que propone desde música rock hasta de época, voz y lecturas de textos, para hablar de la figura de Carlota y sus cartas, de personajes y del contexto histórico de la Intervención francesa en México: la muerte de Maximiliano, la lucha de Juárez y el abandono de parte de Napoleón. La narración, que se lleva a través de un elenco compuesto por diez bailarines y actores, no es lineal, “porque el centro de la historia es ella, y dice que no sabe si eso que dice pasó o cuándo pasó, lo que me permite jugar. Hay Carlota niña, adolescente, adulta y ya grande. Juego con ella y personalidades de la época”, dice la directora.
“Trato de ser muy elocuente en la danza, y estoy metiendo también unos textos del libro para que le den un poco de guía al espectador, y darle una introducción a estos fragmentos del libro, son partes que me parecen son muy importantes y poéticas”, explica Quinto.
“Voy diciendo un discurso con diferentes músicas que apoyen a mi idea; lo que me importa es que representen una emoción, un sentimiento, porque finamente la danza es de atmósferas, y, por ejemplo, la primera canción crea una atmósfera de locura, es un grito de dolor, de desesperación”.
La primera escena, de hecho, representa a una Carlota anciana, ya presa de la locura, perdida y desesperada.
“La locura es algo muy entrecomillas, a veces uno no sabe qué es locura y qué es cordura, no sabe dónde está ese pequeño límite. Yo creo que todos somos un poco locos y un poco cuerdos. Ella llega a romper todos los límites en base a su desesperación y a su dolor, pero yo no sé si realmente ella era loca o simplemente muy desesperada”.
¿Qué te llamó la atención de la figura de Carlota?
“Me llama la atención lo apasionda que es esta mujer, e inteligente y culta, y a su manera creo que es otra mujer muy independiente, no me gusta usar el término feminista, porque ahora todo es feminismo: me parece una mujer completa, en todo el sentido de la palabra, profunda, con mucho carácter, con educación, y creo que era capaz de romper esquemas, y admiro mucho esto, me identifico con mujeres así”.
Entonces, ¿es víctima o heroína?
“Yo creo que las dos. Pero un poco más víctima, porque por más que ella regresa a Europa y trata de recuperar la cosas, no lo logra”.
En ese sentido, dice Adriana Quinto, hay un toque político que quiso dar a su narración.
“Me da mucha pena darme cuenta, leyendo este libro, que México, pese a que es mi país y lo quiero mucho, ha avanzado casi nada en cuestión política, y esto es muy triste, y hay una pequeña critica o sátira que cuelo en la obra”.
En dicho contexto, y en un mundo donde prevalecen aún las guerras, la corrupción y la violencia, en particular en contra de las mujeres, Quinto, a través de Carlota, quiere dar un mensaje.
“Me interesa mucho lo que una persona, en este caso una mujer, es capaz de hacer por amor. Yo creo que la fuerza del amor es lo más importante, es lo que más puede mover el mundo, y eso quiero rescatar en esta obra”.