iván serrano jauregui - foto:gustavo alfonzo

Casa Zuno, a un siglo de ser el génesis de la UdeG

Se trata de un lugar que dota de identidad a la colonia Americana de Guadalajara, pero no solo, también a la cultura de todo Jalisco, pues ahí fue donde nacieron los ideales que impulsaron la refundación de nuestra Universidad

El rojo que alardean sus paredes hace que todo paseante que transita por el cruce de avenida Unión y la calle José Guadalupe Zuno le voltee a ver.

Forrada de tezontle transpira una frescura que la hace atractiva, pero aún más lo son sus columnas barrocas, sus formas que aluden a lo regionalista, a lo prehispánico, sus azulejos de barro de Tonalá, el pórtico arqueado, los patios, los triángulos masónicos, las ventanas que anuncian un sótano; «¿Acaso esconden leones ahí?», decían los vecinos.

Es Casa Zuno, la que fue morada, junto con su familia, de José Guadalupe Zuno Hernández, gobernador de Jalisco entre 1923 y 1926; y quien fue uno de los fundadores de la etapa contemporánea de la Universidad de Guadalajara (UdeG), en 1925.

Este octubre de 2022 se cumplen 100 años de la contrucción de esta finca, que hoy es un tesoro arquitectónico donde permanecen vestigios históricos de una Guadalajara que ya no existe más.

Se trata de un lugar que dota de identidad de la colonia Americana de Guadalajara, pero quizá a Jalisco entero, pues ahí fue donde nacieron las ideales que impulsaron la renovación de la UdeG.

Una joya arquitectónica de sincretismos culturales mexicanos

Entre las sofisticadas mansiones porfirianas, Casa Zuno fue tardía: ya había acabado la Revolución Mexicana cuando en 1922 esta edificación se levantó en la última manzana, al poniente de la colonia Americana de Guadalajara.

«Formalmente estaba al final de lo que era la Zona Metropolitana de Guadalajara. Esta calle, la de Guadalupe Zuno, se llamaba Del Bosque, porque después de avenida Unión iniciaba una zona boscosa con ciertos manantiales y ríos«, dice el historiador Guillermo Ortega, jefe de la Unidad del Archivo Histórico de la UdeG.

La idea original, comenta el historiador, era que la casa fuera un chalet francés muy al estilo del resto de las mansiones de la zona, pero la pertinencia del momento político, una vez terminada la Revolución Mexicana, fue cambiar su diseño a uno que evocara los ideales nacionalistas en el arte; por ello grandes artistas de la época se involucraron en su construcción.

«En una visita que tuvo Zuno con el pintor Gerardo Murillo ‘Dr. Atl’ reformulan el proyecto y es el ingeniero Arnulfo Villaseñor quien lo construye, con un estilo neorregionalista».

Uno de los elementos que remiten a las culturas prehispánicas es el uso de las piedras de tezontle, utilizadas desde la antigüedad, y que en el caso de esta finca fue traído de las faldas del Volcán de Tequila, mientras que la cantera para la edificación es originaria de la Barranca de Huentitán y de Zapotlanejo.

«Hay una fuente en el patio, donde hay elementos prehispánicos: el Sol, el maíz y algunos especialistas dicen que la caída de la escalera hace referencia al dios Quetzalcóatl».

En el pórtico se encuentran los arcos levantados en columnas barrocas, con figuras fitomorfas (apariencia de plantas) que son uvas, y que evocan a los edificios virreinales mexicanos, como el emblemático templo de Santa Mónica, en el Centro de Guadalajara.

La puerta principal cuenta con figuras en relieve que aluden a los ideales socialistas de la primera mitad del Siglo XX, se trata de una verdadera obra de arte creada por los pintores Xavier Guerrero, David Alfaro Siqueiros y Amado de la Cueva. De hecho, es muy parecida a la puerta de la hoy Biblioteca Iberoamericana Octavio Paz. Y no es casualidad, pues Siqueros y de la Cueva también participaron en esa obra.

«Se ve la mujer burguesa con un dólar y la mujer proletaria abrazando a su hijo, después se muestran los elementos que hacen referencia a la parte mecánica, el trabajo, la hoz, el martillo; toda la estética socialista que se trae de la Revolución Rusa y se adapta al contexto mexicano», explica Ortega.

En toda la casa se pueden apreciar azulejos de barro hechos en Tonalá, con las características figuras creadas por artesanos; como el famoso nahual.

También al interior de las alcobas, hay pinturas murales decorativas, hechas al fresco y falsos frescos que se mantienen en buenas condiciones.

La autoría de esas obras patrimoniales fueron del propio Zuno, de Roberto Pérez Reyes, Alfaro Siqueiros y Amado de la Cueva.

«Son de los pocos murales que se pintan en Jalisco en casa habitación, incluso se consideran parte del Muralismo Mexicano, por sus autores».

«Toda la cuestión decorativa de Casa Zuno fue realizada por un grupo de artistas encabezados por el artista Xavier Guerrero (gran pintor del siglo XIX y maestro de la técnica de los tres grandes muralistas: José Clemente Orozco, Diego Rivera y Alfaro Siqueiros).

«También hay muchos elementos masónicos en la casa, como triángulos, pues Zuno era maestro grado 33. La casa se usaba para la reuniones de la Gran Logia Masónica de Occidente; todo esto se muestra en sus archivos. También vemos la escultura del águila bicéfala de quienes aspiraban al grado 33″, cuenta Ortega.

Imperdible en el recorrido:

Antigua cocina de Jalisco

Eran 12 los hijos de José Guadalupe Zuno Hernández y Carmen Arce Tomaty:

  • Rebeca, María Eugenia, María Esther, José Vicente, José Guadalupe, Juan Ramón, Rubén, Ana Beatriz, Bertha, Álvaro, María del Carmen y Andrés Amado.

Había que alimentar a todas y todos, y eso se hacía en este espacio de Casa Zuno, que hasta hoy parece detenido en el tiempo.

Carlos Orozco Romero «Caricato» fue quien creó la cocina. Cada uno de los azulejos los diseñó y se hornearon en Tonalá.

«Aquí vemos al máximo esplendor de Zuno por la artesanía; aquí hay piezas de barro petatillo, barro bandera y barro canelo».

«Lo que más se preparaba era menudo, antojitos y pozole«, comenta Guillermo Ortega.

Destaca una entrada al sótano que fungía como un espacio de refrigeración. Y la leña y el carbón siempre estaban a la orden del día, pero también el cafecito y el pan, que era el pretexto perfecto para que todo visitante a la casa prefiriera entrar por esta puerta y no por la principal.

Servicios públicos de Casa Zuno

Repositorio virtual

El Archivo Histórico de la UdeG, con sede en Casa Zuno, se puede consultar en línea de forma gratuita para investigadores, docentes y estudiantes.

Es decir, que se puede acceder a 99 mil expedientes, que van desde la Cédula Real de la fundación de la Real Universidad de Guadalajara por parte del Rey Carlos V, el 18 de noviembre de 1791.

Se puede ingresar en https://archivohistorico.udg.mx/pinakes_v404/

Gran biblioteca histórica

El acervo de Zuno Hernández se puede consultar en el interior de la casa. Se trata de 4 mil 500 títulos que disfrutaba leer el político y artista.

«Cualquier persona puede venir a consultarla, sólo no hay préstamo externo», comparte el titular del Archivo Histórico.

Éste espacio forma parte del Sistema Universitario de Bibliotecas de la UdeG

Aquí hay desde libros sobre historia de México y literatura, hasta dos incunables de 1521Vocabulario de la lengua mexicana y castellana, de Fray Alonso de Molina, y Monte Calvario, de Fray Antonio de Guevara.

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Fue en 1974, cuando Zuno Hernández y su esposa, Carmen Arce, donaron la casa a la UdeG, convirtiéndose en la sede del Centro de Estudios para el Desarrollo de las Comunidades Rurales de Jalisco.

En 1993, la Casa Zuno pasó a ser la sede del Archivo Histórico de la UdeG, donde actualmente se resguarda el fondo documental de la Real Universidad de Guadalajara (1792-1821), de la Universidad Nacional de Guadalajara (1821-1860) y la actual UdeG (1925 a 1990).

Desde 2014, esta finca alberga las oficinas de la Coordinación General de Patrimonio de esta Casa de Estudio. El titular de esta dependencia es el arquitecto Héctor García Curiel, quien recuerda que cuando era pequeño pasar por esta casa le evocaba mucha curiosidad y misterio.

«Nunca imaginé trabajar aquí, siempre fue un referente de la colonia Americana».

«Cuando estudié arquitectura la vine a conocer. Sin temor a equivocarme es el inmueble más importante e histórico por cuanto representa, desde el punto de vista sociopolítico».

«Cuando llego a esta casa pienso: ¿Qué no ha sucedido aquí? ¿Quiénes no han pisado esta casa? ¿Qué no se ha comentado en el comedor, en los pasillos. Aquí está una buena parte de la historia de Guadalajara, de Jalisco y de México», comparte García Curiel.

En este lugar, además, se alojaron grandes personajes como el presidente Luis Echeverría, quien fue esposo de María Esther Zuno, una de las hijas del exgobernador. De igual forma en esta casa se hospedó Salvador Allende, cuando visitó Guadalajara en 1972 y enunció su emblemático discurso en el campus de la UdeG de La Normal.

Toda persona que desee conocer el interior de Casa Zuno puede acudir al domicilio, ubicado en avenida Unión esquina con Guadalupe Zuno, y formar parte de los recorridos guiados gratuitos, de lunes a viernes, en horario de oficinas.
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