La Colección Centellas 50 presenta en un pequeño cuadernillo, de 9.5 por 14 centímetros, el último texto de El lector común de la escritora inglesa Virgina Wolf. La primera versión fue redactada para una conferencia dictada a alumnas de un colegio privado de Hayes Court (Kent, Reino Unido).

El texto no pierde vigencia, ya que los libros se encuentran en casi todas partes. Entonces, ¿cómo debería leerse un libro? “…siga sus propios instintos, use su propia razón, saque sus propias conclusiones”, es el consejo de Wolf.

«Aceptar autoridades… en nuestras bibliotecas y permitirles que nos digan como leer, qué leer y el valor que hemos de dar a lo que leemos, es destruir el espíritu de libertad que se respira en esos santuarios”.

Por tanto, “no dictemos al autor, procuremos ser él. Seamos su colega y su cómplice”. “…si abordamos la lectura sin prejuicios, los signos y indicios de excelencia  casi imperceptible, desde los giros y matices de las primeras frases, nos descubrirán a un ser humano único”, indica la autora en el ensayo literario sobre el modo de leer.