Cuando se habla de películas de ciencia ficción se suele pensar inmediatamente en cintas como Star Wars, Alien o Interestellar, sin embargo, la ciencia ficción ofrece muchas más aristas que sólo las presentes en las grandes epopeyas galácticas. La mayoría de las películas de ciencia ficción que salen de este molde tienden a ser profundas, reflexivas y más audaces en su narrativa.

La bestia es un ejemplo, y quizá de los mejores que hay, de una cinta que propone una narrativa distinta, pero no alocada ni incoherente, sino más bien guiada por los personajes que se mueven a través de múltiples líneas, sin perder el enfoque y justificando de forma brillante el uso de la ciencia ficción. Léa Seydoux (Spectre) interpreta de forma excelsa a una chica que en el 2044 busca realizar la “purificación” de sus sentimientos, no sólo de su presente, sino de sus vidas pasadas, y en el cual, sin importar las intenciones de evitar el sentir estas emociones intensas, siempre termina enamorada del mismo hombre interpretado por George MacKay (1917).

La bestia es una propuesta densa y que requiere un compromiso del espectador, pero sobre la cual continuará reflexionando incluso días después de verla.