La generación médica 1971-1977 “Dr. Emilio Martínez Manatou”, de la ex- Facultad de medicina, de la Universidad de Guadalajara, celebró sus 45 años de haber egresado con un acto académico, que tuvo lugar en el Auditorio Roberto Mendiola Orta, del Centro Universitario de Ciencias de la Salud (CUCS).
Durante la ceremonia donde se entregaron reconocimientos, se rindió homenaje póstumo a quienes ya no están entre nosotros y se recordaron algunos momentos vividos por dicha generación.
En su intervención, el Rector del CUCS, José Francisco Muñoz Valle expresó que los egresados son una pieza clave del nacimiento del centro universitario por poner los cimientos de su excelencia y coadyuvar en su posterior crecimiento.
“Su generación marcó una historia, en la que el respeto tomo énfasis y se abatieron malas praxis. Así mismo, con distintas acciones promovieron la habilitación de lo que ahora es el Hospital Civil «Juan I. Menchaca», la recaudación de fondos para equipar con tecnología las aulas de su facultad y pasar a la era moderna de la medicina”.
Dijo que se celebran 45 años en los que a través de esta generación se ha honrado la memoria y la mística del mayor benefactor de Jalisco, Fray Antonio Alcalde. Por lo que, la humanidad doliente y la sociedad les agradecen la ardua labor que realizan día con día y los beneficios que han dejado al país.
“Nuestro centro universitario sigue siendo su casa, les agradezco por dejar un legado de buenas enseñanzas y de servicios de calidad. Los invito a seguir compartiendo con nosotros su experiencia, la cual enriquece nuestro sistema de salud, sobretodo en estos tiempos de pandemia que han puesto a prueba la vocación de quienes ejercen las ciencias de la salud. Cada uno ha sembrado semillas que hoy rinden frutos de éxito y son el futuro de la medicina”.
En representación de los egresados, Ernesto Cardona Muñoz destacó que fue esta universidad la que les dio el soporte para poder desempeñarse en la vida y su generación con la experiencia que tiene puede servir como una fuente de análisis, de reflexión para poder tratar de influenciar algunas decisiones que deben ser razonadas antes de ser ejecutadas.
“El hecho de tener vida, salud, estar activos después de 45 años, pudiéramos pensar que hemos terminado la jornada, pero no es así porque no solo hablamos de aspecto laboral, sino del aspecto humano, que a nuestra edad y en nuestra circunstancia tiene mayor importancia, porque a quienes nos tocó vivir el pasado y nos toca vivir el presente, podemos tener influencia sobre el futuro”.
Por su parte, María Guadalupe Gutiérrez Guerrero fue la encargada de dedicar un reconocimiento post mortem a los compañeros de dicha generación y dijo que quienes ya partieron dejaron una huella en dicha generación.
“Ellos nos dejaron recuerdos, en la chorcha con su alegría, con su guitarra, el canto, las bromas. Buscamos el motivo para la reunión: la elotada, el desayuno y ahí estuvieron. De amigos de escuela se hicieron compadres. Fueron brillantes en su labor como médicos, maestros, investigadores, directivos dejaron su legado y cumplieron su misión”.