En México hay una agresión contra periodistas cada 14 horas, con lo que se posiciona como uno de los países más peligrosos sin estar en guerra para ejercer la profesión.
Parte de la radiografía de los orígenes de dichos ataques los compartió el Director Regional de la organización Artículo 19 en México y Centroamérica, Leopoldo Maldonado, durante el inicio de la Cátedra inaugural sobre Libertad de Expresión y Periodismo, creada por la Universidad de Guadalajara, este jueves en el Paraninfo Enrique Díaz de León.
En dicho encuentro, organizado por el Observatorio sobre Libertad de Expresión y Violencia contra Periodistas, del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH), el activista informó sobre cómo desde el Ejecutivo de los gobiernos de Jalisco y de México han agredido a miembros de la prensa.
“En 2021 hubo 21 agresiones contra la prensa en Jalisco, está en el lugar 14 a nivel nacional y pudiera parecer menor, pero no es menor que el Jefe del Ejecutivo estatal (el Gobernador Enrique Alfaro Ramírez) estigmatice a la prensa, ni que haya presiones a medios a través de la publicidad oficial para remover a periodistas críticos como el caso de MVS Radio”, declaró.
Sonia Serrano Íñiguez, periodista de UDGTV Canal 44 y El Diario NTR Guadalajara, quien presentó a Leopoldo Maldonado, enumeró las agresiones que Alfaro Ramírez ha realizado contra periodistas de varios medios de comunicación.
“En un hecho sin precedentes, Artículo 19 ha hecho varios pronunciamientos y emitido alertas por descalificaciones del gobernador de Jalisco contra la prensa. Artículo 19 recordó que esas expresiones estigmatizantes y descalificaciones en contra de medios de comunicación y periodistas generan un clima que impiden una deliberación plural y robusta sobre los asuntos públicos”, dijo la periodista.
La negación, el origen de la impunidad
Leopoldo Maldonado compartió que los métodos de censura contra periodistas se han sofisticado desde las escalas más altas del gobierno.
“Se han ido sofisticando, mutando y adaptando a los tiempos de democracia electoral y alternancia partidista, pero no ha dejado de haber censura. Y la muestra es la violencia contra la prensa”.
“Desde la narrativa oficial hay una absoluta negación de las realidades de este país; de impunidad, de corrupción y de violencia desde el discurso público; de diversos actores fundamentales que dicen que ya no hay violaciones de derechos humanos ni militarización”, compartió.
Detalló que hay tres tipos de negación desde el Estado: la literal, que indica que hay plena libertad de expresión y que ya no hay impunidad.
“La de negación interpretación, en la que se acepta que hay violencia, pero que es el crimen organizado quien mata a periodistas, sin llegar a las estructuras de coptación, componentes y complicidades entre actores políticos y las estructuras criminales”.
Y la tercera es la inculpatoria, donde las autoridades se excusan con que la violencia es heredada de otras administraciones. “La negación provoca la inacción y la inacción produce impunidad”, subrayó.
Recalcó que estos tres tipos de negaciones son una tendencia en el país y que se manifiestan en las conferencias mañaneras encabezadas por el Presidente Andrés Manuel López Obrador.
El periodista y activista hizo hincapié en cómo tan sólo 10 de 441 medios concentran más de 700 millones de pesos, que representan 52 por ciento del gasto de comunicación social por parte del gobierno federal, que a todas luces forma parte de un condicionamiento de las líneas editoriales, que también son una forma de censura.
Recordó que en 2021 fueron asesinados siete periodistas en México y 8 en 2022.
En lo que va de la administración de López Obrador se han registrado 644 ataques y 33 asesinatos de profesionales de la información. “Es el periodo de mayor letalidad en comparación con otros gobiernos: 19 con Enrique Peña Nieto y 26 con Felipe Calderón”.
Para conocer a detalle el Informe Anual 2021 sobre la situación del periodismo en México, se puede consultar https://articulo19.org/negacion/
Asesinato de la periodista Regina Martínez fue un crimen político
El asesinato de Regina Martínez (28 de abril de 2012), periodista de Veracruz y quien fue corresponsal de la revista Proceso, es un crimen político, sostuvieron este jueves amigos y periodistas durante la mesa de diálogo “Regina Martínez, violencia y periodismo en Veracruz”.
Daniela Pastrana, de la Red de Periodistas de a Pie, afirmó que la muerte de Martínez es “claramente un asesinato político” y no resuelto en el que se criminalizó a la periodista en una investigación que no ha terminado.
Aseguró que su muerte es un parteaguas en el tema de la violencia contra periodistas, por lo que representaba entre el gremio y porque fue el primero de impacto nacional contra una comunicadora que tenía “un enorme reconocimiento social”.
Alberto J. Olvera, académico de la Universidad Veracruzana y miembro del Sistema Nacional de Investigadores, afirmó que Martínez es una referencia fundamental para los periodistas en Veracruz y en otros estados porque fue “una de las muy pocas periodistas” en esa entidad que logró mantener la dignidad y la autonomía política en medio de la continuidad autoritaria de los gobiernos del Partido Revolucionario Institucional.
Recordó que la administración de Javier Duarte (2010-2016) fue un periodo en el que los periodistas quedaban en medio de un ambiente de corrupción y abuso del poder entre los políticos veracruzanos de todos los niveles, además de un entorno delincuencial cada vez más violento por la lucha del territorio entre los distintos cárteles.
Verónica Espinosa, periodista y coordinadora de corresponsales en la revista Proceso aseguró que los colegas de Martínez sostienen el dicho del exdirector de la publicación: “no les creemos” ante las mentiras y absurdos que el gobierno de Veracruz ha sostenido durante la investigación del asesinato.
“Es una frase que está vigente al día de hoy después de 10 años y que pronunciamos cada año, porque lo seguimos pensando, porque todo el camino recorrido en la investigación que inició en el momento en que una autoridad constató que Regina fue asesinada hasta el día de hoy nos ha demostrado que hay un cúmulo de irregularidades, de manipulación de la investigación de este asesinato”, indicó.
“El asesinato de Regina fue un crimen político, un crimen de Estado y contra una periodista que ponía la mirada e investigaba, desnudaba y exhibía no solo al poder político sino al poder delincuencial y la relación entre ambos, ella hizo este trabajo como ahora lo hacen otros periodistas y creemos que ese fue el motivo por el que la asesinaron”, concluyó.