El cine, una herramienta de transformación de conciencias

Realizadores charlaron sobre cómo las producciones de impacto potencian las luchas sociales

IVÁN SERRANO JAUREGUI / FOTO: IVÁN LARA

El cine documental es una gran herramienta que visibiliza causas sociales de todo tipo; pero ahora existe toda una estrategia, que además de la creación fílmica, busca crear comunidad con activistas y logra que la sociedad dialogue sobre temas urgentes.

Se trata de las producciones de impacto, una tendencia global que llegó a México mediante apoyos traídos por festivales como DocsMx, que hace de los documentalistas agentes amplificadores de causas sociales.

Una de las películas que no nació propiamente como una producción de impacto, pero que sí se convirtió en una a partir de una campaña de impacto, fue Lejos del sentido, estrenada durante el FICG 33.

Dicho documental de Olivia Luengas, egresada de Artes Audiovisuales del CUAAD, narra la historia de su hermana Liliana y su lucha al vivir con un trastorno límite de la personalidad.

Fue el tema lo que hizo merecedor al filme de participar en el programa Goodpitch de DocsMx, donde la realizadora y su equipo construyeron una campaña que logró difundir la discusión sobre las discapacidades psicosociales.

La película se sumó a la lucha de familias que padecieron del cierre de un hospital psiquiátrico en Cholula, comenzó a exhibirse en universidades y hospitales psiquiátricos e incluso se generó conversación en redes sociales para hablar sobre salud mental con el hashtag #YoTampocoSoyUnaPersonaNormal.

“Hoy Lejos del sentido es una herramienta para profesionales de la salud en su búsqueda para combatir el problema, como el caso de Liliana. Que exista esta estructura de campaña da orden y forma a estas acciones a través de la película”, dijo Olivia Luengas.

El cineasta Ludovic Bonleux, por su parte, compartió su experiencia sobre cómo su documental Guerrero también tuvo un impacto social cuando en cada presentación que se hacía por el país, los protagonistas de la película se reunían con familiares de personas desaparecidas.

“Un gran logro fue que el documental lo enseñamos en Italia, en territorio africano, y Mario Vergara (quien sale en la película) y Ana Enamorado, invitaron a una organización de búsqueda de migrantes desaparecidos en el Mediterraneo”, compartió.

Ahora, con su nuevo documental Toshkua (Desaparecido), que está en etapa de postproducción, trabaja ya en una campaña de impacto mediante Goodpitch, pues aborda el tema de madres buscadoras de sus migrantes que salieron de Centroamérica rumbo a México.

Merle Iliná, activista, documentalista y creadora de Impactacine, la primera casa productora enfocada en las campañas de impacto para documentales, recordó que el cine documental incide incluso en cambio de leyes y políticas públicas.

Pero también en mantener la memoria sobre situaciones que los gobiernos buscan callar, como en su momento fue la matanza de Tlatelolco o la desaparición de estudiantes de Ayotzinapa.

Por su parte, Michelle Plascencia, gestora cultural de DocsMx, donde imparte talleres de cine de impacto social y también integrante de Impactacine, detalló que las campañas de impacto son un “plan estratégico que busca que se una el cine documental con el activismo y movimientos sociales a través de un plan estratégico”.

“Utilizamos la película como punto focal y hacemos un plan alternativo con alianzas estratégicas con objetivos y metas, que impulsan cambios y llamados en la acción. En DocsMx buscamos fomentar esta iniciativa, con programas como el de Goopitch de la Docs Society de Gran Bretaña”, explicó.

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