La relación entre la ciencia y el deporte, y cómo la aplicación de la primera puede abonar al rendimiento deportivo, fue el tema abordado en el programa Charlemos de Ciencia y Tecnología, organizado por el Centro Universitario de Ciencias Exactas e Ingenierías (CUCEI).
En la charla “Más rápido, más alto, más fuerte. Tips científicos para el deporte”, el investigador Miguel García Guerrero, de Grupo Quark y del Museo de Ciencias de la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ), señaló que hay mucho potencial de ciencia alrededor del deporte, y que éste puede ayudar a impulsar a la ciencia.
Compartió que al realizar actividad física el cerebro rendirá mucho mejor, a diferencia de si se está todo el día sentado; contribuye a cuidar el peso, a evitar enfermedades como la diabetes, o padecimientos cardiovasculares, además de ofrecer beneficios al sistema nervioso.
“Si queremos cuidarnos y protegernos con miras a una buena vejez tenemos que invertirle al ejercicio a lo largo de nuestra vida”.
“Hay varios estudios que señalan que el ejercicio aeróbico ayuda a producir una serie de neurotransmisores, hormonas que nos hacen sentir bien en diferentes aspectos; por ejemplo: oxitocina, que es la hormona del amor; endorfinas, la hormona del estrés; serotonina, la hormona del bienestar y dopamina, la hormona del placer”, señaló.
Explicó que una duda recurrente de las personas es sobre cuál es la disciplina que deben de practicar o cuál es el mejor ejercicio; García Guerrero dijo que lo mejor es elegir la que más les guste, ya que se trata de que se vuelva un hábito de vida, por lo que deben de encontrar el ejercicio que los haga felices y los beneficios se darán por añadidura.
En materia de entrenamiento, explicó que si se logra que los deportistas, en cada una de las disciplinas, entiendan por qué hay que hacer de cierta forma específica un ejercicio, eso va a ayudar a rendir mejor en la cancha.
“Un entrenador te hace repetir una y otra vez el ejercicio para que cuando estés en una competencia no tengas que detenerte a pensar cómo vas a hacer las cosas, tú identificas qué tienes que hacer y tu cuerpo lo hace en automático; se trata nada más de reaccionar para hacerlo de la manera correcta”, apuntó.
García Guerrero dijo que uno de los errores más comunes es el uso de fajas para perder peso; esto no es algo recomendable, e incluso resulta peligroso, ya que además de deshidratación, puede dañar los órganos.
“Una faja encierra el calor, aumenta la temperatura, pero no porque estés trabajando más, sino porque el calor de tu cuerpo no escapa y al encerrarse aumenta la temperatura y empiezas a sudar, pero no porque estés quemando energía; además, cuando estamos deshidratados corremos un riesgo mayor riesgo de lesionarnos”, apuntó.
Puntualizó que de nada sirve que una persona haga mucho ejercicio si no duerme y no se alimenta bien. “Los entrenadores, normalmente dicen que los resultados del ejercicio son 40 por ciento de lo que trabajas en entrenamiento y 60 por ciento lo que comes. Yo diría que es 30 por ciento lo que trabajas en entrenamiento, 40 por ciento lo que comes y 30 por ciento lo que duermes; porque si no duermes bien, no vas a tener buenos resultados ni en la cancha, ni en la vida; son dos grandes complementos para el ejercicio”, concluyó el especialista.