Hay miradas femeninas en el cine que han abordado a la mujer desde perspectivas más coherentes de la realidad de cómo ellas se dirigen hacia el mundo, caminan y se comportan. Han contribuido a cambiar la visión de su presentación en comparación al pasado, afirmó la productora, directora y guionista mexicana Sandra Solares.

Ella fue una de las participantes de la mesa  “La mirada femenina: nuevas narrativas audiovisuales con perspectiva de género”, en el marco del Foro “Las mujeres en el cine y la industria”. 

Solares indicó que muchas de las películas de los años 40, 50 y aún de los 60 muestran a personajes increíblemente sensibles, frágiles, que necesitan protección. En cambio actualmente hay miradas en el cine que abordan a las mujeres desde perspectivas más coherentes y conforme a lo que realmente son.

 Sin embargo, forzar las cosas, hacer fórmulas y puntos a favor de ciertas casillas que se tengan que llenar, limitan la sensibilidad del director o directora, al tener que considerar una cuota de cierto tipo de personajes para no herir ninguna sensibilidad, ya que entonces pudiera no ser real y coherente conforme a la historia que se quiere contar. Eso para un director que va a presentar algún proyecto puede ser muy desgastante.

 La también directora de Ni tuyo, ni mía (2020), se pronunció por buscar el mejor personaje, la mejor persona, sin tener necesariamente que pensar en géneros o razas, sino lo que sea perfecto para cada proyecto. Sin embargo, reconoció que vivimos tiempos difíciles, en el que hay que echar mano a ciertas cosas para llegar a otras metas.

 Por su parte, la productora uruguaya Agustina Chiarino destacó que para ella las cuotas son muletas, que tienen su momento, y después tenderán a desaparecer para realmente caminar.

Con respecto a las nuevas generaciones, manifestó su creencia de que muchas cabezas están enfocadas en una lucha mucho más teórica y más conceptual, cuando ella, por ejemplo, la asume de manera más práctica en el que luchar es hacer cosas. 

“Obviamente hay gente que tiene que pensar la lucha, y está perfecto que lo haga, pero me parece que, en nuestro caso, lo que hacemos en el cine es hacer, y desde ahí, tenemos que tener enfoques con nuevas miradas que sorprendan, que sean distintas, que miren a los personajes de otras maneras”.

Mientras que la directora de cine Ana Endara, dijo que en Panamá no hay una exigencia de cuotas. En este país se puede presentar un proyecto totalmente dirigido por hombres, y quizá alguien diga que le parece mal, pero no es necesaria una cuota para producir, y señaló que en el gremio tiene compañeras productoras o directoras, pero no cabezas de equipo de fotografía y sonido.