En la 66ª edición de los Premios Ariel, que entrega la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas (AMACC) y cuya ceremonia se realizará por segundo año consecutivo en el Teatro Degollado de Guadalajara, hay cuatro películas nominadas donde participan cineastas del Departamento de Imagen y Sonido (DIS), del Centro Universitario de Arte, Arquitectura y Diseño (CUAAD) de la UdeG:
- Martínez, de Lorena Padilla, egresada de Artes Audiovisuales. Nominada a Mejor Ópera Prima y a Mejor Coactuación Masculina, por parte del actor Humberto Busto.
- Patrona, de Esthefanie Enríquez Soto, mejor conocida como Fanie Soto, también egresada de Artes Audiovisuales. Nominada a Mejor Cortometraje de Ficción.
- Todo el silencio, donde participó Mario Martínez Cobo, académico del DIS que tomó parte en la parte de producción sonora. Nominada a Mejor Sonido.
- Humo, de Rita Basulto, quien estudió pintura en la Escuela de Artes Plásticas y después Artes Audiovisuales. Nominada a Mejor Cortometraje de Animación.
Dichos filmes son ficciones que abundan en temáticas confrontativas que invitan a la reflexión.
Sobre la nominación de Martínez, su directora, Lorena Padilla, contó que fue una gran sorpresa estar en la terna del Ariel 2024. “Las nominaciones me llegaron como premio para mí, porque me costó mucho trabajo levantar esta película, como más de diez años”, confesó.
Este filme cuenta la historia de un hombre mayor que está por jubilarse de su empleo de burócrata, pero se rehúsa a lo inminente debido a que teme dejar su vida monótona. Todo cambia cuando su vecina fallece y le hereda sus cosas.
“El personaje principal de Martínez surgió como un intento de entender a mi papá, pero cuando fui trabajando me di cuenta que tenía más cosas en común con él. Martínez representa el miedo al cambio. Es una historia de la vida cotidiana”, detalló.
Este largometraje, que fue filmado en varias locaciones de Guadalajara, ganó el Premio Hecho en Jalisco durante la edición 38 del Festival Internacional de Cine en Guadalajara (FICG) 2023.
Por su parte, Fanie Soto celebró y agradeció el honor de estar nominada. Además, reconoció a todas y todos los profesionales que participaron en el cortometraje.
La guionista y directora explicó que Patrona fue su proyecto de titulación en 2013, pero no pudo concretarlo. Ahora que obtuvo diversos recursos pudo realizar esta obra que trata de una mujer septuagenaria que se queda sin empleo. Es una historia sobre las mujeres de la tercera edad que se quedan sin empleo, sus retos, así como la migración y su relación con su fe.
“Es el inicio de muchas cosas, quiero dirigir cortos y películas; justo me estoy preparando para dirigir mi ópera prima. Entonces, mi sentir es de mucha gratitud y ganas de seguir trabajando”, explicó Soto.
En tanto, el académico del CUAAD Mario Martínez Cobo fue el responsable del concepto sonoro de Todo el silencio, junto con el equipo conformado por Miguel Hernández y sonido en rodaje de Liliana Villaseñor.
Esta película, que se puede ver en Prime Video, trata de Miriam, una actriz de teatro y maestra de Lengua de Señas Mexicana (LSM), misma que conoce porque su madre y su tía son sordas. Pese a que siempre fue una persona oyente, su vida cambia cuando empieza a perder la audición, lo que obliga a replantearse quién es.
A lo largo de la película el espectador acompaña la pérdida de audición de la protagonista mediante efectos que resultan inmersivos. “La nominación nos ha puesto muy contentos, ya que el trabajo en la etapa de post producción de sonido fue de experimentación, y sobre todo planear la pérdida de audición de Miriam”, contó Martínez Cobo.
“El director de Todo el silencio, Diego del Río, fue abierto a probar, aunque tenía claro cómo quería contar la historia. El resultado fue muy satisfactorio porque creo que sí muestra la sensación de pérdida del sentido”, destacó.
Todo el silencio también está nominada a Mejor Ópera Prima; Mejor Película; Mejor Coactuación Femenina, con Ludwika Paleta; Mejor Guión Original, con Lucía Carreras; Mejor Actriz, con Adriana Llabrés.
Humo, es una historia animada con la técnica stop motion en el Taller del Chucho de la Universidad de Guadalajara, sobre un pequeño niño judío que vive los horrores de los campos de concentración durante la Segunda Guerra Mundial.
Rita Basulto comentó que la historia es triste, pero que tiene la intención de que nunca un niño vuelva a pasar por ese tipo de crímenes. “Hay tanta tristeza allá afuera que duele el alma. Juntos y viviendo del arte me siento tan afortunada”, dijo.
La cineasta, quien ya ha sido ganadora de cuatro premios Ariel, agradeció a sus padres, amigos y colegas por lograr que sus historias lleguen a las pantallas.