Ilustración versus cine. Siempre me ha parecido que la ilustración tiene una relación con el cine, desde el punto de vista de que es la visión del autor, plasmada con su propia fórmula en una película, documental, corto o en un afiche, historia corta o novela gráfica, en donde el autor gráfico tiene todas las herramientas versus el director que tiene que tratar de hacer lo mismo con muchas personas al mismo tiempo. Para mí eso es magia. Organizar a un determinado número de personas para tener una película. Dios y diablo. El cine todo el tiempo presenta dicotomías que uno tiene que resolver como espectador y que el director tiene que resolver al momento de elegir fórmulas para contar películas, y esto va más allá de la simple idea del bien y el mal, de lo bien hecho o mal hecho. Es como esa idea en la que nos movemos todos los seres humanos sobre el entendimiento de la realidad desde una perspectiva binaria. Para mí la idea del Dios y el diablo representa la incapacidad del ser humano para salirse de lo binario, y que al mismo tiempo se usa como herramienta para generar cine. No hay nada más humano que Dios y el diablo, es la humanidad absoluta. Obra en FICG. La ilustración, que es el canal con el que me conecto conmigo mismo, incluso, de manera más cotidiana, termina siendo reiterativa, y los caminos que uno comienza a seguir se van repitiendo, y la posibilidad de salir de la zona en la que se está acostumbrado a trabajar es una ganancia. Para mí la ganancia suprema es que el FICG es un gran festival, y ser la cara visible, lo primero que van a ver todos los que van a ir, es hermoso. Me pasa que cuando voy a festivales y ferias, el golpe visual del cartel o logotipo es lo que queda más claro en la mente. Ser eso está buenísimo. Me siento súper importante y poderoso. México. Es un país que ha sido piedra angular en mi formación, sin duda, desde la literatura, la televisión, lo pop. Para mí Latinoamérica pop es México. Yo crecí viendo Siempre en domingo, La carabina de Ambrosio y Los polivoces, por ejemplo. Parte de mi humor viene también de ahí, entonces mi relación con México es muy potente. La primera vez que fui a ese país no sentí que estaba llegando, sino que estaba volviendo.  Libro sobre México. Estoy haciendo un libro sobre México. Lo comencé con editorial Planeta y debería salir a finales de este año. Es sobre mi relación y mi visión de cómo es México. De la locura inentendible que es este país, historias, datos, anécdotas, detalles, horóscopos, imaginería, es una especie de popurrí de todo lo que pasa en mi cabeza cuando mencionan México. Ecuador. Haber crecido en Ecuador, visitar mercados y ver artesanías indígenas marcaron mucho más mi cromática, que todo lo que consumí a nivel gráfico el resto de mi vida. Me es más cercano un poncho hecho por los otavalos, que un afiche polaco, el cual fue para mí materia de estudio durante mi carrera.