El nearshoring brevemente lo definen como la relocalización de operaciones a un país cercano. Entiéndase “operaciones” como aquellos procesos enfocados en la gestión de insumos, producción y distribución de un producto.
Para comprender mejor y contextualizar, es pertinente conocer el denominado “offshoring”, que en esencia mueve las operaciones de manufactura a otra nación, pero enfocado en el más bajo costo de fabricación, sin priorizar la cercanía (a diferencia del nearshoring).
¿Por qué su auge en México? El nearshoring no es nuevo, pero se volvió tendencia a causa de los recientes acontecimientos de impacto mundial que acrecentaron los riesgos de ubicar la cadena de suministro en países apartados del mercado meta (offshoring).
Por ejemplo, las estrictas acciones de contingencia sanitaria, implementadas especialmente en China, resultaron en irrupciones de la cadena de suministro global causando desabasto de insumos.
Lo anterior sumado a la invasión armada de Rusia a Ucrania que, principalmente en países europeos, ocasionó el aumento de precio de los energéticos (gas y energía eléctrica).
Por ello, actualmente el offshoring representa un mayor riesgo, que se reduce optando por estrategias que mitiguen los factores externos, como lo es acercar la proveeduría y fabricación al país destino (nearshoring).
El nuevo “mexican moment”
México cuenta con un alto potencial de atraer inversiones, principalmente de empresas norteamericanas que están desconcentrando sus operaciones de Asia y parcialmente Europa.
El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) menciona que, dentro de la región de América Latina y el Caribe, México tiene el mayor potencial de crecimiento, pudiendo alcanzar un aumento de hasta 35 mil 300 millones de dólares anualmente en exportación de bienes. (ver tabla)
Richard Martínez, Vicepresidente de Países del BID, destaca fortalezas de nuestro país como: localización geográfica, pertenencia al TMEC, abundante talento humano y creciente articulación en cadenas globales de valor.
Asimismo, no sólo las empresas de EUA están interesadas en relocalización, incluso las propias empresas chinas están invirtiendo para fabricar en México y abastecer el mercado americano.
En el primer trimestre de 2022, con base en datos de la Asociación Mexicana de Parques Industriales Privados (AMPIP), se llevaron a cabo proyectos de nearshoring de 18 empresas asiáticas, en comparación con 2019 que sólo hubo 4.
¿Retos, oportunidades o riesgos?
Dependiendo del criterio gubernamental y las negociaciones con empresas extranjeras, los retos se convertirán en oportunidades y proyectos de atracción de inversión que van de la mano de un ecosistema económico-social favorable y efecto cascada, el cual, al menos incluye: