
En la Unidad para la Igualdad de Género, de la UdeG, se brindan gratuitamente guías y talleres para todos aquellos interesados en incorporar la perspectiva de género en su cotidianidad
A pesar de los avances que han tenido los movimientos feministas y de derechos humanos en torno a la perspectiva de género, es común encontrar algunos enfoques dentro de notas, entrevistas y redacciones que no corresponden con lo logrado. El machismo, la homofobia, transfobia y discriminación siguen escondiéndose dentro de esos trabajos, provocando la desinformación y afectando los enfoques sociales.
María Guadalupe Ramos Ponce, profesora del Centro Universitario de la Ciénega, comentó que “la perspectiva de género es una metodología de análisis y reflexión feminista. En el caso de los reporteros y medio de comunicación, tiene que ser utilizado como un análisis general de la realidad, que les permita ver las situaciones de discriminación, exclusión, violencia y subordinación que pueden existir para un grupo o persona determina en razón de su género».
La académica, también miembro del Comité de análisis de asuntos en materia de género de dicho campus, dijo que erróneamente se ha focalizado la perspectiva de género solamente en las mujeres, cuando abarca un espectro mucho más grande.
“Este análisis integral de la realidad nos permite ver que esto incluye a mujeres, personas diversas, indígenas, rurales, etcétera. La perspectiva de género tiene que estar unida a la interseccionalidad, para cruzar las condiciones que pueden favorecer la vulnerabilidad y la discriminación. No es lo mismo ser una mujer en la Ciudad de México que ser una mujer lesbiana en un entorno rural.”
La educación y concientización en perspectiva de género es fundamental para lograr enfoques alejados de la violencia y la discriminación, sin embargo, esta educación no sólo le corresponde a las y los redactores y reporteros, si no a las y los jefes de información, editores y hasta a las y los dueños de los medios de comunicación.
“De nada sirve que eduquemos a las y los reporteros en temas de género si cuando su nota llegue al editor va a ser modificada. Niegan el lenguaje inclusivo y se cierran a normativas lingüísticas androcentristas que pueden ser, en algunos casos, violentas para las redacciones, tal es el caso de personas trans, donde algunos de los editores o jefes se niegan a respetar sus identidades o incluso con la nueva presidenta de México”.
En la Universidad de Guadalajara existe la Unidad para la Igualdad de Género, en donde gratuitamente se ofrecen guías y talleres, no sólo para comunicadores, si no para todos aquellos interesados en incorporar la perspectiva de género en su cotidianidad.
Como recomendaciones generales para incorporar una perspectiva inclusiva en nuestra manera de comunicar, Ramos Ponce apuntó que “educarse en derechos humanos y perspectiva de género es la manera para entender el mundo en el que vivimos, el cual es diverso; existen mujeres, hombres y personas diversas. La interseccionalidad es la clave para entender todos los contextos y miradas, hace falta integrar estas metodologías a nuestra cotidianidad.”
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