La solidaridad y el espíritu de servicio de la comunidad de la Universidad de Guadalajara se evidenció en la primera jornada de vacunación anti COVID-19 en el Centro Universitario de Arte, Arquitectura y Diseño (CUAAD), que implementó el sistema de atención desde el coche, conocido como Drive thru (auto-servicio), como parte el Plan Nacional de Vacunación.
Un total de 170 estudiantes voluntarios de diferentes planteles universitarios del Área Metropolitana de Guadalajara (AMG), 73 trabajadores académicos, administrativos y de servicio, y 130 personas adscritas a dependencias estatales y federales fueron parte del engranaje que dio vida al centro de vacunación y pusieron todo su entusiasmo para servir a los adultos mayores, dio a conocer la encargada del Módulo, Miriam Analí Ruiz Arcos.
«Estamos satisfechos con todo lo que se ha realizado. Es una labor titánica la que estamos haciendo, pero también entendemos que estamos viviendo algo histórico. Por eso estamos felices de participar», declaró.
«Tenemos ‘Corazón de león’, es parte de nuestra esencia como universitarios el apoyar estas causas que son importantes para la sociedad».
La espera de casi dos días tuvo su recompensa cuando poco antes de las 9:00 horas el primer automóvil entró al centro con tres personas adultas mayores que fueron vacunadas por personal de salud de la Secretaría de Salud Jalisco y del Centro Universitario de Ciencias de la Salud (CUCS) de esta Casa de Estudio, que trabajan como voluntarios en este módulo, uno de los nueve desplegados en el municipio de Guadalajara.
En coches pequeños o grandes tipo Suburban, camionetas de carga y hasta ambulancias, los adultos mayores acudieron a recibir la vacuna en grupos, pues la mayoría de los autos transportaron entre tres y ocho personas, que fueron atendidas sin distinción por el personal.
José Carlos Lew, de 71 años, acudió en una camioneta junto con su esposa, un familiar y dos vecinos de entre 60 y 80 años. Desde el jueves por la mañana su hija acudió a las inmediaciones del CUAAD para hacer fila.
«Se siente uno más feliz, más seguro, porque tenemos un poco más de vida. En diciembre tuvimos COVID y estuvimos internados en la clínica 110 mi esposa y yo durante 22 días, pero Dios quiso que no nos fuéramos, la libramos. Por eso, venir a vacunarnos es un aliciente de tener unos añitos más», reveló Lew.
María Esther Guzmán, también de 71 años, sonríe al salir del módulo de vacunación. Desde hace un día esperaba nerviosa porque no sabía si el lugar que apartaron su esposo y unos vecinos desde el jueves alcanzaría para recibir la inmunización.
«Tenía miedo de no ser vacunada porque se había dicho que eran muy pocas dosis, y que había que esperarse otros días a que llegaran más a Jalisco. Yo pensé que me iba a llegar el COVID-19 y no iba a tener el privilegio de alcanzar este día para tener protección, que iba a morir como muchos vecinos», dijo.
«Pongo un 10 a la Universidad en el servicio que nos han dado, incluso nos han dado suero para hidratarnos y el servicio es excelente».
La fluidez en la atención y la aplicación de las dosis fue la constante durante la primera jornada, que terminó cerca de las 14:00 horas con la aplicación de mil 950 dosis y la atención a 600 automóviles aproximadamente.
El rector del CUAAD, Francisco Javier González Madariaga, destacó la calidez y calidad en la atención que han dado tanto los miembros de la comunidad universitaria como los funcionarios públicos, en aras de ofrecer un buen servicio a quienes acudieron a vacunarse.
«Si bien comenzamos un poco retardados, tomamos un buen ritmo que nos ha permitido atender a toda la gente que llegó al centro, con mucho cariño y muchos deseos de prestar el servicio. (Los adultos mayores) Se fueron satisfechos y con una gran imagen de nuestra Universidad», declaró.
Las jornadas en este plantel se extenderán hasta el martes próximo o hasta agotar las dosis en existencia.