La comunidad de la Universidad de Guadalajara y el Centro Universitario de Ciencias Económico Administrativas (CUCEA) marcharán del Edificio de Rectoría General hacia la Plaza de Armas, frente a Palacio de Gobierno, para exigirle al gobernador Enrique Alfaro la aparición con vida del estudiante de Ingeniería en Negocios, Miguel Ángel Soto Martín, secuestrado el pasado 15 de septiembre, y por los miles de desaparecidos en Jalisco.
El estudiante del CUCEA fue sustraído del interior de su casa por hombres armados en la colonia Los Olivos, de Tlaquepaque. Han pasado 12 días desde su desaparición y hasta el momento ni la Fiscalía ni el Gobernador han dado información sobre algún avance, y por el contrario, lo han criminalizado.
El Rector del CUCEA, Gustavo Padilla Montes, convocó a toda la comunidad universitaria y a la sociedad a marchar el próximo jueves 29 de septiembre. “Para realizar la marcha Por la Paz y la Justicia; una marcha enérgica, pacífica y para poner el dedo sobre la llaga e insistir en que necesitamos justicia, conocer la verdad y, sobre todo, poner un alto a esta situación que deja indefensa a toda la sociedad”, anunció.
Padilla Montes declaró que es una burla ser víctimas reales o potenciales de la ineficacia de las instituciones, que deberían brindar seguridad a las personas.
“Creemos que ya es tiempo de poner un alto, de que verdaderamente se dé información clara y precisa sobre cuál es el paradero de todas estas personas, particularmente de nuestro compañero universitario”, aseveró.
Dijo que cuando se atenta en contra de una persona, no sólo se afecta a los familiares y a la comunidad universitaria, sino a toda la sociedad jalisciense.
“Han transcurrido días de angustia no sólo para su familia, sino para toda la comunidad de la UdeG: cuando un miembro se encuentra en esta circunstancias, todas y todos nos sumamos”, subrayó Padilla Montes.
La coordinadora del Comité Universitario sobre Desaparecidos, Carmen Chinas Salazar, afirmó que las causas de la tragedia de las desapariciones siguen vigentes y actuando.
“El comité considera que el Gobernador Enrique Alfaro ha sido omiso en la atención: detrás del problema está el no reconocimiento del mismo y un discurso triunfalista que utiliza las cifras que aparenta avances cuando, en realidad, hay un incremento grave de la problemática”, especificó Chinas Salazar.
La académica del CUCSH dijo que en Jalisco desaparecen en promedio al día seis personas; el porcentaje de personas encontradas sin vida en Jalisco es de 15.26 por ciento por encima de la media nacional, que es de 6.85 por ciento.
El Presidente de la Federación Estudiantil Universitaria (FEU), Javier Armenta Araiza, dijo que el caso de Miguel recuerda el secuestro, desaparición y homicidio de los hermanos Moreno, quienes “fueron sustraídos y privados de la libertad, no de la calle, no después de la fiesta, no, fueron sustraídos de su domicilio”, como pasó con Miguel Alejandro, destacó.
Dijo que el reciente caso de Miguel evidencia rasgos comunes en la estrategia de confusión del gobierno y de la Fiscalía, pues “tienen en común que en este tipo de casos de desaparición, el gobierno, en lugar de responsabilizarse, su primer argumento es el de la confusión, ‘Seguramente se equivocaron’; por eso llegaron a su casa a privarlos de la libertad’”, denunció Armenta Araiza.
Integrantes de la UdeG desaparecidos
Las personas desaparecidas que pertenecen a la comunidad universitaria son: el profesor del CUCSH, Arturo Javier Moreno Ramírez, desaparecido en 2014; la estudiante de la Preparatoria de Zapotiltic, Daniela Isabel Magaña Castellanos, en 2014; Jorge Eduardo Martínez Gómez, de la licenciatura en Negocios Internacionales del CUCEA, en 2016; César Ulises Quintero, estudiante del CUCiénega, en 2017; Juan Carlos Castañeda Gómez, estudiante de la Preparatoria de Autlán, en 2018.
Edgar Oswaldo Gurrola Montenegro, de Sistemas Informáticos del Politécnico, en 2018; Adrián Ponce Morales, estudiante de Negocios Internacionales del CUCiénega, en 2019; Carlos Maximiliano Romero Meza, estudiante de Diseño Gráfico del CUAAD, en 2020; los hermanos José de Jesús y Abraham Covarrubias Martínez, del CUTonalá, en 2021 y el trabajador Rubén Arreola Marroquín, desaparecido en octubre de 2021.