Optar por energías limpias, cuidar el manejo del agua y preservar la biodiversidad son algunas acciones prioritarias que ha emprendido la Universidad de Guadalajara (UdeG) para el cuidado del medio ambiente.
El profesor del Instituto de Energías Renovables y Eficiencia Energética, del Centro Universitario de Tonalá (CUTonalá), Alberto Coronado Mendoza, dijo que es necesario que la sociedad reflexione sobre sus hábitos de consumo de energía para conocer de qué manera puede obtener el mismo beneficio sin producir un impacto considerable al medio ambiente.
“Se trata de un cambio natural. Si empezamos a ahorrar o a usar otras fuentes de energía vamos a ir cambiando hábitos de consumo, y los vamos a trasladar al trabajo, a nuestros hijos, a nuestra familia, colegas, y puede generar un efecto multiplicador para que la sociedad se haga consciente de que cada acción cuenta”, añadió.
Para contribuir a la causa, Coronado Mendoza mencionó que la gente puede optar por instalaciones fotovoltaicas, que no sólo implican un ahorro económico, sino que ofrecen mejores condiciones al medio ambiente; además, recomendó revisar la infraestructura doméstica para evitar fugas de agua.
CUTonalá cuenta con un huerto solar de cuatro mil 500 metros de extensión total y con capacidad de generar hasta 499 kWp (kilovatios pico) para cubrir la demanda energética del plantel; además de tener dos invernaderos y el huerto comunitario Layú.
El profesor del Departamento de Estudios del Agua y la Energía, Agustín Camacho Rodríguez, consideró que es prioritario atender la escasez de agua, pues además de afectar a los seres humanos, perjudica el entorno de los animales.
“Tenemos poca agua; es un problema terrible que no sólo afecta al agua de beber, también afecta a la fauna”.
Cuidar la fauna
Con más de dos mil 500 especies rescatadas, el Centro Universitario de la Costa Sur (CUCSur) destaca por su labor en el cuidado y preservación de fauna local, como aves, mamíferos y reptiles, declaró el profesor del Departamento de Ecología y Recursos Naturales, Luis Eugenio Rivera Cervantes.
El investigador compartió que muchas especies rescatadas han sufrido atropellamientos por vehículos, pero también han sido envenenadas o son víctimas de creencias populares que relacionan a los animales con sucesos mitológicos o extraordinarios.
“A través de la Unidad de Rescate de Fauna Silvestre del CUCSur estamos tratando de contribuir a preservar esta riqueza natural”.
Este centro universitario también es la institución encargada de impulsar programas en favor del cuidado de la tortuga marina, que en la actualidad llega a proteger a hasta 10 mil nidos de esta especie y libera a más de 700 mil tortugas por temporada.
El Coordinador del Programa de Conservación de la Tortuga Marina, José Antonio Trejo Robles, detalló que este proyecto se ha consolidado gracias a voluntarios, pero que no sólo se centran en el rescate de este reptil, sino que promueven acciones para impulsar la protección ambiental.
“Protección, investigación, educación ambiental y participación comunitaria son algunas actividades que se han realizado a través de los años. Desde 1982 tenemos el programa de protección de tortuga marina sin fallar una sola temporada”, informó Trejo Robles.
Este plantel se encuentra en constante contacto con la Reserva de la Biósfera Sierra de Manantlán. El caso de esta área natural fue calificado por la reconocida revista científica Science como exitoso en cuanto a la medición y compensación de servicios ambientales en las comunidades indígenas.
Reciclaje en la red
Otra de las medidas para mitigar el impacto al medio ambiente, son las plantas especializadas en el tratamiento y reciclaje de plásticos de los centros universitarios de Ciencias Exactas e Ingenierías (CUCEI) y de Ciencias Biológicas y Agropecuarias (CUCBA).
El Rector del CUCBA, Carlos Beas Zárate, mencionó que ese campus tiene una planta recicladora de plástico que puede trabajar 400 kilos por hora, o hasta tres toneladas al día.
El material se recolecta, se lava y es fragmentado para obtener una pepita de plástico que se utiliza para fabricar diferentes objetos, como bancas.
“Se están trabajando bocas de tormenta, tablas, pisos y otras piezas para hacer mobiliario. La idea es que sea un centro de captación del PET que están desechando desde los diferentes edificios administrativos o de cualquier centro metropolitano de la UdeG”, dijo.
El CUCBA también cuenta con el Laboratorio Bosque de La Primavera, ente que se ha dedicado a la catalogación de las especies de fauna y flora de ese espacio forestal, además de prestar ayuda a brigadistas que combaten incendios en la zona.
CUCEI tiene una planta recicladora que además sirve como laboratorio para alumnos y docentes, y como un espacio para que empresas se acerquen a probar las características de sus productos.
“Tenemos un modelo de enseñanza para aprender el sistema de reciclaje de plásticos y todo lo que involucra la separación, lavado, molienda e inyección”, informó Milton Vázquez Lepe, encargado de la planta recicladora.
Concientizar a través de la cultura
En el Centro Cultural Universitario (CCU) se construye el Museo de Ciencias Ambientales, que contará con infraestructura sustentable que reutilizará recursos como agua y energía.
Actualmente, el CCU realiza actividades culturales para concientizar sobre las problemáticas medioambientales. También organiza la Muestra de Cine Socioambiental, como parte del Festival Internacional de Cine en Guadalajara, y el Premio de literatura Ciudad y Naturaleza José Emilio Pacheco, que se entrega durante la FIL de Guadalajara.
Acciones en las distintas regiones
El Centro Universitario de los Altos (CUAltos) cuenta con su propia purificadora de agua para abastecer a la comunidad universitaria, así como un laboratorio vegetal logístico en el que se trabaja con lombricultura y elaboración de composta.
En el Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH), campus Belenes, se trabaja en ordenar y conocer las áreas de oportunidades ambientales para el espacio que ocupará el Parque Laboratorio CUCSH Cañada Enrique Estrada Faudón.
Al interior del Centro Universitario de los Valles (CUValles) se obtiene energía a través de un sistema híbrido que incluye una instalación fotovoltaica que genera una potencia instalada de 289 kilowatts. Con ello se reduce el consumo de energía anual de ese centro en 30 por ciento y la emisión de dióxido de carbono a la atmósfera en 161 toneladas.
En el Sistema de Educación Media Superior (SEMS) de esta Casta de Estudio se cuentan también con programas permanentes de recolección de botellas y tapaderas desechables, de materiales para el reciclaje y proyectos de Muros verdes.
