Durante la pandemia se han evidenciado fallas que ponen en mayor vulnerabilidad a personas que padecen de alguna discapacidad; por ello, especialistas abordaron el tema en la más reciente sesión de los webinars que realiza la Universidad de Guadalajara (UdeG), titulado “COVID-19: Discapacidad en tiempos de pandemia”, que fue transmitido este miércoles por las redes de la Universidad de Guadalajara, Radio UdeG y Canal 44.
Una de los participantes fue la responsable de Servicios Especializados para personas con Discapacidad Visual de la Biblioteca de UDGVirtual y miembro de la Federación Latinoamericana de Sordociegos, Eneida Guadalupe Rendón, que explicó que en el caso de quienes viven con sordoceguera se han visto más vulnerados por el tema del COVID-19, dado que su comunicación es mediante Lengua de Señas Mexicana (LSM), adaptada al contacto físico de las manos.
“Por ello, debemos extremar precauciones en la utilización de gel y guantes”. También aseguró que ahora, más que nunca, es importante que estas personas accedan a tecnologías que les permitan traducir las publicaciones en redes sociales a Braille, mediante la llamada línea de despliegue en Braille.
“Se ha escuchado a mucha gente manifestar cómo es difícil estar en confinamiento; yo recordé una frase de mi compañero con sordoceguera Samuel Valencia, quien decía:
‘¿Sabía usted que en el mundo existimos personas que vivimos en aislamiento todo el tiempo, y algunos toda la vida?’”.
“Eso nos hace pensar que no vemos cómo dicho sector de la población está teniendo dificultades porque no tiene la tecnología necesaria”, recalcó Guadalupe Rendón.
El psicólogo y especialista en inclusión educativa y miembro de la Unidad de Educación Incluyente, del Centro Universitario de Ciencias de la Salud (CUCS), Christian Israel Huerta, indicó que aunque hay muchas definiciones sobre de dónde parte la discapacidad, la realidad es que ésta existe porque la gente regular lo ha permitido.
“La discapacidad está en la gente que impedimos el acceso de las personas por medio de las limitantes que les ponemos: barreras culturales, políticas, sociales y actitudinales; esto se debe a la falta de distinción”, declaró.
Recordó que existe la discriminación negativa, que tiende a ser manifestaciones violentas que van desde la burla hasta el acoso, pero también la positiva, que es la que minimiza el potencial de los individuos al pretender ser compasivo o disminuirlos de sus capacidades.
“En 2019 había mil millones de personas con discapacidad en el mundo, casi 15 por ciento de la población mundial. La pandemia ha agravado sus condiciones porque ha tenido un impacto social y económico, pero también faltan políticas sociales, jurídicas y culturales”, externó Huerta.
La psicóloga clínica de personas con discapacidad, activista y empresaria, Rayo O’Brien, recalcó que la comunicación sobre la enfermedad del coronavirus ha quedado a deber para personas sordas o ciegas.
“Desde que iniciamos la pandemia se han compartido recomendaciones de prevención, que han sido meramente visuales; entonces, muestran imágenes informativas que son inaccesibles para quienes tienen una discapacidad visual, que si bien han estado aisladas per se, también lo han esto de la información que es importante”, recordó.
Esta situación genera estrés y ansiedad para este sector, pero también para quienes viven en un entorno de discapacidad por utilizar sillas de ruedas, que están impedidas de salir a laborar, o quizá quienes tienen una discapacidad intelectual, a quienes se les debe explicar de otra manera lo que ocurre en el mundo.
El activista, campeón nacional parapanamericano en Río de Janeiro 2007, León Coronado, recordó que la situación de discapacidad es algo que todos los seres humanos pueden vivir en algún momento; por ello, es importante reforzar las políticas públicas al respecto.
“A los gobiernos no les importa el tema porque ellos no viven con discapacidad; es necesario que exista un consejo integrado por personas con alguna de éstas para que todos tengamos representatividad”, refirió.
Oportunidad en el acceso al arte
Pero no todo ha sido perjuicio, el activista y estudiante del doctorado de Gestión de la Cultura, responsable de Inclusión por Medio del Arte y la Cultura de UDGVirtual, José Antonio Olivo, dijo que la pandemia ha significado una oportunidad para formar públicos de la diversidad funcional.
“Ante el cierre de recintos de arte se han realizado funciones con espectáculos gratuitos de primer nivel, a los que han accedido personas con discapacidad. Mediante estas transmisiones se puede inculcar el gusto por estas expresiones artísticas y crear públicos”, externó.
Recomendó la programación que han realizado instituciones como la Ópera de París, el Teatro Real de la Moneda en Bruselas, la Ópera Estatal de Viena, la Ópera Metropolitana de Nueva York, los espectáculos de Broadway, entre muchos otros.
Sin embargo, el distanciamiento social también trajo que los artistas, sobre todo quienes viven con alguna discapacidad como el propio Olivo, carezcan de puntos de encuentros; por lo que algunos colectivos ya se han organizado para crear muestras virtuales.