Crean cancionero sobre historias de la diversidad sexual en Guadalajara

A partir de anécdotas, el colectivo Arrogante Albino hizo este compilación musical que ya se puede escuchar en plataformas musicales de streaming

IVÁN SERRANO JAUREGUI

Cuando era de noche, ya muy de noche, en la Guadalajara de los años 80, 90 y 2000 los congales y las calles eran el refugio luminoso de una comunidad que resistía contra una sociedad conservadora que les atacaba por vivir una identidad sexual distinta a la convencional.

Antros como el Monica’s bar, Panchos, Gerardos, Californias, Angels; así como espacios públicos donde había ligue, como el Parque Revolución, fueron escenarios de personajes y sucesos que marcaron la lucha por los derechos de las personas LGBTTTIQ+.

Para honrar esa memoria y perpetuar sus historias, artistas del Centro Universitario de Arte, Arquitectura y Diseño (CUAAD) que forman parte del grupo multidisciplinario Arrogante Albino, emprendieron un gran proyecto de investigación, creación de dramaturgia y producción musical, que los llevó a crear el Cancionero de la sexual disidencia tapatía.

Se trata de una compilación de seis canciones que rinden honor a la Guadalajara jotera de décadas pasadas, cuyas letras hablan de la vida nocturna: la fiesta, los personajes, los encuentros sexuales; pero también hace alusión a figuras del activismo, el desdén hacia las personas que vivían con VIH, la visibilización de las mujeres lesbianas y el estigma del número 41.

Fueron talentos egresados de la Universidad de Guadalajara y artistas de otras instituciones del país, las y los gestores de este proyecto sonoro, que ya se puede escuchar en distintas plataformas de streaming: Spotify, Amazon Music, Apple Music y YouTube.

Natalia Martínez Mejía, egresada de Artes Audiovisuales, indicó que el proyecto se realizó con activistas y promotores culturales, quienes narraron anécdotas de cómo era ser gay, lesbiana, trans y más en décadas pasadas. 

Este es el primer musical de Arrogante Albino, que ya se ha presentado en el Exconvento del Carmen. El cancionero partió de las entrevistas con agentes culturales y luego hubo una investigación en archivos”, recalcó.

“Las canciones y las historias tienen como referente a ‘El gran varón’ de Willie Colón, que en una fiesta familiar todos corean ‘Árbol que nace doblado, jamás su tronco endereza’, porque es pegajoso, aunque cuenta una historia triste”, dijo Alejandro Mendecuti, actor y docente de Artes Escénicas en el CUAAD.

“Este proyecto es nuestra forma de hackear la hegemonía, y quizá algún día una señora de ultraderecha estará cantando estas canciones”, expresó Héctor Jiménez Castillo, artista de la Escuela de Artes de Jalisco.

Crean canciones con narrativa escénica

Pensamos en una película que empieza en una ciudad, en la que luego vamos a una fiesta, donde vale madres, pues llega la policía y nos lleva a todos y luego vamos a la cárcel. Después, nos toca visitar a alguien con VIH en el hospital y no le quieren dar comida”, detalló Jiménez Castillo.

Este concepto, inspirado en las artes escénicas y audiovisuales, deriva de la formación de los creadores. Incluso, en un principio nació como proto-poesía, que evolucionó a dramaturgia hasta lograr canciones que engloban un imaginario de fiesta y resistencia en la capital de Jalisco.

Los encargados de componer las canciones fueron el cantante Víctor Rosas, originario de Sinaloa, quien dijo que la intención es que “sonara mexicano, pero también jocoso; también nombrar todas las formas de llamar a una lesbiana sea una vía para hablar de Chucho Reyes y Guty Cárdenas, el primer trovador mexicano queer; una cosa abre una puerta para llegar a otra”, explicó y recordó que trabajó en una performidad basada en los 2000, con música de Fase y Belanova.

El productor musical Ferdinando Capacete aseguró que fue un reto generar el concepto, que incluye la recreación de espacios inspirados en la música emblemática de la época. César López, originario de Bogotá, Colombia, se incorporó al final y aseguró que el proyecto “es pensar en la memoria y registro, y que se haga a partir de la canción”; esto permite llegar a otras latitudes.

Uno de los participantes en la serie de entrevistas recopilatorias fue Martín García Lira, egresado de Turismo del Centro Universitario de Ciencias Económico Administrativas (CUCEA) y artista multidisciplinario, quien es un divulgador de la historia de la diversidad sexual en Jalisco mediante el proyecto Mezcal Rosa.

Él describió que la música, que va desde el electro pop hasta la salsa, logran “algo admirable, porque son escenas que te están llevando al pasado, con beats ochenteros y la voz de Víctor Rosas que suena jotera; es increíble por el respeto histórico, está genial”.

Protagonistas de una fauna tapatía queer

En la canción “Miro a mis vecinas”, algunos de los nombres de personalidades que resuenan son “La Peluchina”, una chica trans que buscaba ser muy femenina y tenía “el mal de la vestida”, pues era muy velluda; pero también a “La Mitzy”, “La amiga jotera”, “La Jéssica”, “La Mil Nombres”.

A decir del promotor cultural Martín García Lira, se trata de quienes integraban “la flora y fauna de la Guadalajara jotera”. 

“También hablamos de la Karina, quien fue violentada cuando daba servicios sexuales en el Parque Revolución; unos chicos la amarraron a una camioneta y la arrastraron de cara, por eso se menciona con su cabellera de Príncipe Valiente, que tapará su cara un día”, relató.

Recordó que esta historias se sumaron al gran archivo documental sobre la historia LGBTIQ+ de Occidente que él donó a la Dirección de Diversidad Sexual de Jalisco, donde su director, Andrés Treviño Luna, impulsó la colaboración para generar este tipo de proyectos.

Mil formas para no decir “lesbiana”

La amazona, la macha, la marimacha, la machorra, la obvia, la mánfula, la invertida, la tijeras de plata, la manflora, la tortilla, la lencha, la chancla, la ladrona, la bollera, la cambuja. Estos y más apodos se escuchan en la letra de la canción “El río que corre entre perlas”, del  Cancionero de la sexual disidencia tapatía.

Jiménez Castillo recordó que Jaime Cobián, en entrevista con Arrogante Albino para la creación del proyecto, comentó que para él eran importantes los motes “porque son una forma de demostrar que él estaba ahí desde hace mucho”.

“Era una forma de saberse ahí; claro que tienen connotaciones negativas, pero desde un lado antropológico se muestra que la diversidad sexual no es una cosa que apareció en la modernidad de Guadalajara”, sino que existe desde el pasado; y retomar el mote es hacerlo ahora con orgullo.

Natalia Martínez Mejía recordó que en la investigación dieron con nombres de mujeres que estaban al lado de la resistencia, pero que el patriarcado y la misoginia las desapareció.

“Dramáticamente, la canción nos hace acceder a un mundo en un contexto histórico, para nosotros es esa Guadalajara de tiempos revolucionarios donde todas las calles se llaman como las heroínas, es decir, cambiamos el nombre de las calles de la ciudad y quizá no se entiende, pero el inicio dramatúrgicamente tiene que ver con eso”.

Algunos de los nombres que se mencionan son el de Gregoria Piedra, Nancy Cárdenas, Guadalupe López. 

Los temas del Cancionero de la sexual disidencia tapatía de este 2022 formaron parte de la muestra Presentes. 40 años de la visibilidad LGBTIQ+ en Guadalajara, que se exhibió en el Exconvento del Carmen; mismas que se escuchaban durante el recorrido museístico.

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