Crear entornos más incluyentes

La discapacidad excluye a 4.6 % de jaliscienses, ante esto, especialista del Hospital Civil plantea la necesidad de crear una cultura más inclusiva tanto desde lo social como de lo asistencial

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La discapacidad es la limitación funcional de una parte del cuerpo o sistema causada por una lesión o enfermedad que afecta la actividad laboral, familiar y social de las personas.

En Jalisco, 4.6 por ciento, es decir 386 mil 577 personas, tiene alguna discapacidad de acuerdo con el Censo de Población y Vivienda 2020 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).

Quienes padecen esta condición enfrentan la falta de inclusión en sus vidas con diversos obstáculos y desafíos cotidianos.

Las personas con discapacidad enfrentan más obstáculos que el resto de las personas”, explicó Armando Tonatiuh Ávila García de los Servicios de Rehabilitación del Antiguo Hospital Civil Guadalajara “Fray Antonio Alcalde”.

“Hablar de inclusión de las personas es entender que tienen una limitación y, por lo cual, no se encuentra en igualdad de condiciones ni de capacidades al resto de las personas”, explicó.

La discapacidad más frecuente en México es la física. Foto: Archivo

Las discapacidades se clasifican en física, mental, intelectual o sensorial. La discapacidad más frecuente en México es la física, como algún tipo de amputación, seguida de la visual.

En segundo término están las limitaciones mixtas o múltiples que combinan las discapacidades físicas, intelectuales y sensoriales. En tercer lugar se encuentra la discapacidad intelectual o para aprender.

La COVID-19 trajo una serie de secuelas que causan nuevas discapacidades. Por ejemplo, algunas personas que lo padecieron todavía presentan fatiga al caminar o desplazarse, cuadro clínico conocido como disnea, que es dificultad respiratoria persistente; además de secuelas neurológicas o eventos vasculares cerebrales.


La discapacidad y el costo social

El registro de 386 mil 577 personas con estas características en Jalisco implica obstáculos para su movilidad, aprendizaje, trabajo o esparcimiento, y una mayor inversión del gasto público de los gobiernos.

Implica un mayor costo para cualquier país. La inclusión laboral de una persona con discapacidad, por ejemplo, permite que se convierta en una persona productiva que genera un ingreso y que disminuye el costo del presupuesto público para subsidiarlo”, precisó.

La inclusión laboral dota de herramientas a las personas con discapacidad físicas: “Una persona amputada que no puede hacer actividades físicas, si recibe capacitación realizaría actividades de menor demanda física y mayor habilidad intelectual”, propuso.

La inclusión laboral dota de herramientas a las personas con discapacidad físicas y reduce el gasto público para su subsidio. Foto: Abraham Aréchiga

Desde lo social, la inclusión implica que las empresas abran sus puertas a la contratación de personas con esta condición y que existan espacios para la inclusión escolar para niños con discapacidad física o intelectual.

“Y de lo deportivo, Jalisco ya tiene uno de los mejores modelos a nivel nacional para la inclusión de personas al deporte adaptado”, apuntó.


Retos y estrategias de la inclusión

La inclusión de las personas con discapacidad requiere la accesibilidad a los servicios de rehabilitación, la inclusión a entornos escolares, laborales y deportivos.

“Para poder participar en el entorno en las actividades cotidianas dentro de esas esferas deben tomarse en cuenta recomendaciones universales. En Jalisco, definitivamente debemos, crear una cultura más inclusiva desde lo social, pero también desde lo asistencial”, ahondó el experto.

Para Ávila García, la discusión pública de la discapacidad “es hablar de un problema de salud pública mundial que afecta tanto a los países desarrollados como a los países más pobres”.

Refirió la recomendación del año 2014 de la Organización Mundial de la Salud donde destaca una serie de acciones que todos los países deben implementar en sus políticas públicas sobre la discapacidad.

La inclusión de las personas con discapacidad requiere la accesibilidad a los servicios de rehabilitación, la inclusión a entornos escolares, laborales y deportivos. Foto: Archivo

Entre las recomendaciones se encuentran permitir el acceso a todos los sistemas, políticas y servicios generales a las personas con esta condición; invertir en programas y servicios para las personas y mejorar la accesibilidad económica.

“Sensibilizar más al público y mejorar su comprensión de la discapacidad. También recopilar información, investigar científica y socialmente. Y prevenir la discapacidad” enfatizó Armando Tonatiuh Ávila García.

Para el experto en Servicios de Rehabilitación existe una necesidad de crear un entorno más incluyente.

“Hablar de la inclusión de las personas con discapacidad no es hablar de una responsabilidad única del gobierno o de las autoridades en todos los niveles de gobierno, sino es una responsabilidad que nos compete a todos” concluyó el maestro Ávila García.

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