CUCEA certifica a sus profesores

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ESTUDIANTES DEL CENTRO UNIVERSITARIO DE CIESCIAS ECONOMICO ADMINISTRATIVAS

Elevar la calidad educativa es una de las prioridades de la Universidad de Guadalajara. Por ello, una de las próximas metas del Centro Universitario de Ciencias Económico Administrativas (CUCEA) es certificar a todo su personal docente en lo que se refiere al Diseño e impartición de cursos para beneficiar así a los alumnos.
En la actualidad 58 maestros se han certificado en una o dos de las normas de competencia laboral que el núcleo Belenes promociona a través del Centro de Evaluación Integral por Competencias (CEIC): Impartición de Cursos de Capacitación presenciales y Diseño de cursos de capacitación presenciales, sus instrumentos de evaluación y material didáctico, señaló Maricarmen Castillo Esparza, coordinadora de dicho centro adscrito a CUCEA.
La planta docente del núcleo Belenes está conformada por más de ochocientos académicos. El propósito para este año es que 200 profesores se certifiquen.
Fue a mediados de 2005 cuando empezó a planearse lo referente a la certificación de los docentes, por lo que se empezó a preparar a los maestros sobre aspectos didácticos, pedagógicos y andragógico (referente a la educación de los adultos).

Ventajas para el maestro
“Estar certificado implicó para mí dar un orden correcto y una perspectiva diferente a la clase, con actividades y productos bien planeados”, mencionó Sergio Campos, uno de los maestros ya certificados bajo la norma de impartición de cursos presenciales, quien da cursos a nivel licenciatura y posgrado.
“Por ejemplo, la clase de metodología de investigación a nivel posgrado para mí implicaba pararme frente a un grupo y enseñar cómo hacer un protocolo. Ahora no, tengo que explicar por qué se hace, cuáles son las actividades que se van a realizar. Uno de mis objetivos es tener un producto final muy bien planeado y estructurado”.
Los maestros certificados obtienen como beneficio el mejorar su práctica docente, ya que se adecúa a los principios de la educación, y sabe utilizar tecnologías y elementos pedagógicos. “En cuanto a incentivos económicos, luchamos porque la Rectoría general de la Universidad acepte la certificación y se considere dentro del área de estímulos”, continuó Maricarmen Castillo.
Además, pueden obtener como ventaja adicional ser invitados para impartir o diseñar un curso fuera del CUCEA. “La mayoría de las instituciones externas que piden la colaboración de maestros del núcleo señalan que solo quieren docentes certificados.”
La idea de certificar a los maestros surgió del rector del CUCEA, Jesús Arroyo Alejandre. Posteriormente, Maricarmen Castillo fue invitada a colaborar en base a su experiencia. Ella estaba involucrada en un programa de certificación en la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez.
El Consejo Nacional de Normalización y Certificación en Competencias Laborales (Conocer) es el organismo encargado de ambas certificaciones. Este depende de la Secretaría de Educación Pública y tiene validez a nivel nacional.

No basta con ser expertos
La certificación tiene una duración de dos años, concluidos éstos, los maestros tendrán que buscar su actualización para la norma. Cada uno de los docentes, dependiendo de los criterios de cada una de las normas, diseñan evidencias de producto, desempeño y conocimiento. “El primer aspecto abarca documentos que ellos tienen que diseñar en base a una materia que ellos impartan. Incluye un guía de instrucción, plan de sesión, instrumentos de evaluación, manuales del instructor y del participante”, continuó Maricarmen Castillo.
Ellos deben de aplicar una serie de estándares de competencia cuando imparten una materia. La motivación y el manejo de grupos son importantes en la mejora de su desempeño frente al grupo. El CUCEA cuenta con docentes expertos en las materias que imparten, sin embargo, muchos no han tenido formación sobre cómo impartir una clase.
El Conocer, además, elabora un examen para evaluar a los maestros por norma. “Si se van a certificar por la norma de impartición de cursos son calificados en torno a aspectos como la motivación, el tipo de grupos, técnicas instruccionales o grupales, para qué sirven, los principios de la educación, las teorías del aprendizaje, entre otros puntos”.
La calificación mínima que deben obtener es de 90, si no la alcanzan se considera que el maestro está en vías de competencia y puede volver a realizar todo el proceso y prepararse nuevamente para la evaluación. El programa para la certificación inicia con una preparación pedagógica, que abarca distintos cursos, los cuales son impartidos por especialistas. Muchos provenientes de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). El Programa de Capacitación de Superación Académica (PICASA) apoya de manera económica y reconocimiento de la participación de los docentes.
De manera previa los docentes que aspiran a las certificaciones tienen que pasar un examen de tecnologías de la información para demostrar que saben manejar la paquetería de Microsoft Office, además de internet y la plataforma educativa Moodle. Deben obtener, mínimo, un ochenta por ciento en cada uno de los programas.
Los periodos intersemestrales donde ellos descansan de estar frente a grupo es aprovechado para ofrecer a los maestros capacitación pedagógica y cursos en tecnologías de la información a través de la Coordinación de Tecnologías para el Aprendizaje (CTA).
El Centro de Evaluación del CUCEA, acreditado por el CONOCER, también ofrece sus servicios a instituciones públicas y privadas del país en las dos normas. Para mayor información los interesados pueden hablar al 37-70-33-00, extensión. 5431 o 5661 o escribir al correo mcastillo@cucea.udg.mx

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