Desde hace un par de semanas Marina de Anda Gómez se concentró en hacer su disfraz. Vestida con una máscara que recordaba a las películas de Guillermo del Toro y con un cráneo de borrego como accesorio, esta universitaria fue una de las más de 400 estudiantes que nuevamente tomaron las calles en una nueva edición del “Aquelarre”, del Centro Universitario de Ciencias Exactas e Ingenierías (CUCEI) de la UdeG.
El “Aquelarre” es un tradicional desfile de disfraces que se organiza desde 1961, y que luego de dos ediciones en formato virtual debido a la pandemia, una vez más los estudiantes de este campus volvieron a las calles para mostrar orgullosos sus mejores atuendos, explicó la Coordinadora de la licenciatura en Químico Farmacéutico Biólogo del CUCEI, Susana Guerra Martínez.
“Es un evento donde se representan a las raíces de la química: la alquimia. De hecho, éramos conocidos como brujas y brujos y ahora queremos seguir celebrando estas raíces y festejar esta tradición que cada año se ha llevado a cabo en el CUCEI”, detalló.
Este festejo se lleva a cabo el último jueves de octubre con un desfile que inicia en las instalaciones del CUCEI y culmina frente al edificio de Rectoría UdeG. En el recorrido participan estudiantes de las carreras de Químico Farmacéutico Biólogo, Química, Ingeniería Química e Ingeniería en Alimentos.
En esta ocasión participaron siete carros alegóricos, así como aproximadamente 400 estudiantes que hicieron el recorrido vestidos de brujas, monstruos y personajes de la cultura popular, agregó Guerra Martínez.
Además, previo al desfile, se realizan otras actividades, como una quema de batas, concursos de talentos y la premiación de las reinas y reyes estudiantiles.
“Es la única carrera que tiene este tipo de tradición y todos los estudiantes y egresados de muchos años atrás la recuerdan con mucho cariño, les da una identidad universitaria. Que nos digan brujos no es un insulto para nosotros, sino un gusto”, aseguró.
El gusto de disfrazarse
Entre las fisuras de la máscara apenas se percibe la mirada de Marina de Anda Gómez, y desde sus brazos una docena de ojos de plástico dirigen las pupilas hacia todas partes. Su vestuario es una combinación de elementos tétricos y artísticos, y gracias a ellos obtuvo el primer lugar en el Concurso de disfraces del “Aquelarre”.
“Me encantan los disfraces; desde niña me encanta todo lo que tiene que ver con el terror, me disfrazaba de zombie o de muñeca poseída; es como una fascinación por transformarme en otra persona”, expresó la universitaria.
Bajo la temática de la mitología nórdica, este año el “Aquelarre” presentó carros alegóricos que mostraban elementos de esta cultura y que fueron juzgados para premiar a la creatividad y el desarrollo de las historias que presentaron ante personalidades del CUCEI.
Para Marina se trata de una festividad única en el centro universitario que acerca a los estudiantes y da muestras del pasado histórico que enfrentaron los primeros científicos al desarrollar su ciencia.
“Toda la gente está súper unida, nadie está triste, nadie está enojado; aparte, para nosotros, como químicos, es una celebración que tenemos por los antecedentes que tiene la química, porque antes nos consideraban brujos; entonces, tiene un significado especial para nosotros”, finalizó la estudiante de Química.