Los recolectores de basura corren riesgos ante la presencia del Covid-19 por el inadecuado manejo de desechos y la irresponsabilidad a la que pudieran recurrir algunos ciudadanos. De ahí la importancia de que éstos tomen medidas para protegerlos y disminuir los riesgos de que se generen nuevas cadenas de contagio, afirmó Raquel González Baltazar, secretaria de la junta académica del doctorado en Ciencias de la Salud Ocupacional, del Centro Universitario de Ciencias de la Salud (CUCS).
La ciudadanía genera basura que podría representar un riesgo biológico. Por ejemplo, los desechos como pudiera ser papel sanitario con el que limpian su nariz o con el que se protegen al momento de toser. Éstos suelen juntarse con la demás basura y no se acostumbra haber separación de desechos, ni señalamiento para indicar a los trabajadores que algunos pudieran constituir riesgo. Esto es preocupantes, en el caso de los generados por personas que pudieran estar contagiadas por Covid-19, ya sea asintomático o sintomático o que cumplen una cuarentena en su casa.
Es recomendable que la ciudadanía en general separe los cubrebocas y los guantes que utilizaron para protegerse, así como los pañuelos desechables, cepillos dentales y aún desechos de cigarrillos, así como demás material que estuvo en contacto con la saliva y mucosas (que recubren la boca, la nariz, globo de los ojos, y la parte interna de los párpados), colocarlos en bolsa doble, previo rozamiento con una solución clorada por dentro y por fuera.
Adelaida Sara Minia Zepeda Morales, representante del CUCEI ante la Emergencia Internacional del Covid-19, explica que es recomendable preparar soluciones de cloro para desinfectar los residuos.
El cloro comercial tiene concentraciones que oscilan del 4 al 6.5 por ciento. Para preparar una solución desinfectante a un litro de agua se le tiene que quitar media taza, que puede contener aproximadamente cien mililitros, y a continuación agregarle esa cantidad de cloro comercial, para cumplir con las especificaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Esta mezcla puede vaciarse en recipientes pequeños, como aspersores. La preparación no debe hacerse con agua caliente, sino fría o normal, tomada de la llave, detalló Zepeda Morales.
Explicó que el cloro es un agente corrosivo, que debe tenerse en un contenedor de plástico que no sea transparente y la preparación clorada no puede guardarse más de siete días, ya que podría perder efectividad y potencia, de ahí la importancia de preparar pequeñas cantidades.
La bolsa ya desinfectada con solución clorada y con los desechos sanitarios como los ya mencionados, debe meterse en un contenedor cerrado, como botes de basura de pedal, en el que debe guardarse setenta y dos horas antes de su recolección.
“Se recomiendan setenta y dos horas, porque en caso de estar infectada se considera que es el tiempo en el que podría inactivarse el virus, y disminuir el riesgo para los recolectores de contaminarse y estar expuesto al contagio”, agregó.
En caso de que la persona no pueda guardar durante el tiempo mencionado los desechos sanitarios, es recomendable que desinfecte las bolsas con solución clorada, dijo Zepeda Morales, y añadió que las bolsas deben rociarse, no empaparse con esa solución.
En ese sentido, González Baltazar sugirió a los ciudadanos sanitizar las bolsas de la basura por dentro y por fuera, así como las que contienen mandado e ingresan a casa. “Esta acción es en ambos sentidos cuando recibo las bolsas y antes de entregarlas a los recogedores. Hay que desinfectar bolsas, cajas, todo tipo de envases, si queremos proteger realmente a los recolectores de la basura”.
González Baltazar advirtió que si se abusa del cloro, al grado de utilizarlo sin diluir, se puede incurrir en un riesgo químico para los recolectores y amas de casa, que puede ser muy leve, como una irritación, así como alergias, quemaduras de tipo químico, o accidentalmente puede haber una mezcla o un manejo inadecuado de envases que pudieran producir reacciones explosivas pequeñas o gaseosas, lo que podría poner en riesgos a estos trabajadores.
Recordó que las compensaciones a los salarios de los recolectores son las propinas y el aprovechamiento de la basura. Ellos suelen abrir la bolsa y separan lo que pueden reciclar y vender.
Es también recomendable señalar con un letrero trazado con un plumón permanente que una bolsa contiene residuos sanitarios y que no debe ser abierta.
González Baltazar mencionó que, si bien ahora se le debería prestar más atención por la pandemia del Covid-19, los residuos biológicos siempre han sido un riesgo para el recolector de la basura. “Por ejemplo si alguien sufre una cortadura grave que desprende la punta de un dedo, eso es tejido, y va a dar, por lo general, a la basura. En esta pueden encontrarse residuos tan diversos como secreciones, tejido, restos de excremento“.
Otras medidas de protección que deben tomarse con o sin Covid-19:
- El recolector de basura deber portar ropa altamente visible o con reflejantes, para evitar atropellamientos o accidentes de tránsito, deben usar guantes resistentes, botas antiderrapantes, además de cubrebocas.
- Colocar las jeringas en contenedores o recipientes rígidos que no se perforen y poner un letrero para que no sean destapadas, y ponerlos en un lugar visible para que los distinga el trabajador. De preferencia tendría que haber un contenedor de basura específico para colocar los punzocortantes.
- Separar los frascos de aerosol (como los que contienen desodorante o spray) y ponerlos en un lugar visible, con la indicación correspondiente para prevenir el riesgo de una pequeña explosión.
- Colocar las pilas en contenedores especiales como los que hay en algunas paradas de camión, ya que pueden despedir ácidos que provoca quemaduras químicas, y en el caso de las que son para teléfonos, cámaras o reloj contienen generalmente litio, que puede ocasionar envenenamiento en niños si lo ingiere, y el caso de los recolectores de basura ocasionar reacciones en la piel como quemaduras.
- El usuario debe cuidar que los recipientes o contenedores cargados pesen máximo 20 kilos, ya que los recolectores podrían correr el riesgo de contracturas musculares, lesiones articulares y, los más preocupantes, un esguince lumbar, ya que una de las zonas más sensible y delicada del cuerpo es la espalda baja.
- Las personas deben tomar en cuenta que el trabajador de la basura es otro ser humano que necesita de la colaboración de todos para reducir los riesgos de contaminarse y enfermar, y deben dar un trato amable al recolector.
