El desafío de los gobiernos regionales es la solución de los problemas inmediatos de las personas, como el cambio climático, la inseguridad, el servicio de agua o el manejo de residuos por medio de una gobernanza multiactores, gestionada desde el terreno y con las demandas de la población.
Así se destacó en el panel “Gobiernos en acción–gestionar el hábitat”, en el marco de la Cumbre Internacional del Hábitat de América Latina y el Caribe 2023 (CIHALC) que se realiza en el Conjunto Santander de Artes Escénicas de la Universidad de Guadalajara, donde dos gobernadores regionales de Chile expusieron sus experiencias en sus territorios.
El Gobernador de la Región Metropolitana de Santiago, Claudio Benjamín Orrego Larraín, enfatizó el involucramiento de gobierno, sociedad civil y asesores de las 52 alcaldías de la región a su cargo, por medio de 26 mesas temáticas rumbo al Plan Santiago 2050.
“La práctica es primero; la consulta cotidiana para construir mesas compartidas para crear un proyecto de ciudad y de nación con pertenencia a micro localidades y con una visión de diagnóstico común de los problemas: cambio climático, fragmentación y visión de hacia dónde se quiere ir”, dijo de entrada.
La clave para Orrego Larraín es involucrar a la sociedad, e integrar sus demandas en el rumbo de la región. “El desafío es darle voz a las regiones, territorios y personas, sobre los problemas de las personas para que sus inquietudes se conviertan en la agenda”.
El problema en común de Chile, como de América Latina, es la desigualdad de las ciudades, para lo cual se requiere de la escucha para garantizar el derecho humano a la vida y a la seguridad en sus múltiples ramificaciones.
“Los gobiernos regionales están llamados a hacer, no a soñar”, reiteró Orrego Larraín.
El Gobernador Regional de los Lagos, Patricio Iván Vallespín López, a cargo de un territorio ubicado a más de mil kilómetros de la capital chilena, dijo que su trabajo requiere de una gobernanza más compleja, intersectorial y basada en la comunidad.
“El gobierno sin reflexión previa no nos puede llevar a ninguna parte, por lo cual es fundamental la coordinación intersectorial de la agenda de desarrollo que se construye desde cada comunidad con grandes lineamientos; el quehacer es desde la comunidad y que el gobierno federal se ponga al servicio de ella”, destacó.
Para Vallespín López la gobernanza debe de ser independiente de los lineamientos federales y más enfocada en el diagnóstico local, donde hay necesidades y se exigen soluciones.
“Sabemos que no hay que esperar que lo nacional diga qué, cómo y cuándo hacer; así no se avanza en los territorios, no se avanzan las propias posiciones; no hay que pedir permiso al gobierno federal”, recalcó.
Aunque parezca una posición combativa, destacó que un conflicto frontal los privaría de beneficios de lo nacional, por lo cual planteó proponer estrategias con un modelo de sostenibilidad para ambas partes.
“La clave es una negociación con propósito, no una negociación conflictiva”, aseveró.
La Vicepresidenta del CIHALC 2023, Cecilia Martínez Leal, quien moderó el panel, dijo que las gobernanzas de las dos regiones tienen en común construir desde la ciudadanía.
“La gobernanza es aquella en la que se escucha hasta el último ciudadano y encontrar cómo aterrizarlo”, destacó.