La democracia no puede ser posible sin la libertad de expresión; aunque hay países que están volcados hacia el socialismo radical y el comunismo que atentan contra ese derecho, afirmó este miércoles el escritor peruano Mario Vargas Llosa durante la inauguración del foro “Los desafíos de la libertad de expresión, hoy” realizado en el Paraninfo Enrique Díaz de León de la UdeG, y organizado por la Universidad de Guadalajara, la Fundación Internacional para la Libertad y UDGTV 44.
El narrador y Premio Nobel de Literatura señaló que la medida más segura para saber si un país es democrático es cuando permite a la prensa, a la radio y a los periódicos dar opiniones contrarias a las del gobierno, una definición que podría parecer muy generalizada, pero que es válida para los países de América Latina.
“¿Si hay libertad de expresión hay democracia? No es suficiente, por supuesto, para que funcione la democracia, pero si no hay este derecho, no hay democracia, eso es válido para todos los países del mundo. En América Latina hemos experimentado, por desgracia, a lo largo de nuestra historia, esa falta de democracia que significa fundamentalmente la libertad de expresión”, declaró.
El autor consideró que en la historia reciente hay países como Cuba, Venezuela, Nicaragua y ahora Perú que han abanderado “el socialismo del siglo 21 como la fórmula que nos arrancará del subdesarrollo”.
“Quienes profesan esta doctrina no parecen haberse dado cuenta de que esa doctrina ha desaparecido en el mundo».
«Pues ningún país es comunista a excepción de Corea del Norte. Algunos ejemplos los hemos visto en Cuba, Venezuela y Nicaragua, el fracaso fundamental del intento de crear países socialistas que trajeran igualdad, prosperidad a nuestros países”, indicó.
Consideró que quienes defienden la democracia deberían de movilizarse para generar un debate acerca de este tema, por lo que la realización de este foro “es extremadamente importante” para que los periodistas mexicanos abonen a esta discusión y expresen lo que piensan de la democracia, y si ésta sigue existiendo en su país.
Propuso que este foro se realice de manera permanente y de forma paralela a la Bienal de Novela Mario Vargas Llosa, que tiene como sede a la UdeG desde 2019, como parte de la Cátedra que lleva su nombre.
México no es una democracia de calidad
El Rector General de la Universidad de Guadalajara, Ricardo Villanueva Lomelí, consideró que en esta Casa de Estudio hay una obligación de discutir, expresar la opinión y escuchar la de los demás, por divergentes que sean, para contrastarlas, debatir y producir conocimiento.
Consideró que ni la democracia ni la libertad son categorías binarias, y que México no es un país con una democracia de calidad:
Es un país de libertades, pero no es igual para todos.
“La democracia supone una Constitución y un Estado de derecho, elecciones libres y confiables, un sistema de partidos, separación de poderes, autonomía de los niveles de gobierno y de las universidades públicas; una sociedad civil organizada, medios de comunicación que actúan bajo un marco jurídico que garantiza su independencia», dijo al respecto.
«Hasta aquí, parece que México tiene todo esto, pero una democracia de calidad supone, además, un óptimo nivel cultural y educativo, un sistema de impartición de justicia eficaz e imparcial, órganos autónomos blindados de la intromisión gubernamental, partidos que ejerzan el gobierno y la oposición desde una política con madurez, mecanismos mensurables de combate a la corrupción y un sistema de pesos y contrapesos políticos para la adecuada rendición de cuentas”, expresó.
Primera mesa de discusión
Durante la primera mesa de discusión del foro “Pensar el periodismo”, y moderada por el historiador Enrique Krauze, el ensayista y periodista Álvaro Vargas Llosa señaló que en una sociedad sana, quienes ejercen la libertad de expresión vigilan, fiscalizan y supervisan a todos los poderes, pero esto se ha invertido en muchos países de América Latina, pues es el Estado quien supervisa a quienes deberían estar ejerciendo la libertad de expresión.
El historiador y exdiplomático Jorge Castañeda señaló que la ofensiva del expresidente estadounidense Donald Trump impactó no sólo en la libertad de expresión en ese país, sino que permeó entre los mandatarios de muchos países, incluido México, en el que el presidente López Obrador tiene la costumbre de denostar a los medios de comunicación y a los periodistas durante sus conferencias de la mañana.
La periodista Ivabelle Arroyo dijo que no se puede hablar de libertad de expresión en el país cuando muchas veces el Estado es el actor mismo de la persecución, y cuando 165 periodistas mexicanos han sido asesinados en los últimos 20 años por el sólo hecho de hacer su trabajo en un ambiente en el que prevalece la impunidad.
El periodista Salvador Camarena declaró que los medios de comunicación y los periodistas no han sido críticos con los mensajes del presidente desde su conferencia mañanera, y han reproducido “febrilmente” la información sin sopesar antes de publicar lo que él dice y se convierten “en los mejores aliados del presidente, incluso cuando los desacredita”.
El crítico literario Christopher Domínguez Michel afirmó que hay una situación amenazante a la libertad de expresión en México, e incluso recuerda al régimen del presidente Gustavo Díaz Ordaz, “donde hay un deseo casi incontrolable del régimen a recurrir a la persecución judicial”.
El foro “Los desafíos de la libertad de expresión, hoy” contó con la participación de 15 periodistas, intelectuales y analistas de diversas corrientes de pensamiento que formaron parte de cuatro mesas de debate.