El Centro María Sibylla de Estudios Latinoamericanos Avanzados en Humanidades y Ciencias Sociales (CALAS), adscrito al Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH) de la UdeG, presentó la plataforma para el diálogo “Canción para todos: Culturas populares, subalternidades y decolonialidad en América Latina”, cuyo fin es discutir ideas y pensamientos de la experiencia latinoamericana en torno a lo popular.
La Directora de la Biblioteca Iberoamericana Octavio Paz, Carmen Villoro, dio la bienvenida a los invitados a la plataforma para poner en la mesa un tema vigente y controvertido.
“En esta plataforma van a hablar, pensar, discutir y, no sé si ponerse de acuerdo, pero sí compartir ideas y pensamientos sobre las culturas populares, que es un tema interesante e importante”, dijo.
La Directora del CALAS, Sarah Corona Berkin, resaltó la pertinencia de la mexicanidad como una visión cuestionable, pues dudó que sea la misma en los más de 120 millones de mexicanos.
En su conferencia inaugural “Las culturas populares en México: un entramado indígena”, Corona Berkin definió como entramadas y dramáticas las culturas indígenas.
“Entramado, porque se ligan los deseos del Estado para crear un país homogéneo a partir de la cultura indígena antigua y su producción contemporánea: y un enredo dramático por ser el escenario de los conflictos de una mexicanidad misteriosa”, explicó.
Corona Berkin coincidió con el antropólogo Roger Bartra sobre el uso simbólico de lo mexicano con las profundidades de lo antiguo.
“Exalta las imágenes del México profundo y las adopta como símbolos y así, a pesar de que los mexicanos somos mestizos y modernos, nuestro corazón es indio; por ello, exaltamos una civilización muda que es capaz de conmovernos sin pasar por nuestra inteligencia”, citó a Roger Bartra.
Para la investigadora, la etnia y la cultura popular puede ser una categoría histórica y económica porque los indígenas son el grupo social más pobre del país, de acuerdo con José Manuel Valenzuela.
“Puede ser una continuidad a la identidad con la que nació para diferenciarse de la tiranía del conquistador español, francés y estadounidense, y también puede ser un indicador más de la cultura de la pobreza y la marginación”, subrayó Corona Berkin.
Enfatizó que el discurso oficial de la mexicanidad se entiende desde las campañas políticas, como el caso de Yuawi López, el niño que hizo proselitismo para el partido Movimiento Ciudadano; desde la religión con las prácticas religiosas y a través de los museos, que no desde las instituciones que velan por los derechos humanos de los indígenas.
“Pareciera ser que se financia más la exhibición de lo popular indígena, como lo que ofrece estabilidad al Estado y no la voz de los pueblos o sus reclamos por discriminación”, apuntó.
Habló también de la incomprensión de la cultura indígena desde la clase política a través de los comentarios racistas de Lorenzo Córdova, Consejero Presidente del Instituto Nacional Electoral (INE), ante la llegada de una caravana indígena.
“Como parte del racismo expuesto, el presidente del órgano debe cuidar la democracia, la igualdad y la justicia; se le confunde el indígena mexicano con la tira cómica estadounidense producto de la cultura popular de los medios de comunicación”, resaltó.
Para Corona Berkin, aproximarnos a la interculturalidad sería un eufemismo si no se hace desde la horizontalidad. “Esto no es posible sin conocer al otro, sin el otro: hay que empezar a escucharlos por ellos mismos. Sabemos que no se sienten mestizos ni mexicanos, se sienten indígenas, porque al hablar de las culturas populares mexicanas, el indígena siempre nos alcanza a nosotros”, concluyó.
Del 22 al 24 de marzo, académicos de América Latina compartirán ideas y experiencias en la plataforma “Canción para todos: Culturas populares, subalternidades y decolonialidad en América Latina”, en las instalaciones de la Biblioteca Iberoamericana Octavio Paz.