El secuestro y el robo a mano armada son dos temas que toca Cash, ¿cuál es tu precio?, puesta en escena apegada a la obra de Luis Ayhllón, uno de los dramaturgos más importantes de México. La hilaridad con la que trata el tema es una de las principales características de la obra, que será presentada en el teatro Diana, bajo la dirección de Rafael Perrín, el jueves 8 de septiembre, con funciones a las 19:00 y 21:30 horas.
“El público se muere de la risa, a pesar de las situaciones tan cruentas que presenta Cash, pero al final hay un giro espectacular. La gente sale con un grado de culpabilidad absoluto por estarse riendo durante todo el montaje. Les ponemos una trampa a los espectadores, la cual muerden fácilmente, porque el mexicano siempre busca el sentido del humor, aunque sea ante las situaciones más críticas”, señala Rafael Perrín, quien ha llevado a escena obras como La dama de negro y Sálvese quien pueda.
El propósito es hacer reflexionar al espectador. El sentido del humor no le quita seriedad al tratamiento que se da a la violencia, al contrario, lo hace más crudo. “Uno de los objetivos de la obra es hacer a un lado las falsas y dobles morales, la hipocresía de la sociedad y darnos cuenta de que todos somos capaces de llegar a los límites más cruentos que uno puede imaginarse. La propuesta de Cash es plantear a cada uno de los espectadores qué haría si tuviera la oportunidad de tener en sus manos la vida de su secuestrador, una persona que lo amenazó, lo golpeó y mutiló”.
Al final los espectadores descubren que los buenos no son forzosamente los buenos, ya que son capaces de llegar a las más extremas venganzas. Uno de los fenómenos que ocurre durante la presentación es que el público empieza a ponerse de lado de los secuestradores. La obra lo lleva de la mano hasta un momento crudo, en el que realmente toma conciencia de lo que está viendo.
Ver Cash, ¿cuál es tu precio? “es una excelente oportunidad para echar una buena revisada a la lista de nuestros valores morales, viendo qué posición ocupan en nuestras vidas y familias, para tomar una decisión adecuada a tiempo, si lamentablemente los espectadores llegan a vivir una situación tan terrible como la que plantea la obra”.
La trama
La trama detalla cómo un asalto callejero se convierte en secuestro y deviene en autosecuestro. Meabe, Teo y Luis integran un grupo de delincuentes que trata de asaltar a Rafael y a Ezequiel. Los llevan a una bodega con la promesa de que les venderán una guitarra. Los criminales se enteran de que Ezequiel es hijo de una senadora, lo que hace más atractivo mantenerlo privado de su libertad para obtener dinero.
Más que contar este hecho, Cash “narra” lo que estos seres humanos callan, lo que les ocurre en el interior y los modifica. El autor lleva al espectador al territorio de la reflexión personal.
El elenco está conformado por Alberto Agnesi, Carlos de la Mota, Luis Fernando Peña, Alejandro ívila, Salvador Ibarra y Francisco Vázquez, quienes después de presentarse en el teatro Wilberto Cantón, de Ciudad de México, viajan a Guadalajara para deleitar al público tapatío con sus actuaciones. En el resto de la república es la primera vez que presentan la obra con la dirección de Rafael Perrín.
Uno de los retos que enfrentó Rafael Perrín fue encontrar el justo medio entre la risa que provoca el humor negro, sin perder la esencia de lo que se está contando, para lograr un desenlace sorpresivo, fuerte y conmovedor.
“La puesta en escena no deja duda respecto a las causas y consecuencias de la conducta deshumanizada de la sociedad, donde la perversión parece irreversible y el cambio más lejano que un milagro”, explica la producción.
Sobre el director
Rafael Perrín fue el director en el cual confiaron los actores que participan en la obra. Él aceptó gustoso la propuesta. Ellos se pusieron en contacto con el autor. Él les confío la obra para que la pudieran montar. Le compraron los derechos y posteriormente se abocaron a invitar a Rafael Perín. Para él ha sido un placer trabajar en la puesta en escena. “Estos actores tienen mucho éxito en sus vidas profesionales. Lo que me agrada de ellos es su humildad. Se arriesgan y se la juegan para actuar”.
Después de las dos presentaciones en Guadalajara, la obra regresará a Ciudad de México. Existen invitaciones para que la monten en Monterrey y León.