México cumple casi dos décadas de derechos humanos. Este tema surge de la Constitución de la República, como emergen, coincidentemente, en el mundo diversas corrientes afines, y esta tendencia se formaliza en el verano de 1989, en las instituciones públicas. En esos años se empieza a desarrollar la cultura de los derechos humanos.
La tendencia actual de la carrera de abogacía en nuestra casa de estudios sigue la orientación positivista, por lo que el rubro de los derechos humanos se configura como “un casillero más, y no se ve como un espacio que tiene que impregnar a todo el conjunto de las carreras”, asegura el maestro Víctor Mario Ramos Cortés, profesor investigador del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH), de la Universidad de Guadalajara.
Entrevistado en los pasillos del CUSCH, Ramos Cortés afirma que si bien el área de derechos humanos está en el currícula de la carrera de derecho, “requiere de una orientación grande, no solamente en cuanto a una materia se refiere, sino en cuanto a que el espíritu de los derechos humanos se encuentre inmerso en el conjunto de las carreras. A derecho le vendría muy bien una reorientación, no sólo para formar litigantes, sino para formar juristas y pensadores del derecho”.
El también miembro del Departamento de Investigaciones Jurídicas del CUSCH, dice que el área de derechos humanos, además de aplicarse en forma práctica en los litigios, fundamentalmente significa una orientación del conjunto de todas las actividades de los abogados, y quizás “este aspecto es el más ausente desde una perspectiva de los derechos humanos”.
“En el mundo, el tema de los derechos humanos ha avanzado significativamente desde muy diversos aspectos, pero el más notable es el del desarrollo del derecho internacional, y nuestro currícula en la Universidad de Guadalajara y la formación de nuestros abogados en el área del derecho internacional, está muy distante del debate internacional en esta materia”.
Para explicar en parte este desarraigo, el jurista asegura que en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL) se presentaron algunos de los más destacados exponentes de esta materia en el mundo. “Desgraciadamente no ha logrado impactar a la formación de los abogados”.
Derechos humanos en la academia
El titular de la División de Estudios Jurídicos, del CUCSH, de la Universidad de Guadalajara, maestro Arturo Zamora Jiménez, recuerda que en ese año fue creada la materia como categoría optativa, dentro de la carrera de abogacía, en la antigua Facultad de Derecho, que considera “los principios universales de los derechos humanos y reglas que rigen el ámbito jurídico de los derechos humanos en México, y los tratados internacionales y los procedimientos en esta materia”.
Zamora Jiménez abunda que esta asignatura todavía es impartida en la carrera de abogado como optativa. “Los alumnos determinan si la llevan o no”.
El directivo anticipa cuál es el presente y futuro académico dentro del ámbito de nuestro currícula, lo que ofrece la carrera de derecho, y explica que en el plan 24, que se encuentra en vigor, esta clase es optativa, pero se recomienda a todos los alumnos que puedan asistir inscribirse en la misma, así como en la de derecho constitucional y la de garantías individuales.
Argumenta Zamora Jiménez que las materias de garantías constitucionales e individuales son la esencia de los derechos humanos, “temas enlazados a una realidad social, que desde el punto de vista jurídico individual no se perciben y cuyo espectro es muy amplio”.
El jurista y notario público dice que para estar a la par de las grandes tendencias internacionales, cuyo auge se transmite en la creación de instancias internacionales de impartición de justicia con visión de derechos humanos, la dirección a su cargo fomenta la asistencia a cursos y especializaciones en este tema.
“Este tipo de cursos los promovemos de forma aleatoria y alternativa, con el objetivo de que los alumnos puedan, en un momento dado, enamorarse del tema y se conviertan en garantes de los derechos humanos o buenos abogados de esa especialización, y tomen definitivamente esta área, porque se sigue descubriendo que falta mucho que hacer en este tema”.
El abogado Zamora Jiménez insiste en que aunque la materia es opcional, el abogado que está egresando de nuestras aulas de derecho es un perfil consciente y capacitado en esta tendencia. “Al menos puedo certificar que todos los grupos que se ofrecen en derechos humanos, se llenan, porque sí hay bastante interés de nuestros alumnos y de los maestros en este tema”.