Los niños y las niñas deben de adaptarse a reglas de sus cuidadores, ya sea de la guardería, abuelos e incluso si los padres están separados. A esto, hay que sumar las interacciones con los programas streaming y los videjuegos
La crianza de los hijos enfrenta diversos retos derivado de causas como son los tipos de familia, edades, además de que las guarderías y los abuelos asumen también parte de esta responsabilidad.
La doctora en psicología y docente del Departamento de Clínicas de la Salud Mental, del Centro Universitario de Ciencias de la Salud (CUCS), Laura Oliveros Chávez, explicó que no son lo mismos retos que puede enfrentar una familia donde están los dos progenitores viviendo con sus hijos pequeños en etapa de preescolar o primaria a una con adolescentes o las de padres separados.
“Otra de las condiciones es que ahorita existen muchas familias reconstituidas en donde los padres están separados y los hijos tienen que lidiar con las crianzas o las diferencias de estilo de crianza de cada uno de los progenitores”.
Indicó que también existe el reto de los padres trabajadores que dentro de esta interacción pueden convivir poco tiempo con los hijos y no es lo mismo un padre o madre que esté a su cuidado a que sean los abuelos o una guardería.
“Hay casos donde los niños solo llegan a dormir con los padres y si hablamos de familias con hijos adolescentes ya tenemos otros momentos, interacciones, donde los programas de streaming o los videojuegos serían los principales retos que enfrentan en la vida cotidiana, así como el acceso que pueden tener a diferentes sustancias”.
La especialista señaló que se debe entender que hay diferentes estilos de crianza. “En cada uno de los espacios hay diferentes reglas y formas de trato. El niño tiene que hacer esa adaptación al tipo de crianza de cada quien, desde los horarios, la forma en que se habla y hasta el tipo de alimentación”.
La especialista apuntó que el reto se vuelve distinto los fines de semana porque es generalmente el tiempo que pasan con los progenitores, donde el menor tiene que aceptar ciertas reglas y en caso de los padres separados adaptarse a las reglas de cada uno.
“Los niños son muy adaptables, sin embargo, esta discontinuidad genera incluso la disputa de a quién va a querer más o con quién se lleva mejor, es lo que afecta, pueden existir algunas lealtades que no son muy consientes respecto a alguno de los progenitores donde con quien me llevo mejor voy a respetar las reglas”.
De acuerdo a su experiencia, la académica comentó que en ocasiones los abuelos son los que juegan el papel más importante en la crianza de los hijos y llegan a fungir como cuidadores más aptos para educar y cuidar que los propios progenitores.
“En los abuelos también recaen estas responsabilidades, cuando ellos atraviesan otro proceso muy complejo respecto a que ya han terminado la educación y crianza de sus propios hijos y pareciera como si tuvieran que empezar de cero, con otras características incluso con otras reglas”.
Otro de los errores en esta materia es que en muchas ocasiones se les deja esta responsabilidad a los medios electrónicos porque los padres ni siquiera saben de las categorías de videojuegos, de que tratan, hay niños que al estar viendo videos en internet se encuentran con contenido que no es adecuado para ellos.
Señaló que todos estos escenarios generan en los niños inseguridad, en el sentido de a quién pueden recurrir para pedir ayuda, ya que no es lo mismo cuando hay una fuente de seguridad, una persona que brinda ese espacio para hablar o decir algunas cosas o expresar dudas, a que tengan que buscarlo como puedan.
“También hay un conflicto de qué sí puedo hablar o no en algún contexto, no sólo con mamá o papá, sino con los mismos familiares empiezan a generar lealtades y conflictos. Además, el estar mucho tiempo en medios electrónicos puede generar alteración en el autoconcepto respecto de qué es lo que se espera de las personas. Ahora con la influencia de Youtubers los niños quieren ser eso y se preguntan qué tienen que hacer para pertenecer a ese grupo y ser reconocido, incluso generar ingresos”.
Entre las recomendaciones destacó que lo primero que se debe hacer es revisar las reglas que se quieren establecer y ponerse de acuerdo para la crianza de los hijos, aunque no es una tarea sencilla porque cada una de las etapas requiere una adecuación de esas reglas, ya que no se le puede pedir las mismas obligaciones a un niño pequeño que a un adolescente o adulto.
“Estar en constante supervisión es sumamente importante y a veces se deja de lado por falta de tiempo y se delegan responsabilidades a medios electrónicos o personas. Además existen asesorías, acompañamientos para un mejor desarrollo de la crianza y también podría ser una herramienta.