Educación contra un país obeso

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A 10 años de su creación, el Instituto de Investigaciones en Comportamiento Alimentario y Nutrición (IICAN), del Centro Universitario de Sur (CUSur), se ha convertido en un referente latinoamericano gracias a su calidad en la formación de recursos humanos, la generación de conocimiento y su trabajo de vinculación en beneficio de la comunidad.

Su director, Antonio Espinoza López, señaló que ha sido agente de cambio y discusión dentro de las políticas públicas nutricionales y alimentarias en el país, al procurar la educación para estimular un cambio alimentario.

“Las políticas nacionales solamente se quieren identificar con hacer ejercicio y tener una dieta saludable, pero si la gente no es educada, no hará ni ejercicio ni tendrá una dieta saludable. Nuestro país reclama la necesidad de tener una educación nutricional, con una característica multidisciplinaria, que le permita poder salir del hoyo en que se ha metido al estar en el número uno de obesidad a nivel mundial”, declaró.

Explicó que, aunque cambien el etiquetado de los alimentos o instalen los mejores gimnasios, este cambio no se va a lograr si la gente no modifica su perspectiva educativa, por lo que este país seguirá siendo obeso.

En materia de los posgrados que ofrece el instituto, Espinoza López dijo que el balance es positivo, ya que tanto la maestría como el doctorado en Ciencias del Comportamiento con Orientación en Alimentación y Nutrición, se encuentran inscritos en el Programa Nacional de Posgrados de Calidad del Conacyt.

“La maestría es la primera que logra su consolidación en el programa, y con el doctorado, de reciente creación, en unos meses vamos a evaluación y esperemos que podamos avanzar. 90 por ciento de los egresados del doctorado están ingresando en el Sistema Nacional de Investigadores (SNI)”, informó.

En estos diez años han producido ocho libros, publicado 150 artículos científicos en revistas indexadas de circulación nacional e internacional, así como tres modelos teóricos, un paso importante para el establecimiento de las bases de lo que es el comportamiento alimentario.

“Hemos logrado obtener el Premio en Investigación Nutrición 2014, que entrega el Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán. Nuestros alumnos han tenido una gran cantidad de premios, han logrado 10 primeros lugares, 20 segundos lugares y ocho de tercer lugar en diferentes congresos y reuniones científicas”, desglosó.

Espinoza López precisó que, gracias al esfuerzo que realizan, se obtuvo el apoyo para la construcción de un edificio con el más alto nivel de tecnología, que esperan quede concluido a finales de año y que albergará 12 laboratorios de alta tecnología, donde se apoyará a la formación de los futuros investigadores en esta área del conocimiento.

En cuanto a los retos, dijo que son muy específicos: el primero es insistir, sobrevivir y no rendirse en señalar a la sociedad que requiere de la Universidad y de un sistema educativo que cambie la conducta a través de un proceso de aprendizaje.

“El segundo punto, la producción científica. Nos hemos puesto como meta alcanzar a producir una mayor cantidad de conocimientos mediante la publicación de artículos científicos en el ámbito internacional; lo estamos logrando y nos estamos convirtiendo en un centro de producción de conocimiento”, precisó.

El tercer reto, indicó, es establecer los vínculos necesarios con la sociedad, para que todo el conocimiento que están generando tenga un impacto en la modificación y salud de las personas.

“Tenemos algunos programas específicos, estamos empezando a insertarnos en las escuelas, en los asilos, con un programa con el que hacemos que los ancianos obtengan más masa muscular. Todo lo que hacemos tiene que ver con el cambio y la modificación de la conducta para tener una mejor alimentación y condición de vida”, subrayó.

Aunado a esto, tienen diversos convenios; uno con la Agencia Espacial Europea y una red internacional de investigación en comportamiento alimentario y nutrición, que cuando inició estaba formada por tres países y ahora integra a centros e institutos de Italia, Francia, España, Inglaterra, Argentina, Chile, Colombia, Cuba y, por supuesto, México.

“Queremos que estos programas tengan un impacto regional, nacional e internacional”, concluyó.

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