La educación es un derecho universal que promueve las bases de una sociedad justa, inclusiva y con equidad, sin embargo, de acuerdo con los datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), casi 258 millones de niños, adolescentes y jóvenes estuvieron sin escolarizar en 2018, lo cual representó una sexta parte de la población mundial en edad de estudiar (población entre 6 y 17 años) y advierte que en una década el avance ha sido mínimo en este ámbito y que de continuar con esta tendencia más de 12 millones de niños no conocerán un aula escolar.
Aunado a esta situación, se hace hincapié en que se ha reducido la pobreza a nivel mundial, aunque se han agudizado otros aspectos, como el aumento de la desigualdad, el clima de violencia, la inseguridad, el poco respeto hacia el medio ambiente y hábitos que han propiciado la existencia de una sociedad consumista y con múltiples problemas de salud como la obesidad, diabetes, entre otros, elementos que deben ser abordados desde el ámbito educativo en la búsqueda del beneficio social.
Además, se destaca la democratización del acceso a la educación a través del avance tecnológico que permiten las conexiones a internet, el uso de las tecnologías móviles y otros medios digitales, y se consideran las distintas vías de aprendizaje, no solamente el que se adquiere mediante una institución educativa, sino a través de la lectura de un libro, la visita a un museo o cuando vemos un documental, que son ejemplos de cómo adquirir conocimientos sin la estructura de un programa.
De aquí que la UNESCO considera al conocimiento y la educación como un bien común:
“esto significa que la generación de conocimiento, el control, su adquisición, validación y utilización son comunes a todos los pueblos, como empresa social colectiva”.
Asimismo se reconoce que es la educación la que brinda la oportunidad de reconciliar todos los espacios de aprendizaje, así como nuevas formas de experimentación e innovación.
En el caso de México, más de 4 millones de niños, niñas y adolescentes no asisten a la escuela, mientras que 600 mil más están en riesgo de dejarla por diversos factores como la falta de recursos, la lejanía de las escuelas y la violencia. Además, los niños y niñas que sí van a la escuela tienen un aprovechamiento bajo de los contenidos impartidos en la educación básica obligatoria, según información reportada por UNICEF con datos de la Secretaría de Educación Pública (SEP) 2017. (https://www.planeacion.sep.gob.mx/Doc/estadistica_e_indicadores/principales_cifras/principales_cifras_2018_2019_bolsillo.pdf)
Por otra parte, el tránsito de los niños y jóvenes en la educación formal aún dista de alcanzar la cobertura total. En el nivel básico (preescolar, primaria y secundaria) para el ciclo 2018-2019, la SEP registra una cobertura del 96.4%, mientras que en educación media es del 84.2% y en educación superior es del 39.7%, estas dos últimas considerando la modalidad escolarizada y no escolarizada.
Esto se agudiza cuando se observa el comportamiento de los datos en las regiones, donde prevalece la desigualdad de la educación; mientras que en 24 estados se tiene la cobertura total en el nivel de primaria, en ocho estados aún no se ha alcanzado esta meta.
En el nivel secundaria, solamente tres estados han alcanzado la cobertura total y el resto está por debajo del 100% del indicador.
Más grave es aún en el nivel medio superior y superior; en el primero, solamente la Ciudad de México cuenta con el 100% de la cobertura en dicho nivel y Michoacán es el estado con la tasa más baja: 67.5%. En el caso de la educación superior, la tasa de cobertura más baja la tuvo Chiapas con el 23%.
Estas asimetrías reflejan un país polarizado en su crecimiento, que necesita construir una estrategia educativa con oportunidad de acceso para aquellos que están en edad de estudiar, que además es un derecho y una opción para aspirar a una vida digna.
En el Día internacional de la educación, reflexionar sobre la construcción del aprendizaje de manera colectiva, humana y social es una manera de contribuir desde cualquier espacio donde nos encontremos para el beneficio de una sociedad más igualitaria y justa.
*Ruth Padilla Muñoz, Rectora del Centro Universitario de Ciencias Exactas e Ingenierías.
