La obra de Elías Nandino está conectada con su ser homosexual. Sus reflexiones, sentimientos y pasiones están relacionados con ello. Los conflictos que le generaba se reflejan en su poesía, en la que utiliza las expresiones amor secreto, dolor, noche, ausencia, imposibilidad del amor, pecado. Habla también del amor que no es como los otros. En cierta ocasión él expresó: “Nadie sabe la vida tan tremenda que tiene que vivir un homosexual”.
Él tenía la idea de que la homosexualidad era una relación entre iguales, basada en la masculinidad. Sentía rechazo a figuras como las de Salvador Novo. Despreciaba el concepto de homosexualidad del afeminamiento y lo travesti. En algunas entrevistas llegó a mencionar que Novo le causaba cierta vergí¼enza, porque usaba grandes anillos y pelucas, afirma Gerardo Bustamante Bermúdez, investigador de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México. Él abrió como ponente el Ciclo de charlas sobre literatura y diversidad sexual, con el tema “El discurso homoerótico en la poesía de Elías Nandino”.
Por desgracia –afirmó– la crítica literaria ha olvidado la obra homoerótica de Elías Nandino. Los pocos textos escritos al respecto no hacen referencia a esto. Ya empiezan a hacer menciones, pero la crítica, sobre todo en los años sesenta, setenta, ochenta y noventa, había tenido reservas en analizar temas como el homoerotismo.
La autobiografía Juntando mis pasos, de Elías Nandino, tampoco ha dado la pauta para que la crítica se acerque a su poesía. “La revisión que yo he realizado habla de temas como la muerte, la noche, la meditación, entre otros”.
En 1988, el periodista Enrique Aguilar publica Elías Nandino: una vida no/velada sin autorización del poeta. Como un acto de autodefensa, Nandino escribió Juntando mis pasos, publicada de manera póstuma en 2000.
En Fragmentos de memoria, erotismo y escritura en “Juntando mis pasos”, de Elías Nandino, el académico de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México sostiene que el texto de este poeta está emparentado con La estatua de sal, de Salvador Novo, ya que son de corte autobiográfico y escritos por autores homosexuales. En estas obras hablan de sus deseos, experiencias, realizaciones homoeróticas, además de trazar una línea del ambiente cultural e histórico del siglo XX mexicano. En el caso de Nandino desde la revolución vivida en la infancia hasta los años ochenta.
Amores velados
Elías Nandino habló del amor entre hombres de manera velada. Fue hasta en 1983, cuando publicó su libro Erotismo al rojo blanco, producto de un tema que es tabú todavía: la impotencia sexual. El poeta materializa en poesía sus deseos frustrados en composiciones líricas breves, en una sección llamada picardías o alburemas, en la que hace juegos en doble sentido.
Dentro de la literatura mexicana, la obra de Elías Nandino, junto con la de Salvador Novo, Xavier Villaurrutia y Carlos Pellicer, es el parteaguas para que después surjan otras voces más libres y en cuyas obras el sujeto homosexual aparece más dignificado. Estos escritores con el amor secreto entre hombres abren un tema que no estaba explorado dentro de la poesía mexicana. Después, poetas como Juan Carlos Bautista, autor de El cantar del Marrakech, trata el tema homoerótico.
Entre Elías Nandino y autores más recientes que tratan el tema del homoerotismo hay diferencias. Por ejemplo, Juan Carlos Bautista plantea la idea de la fiesta, el carnaval y lo travesti; Abigael Bohórquez (1936-1995), trata sobre la vida gay, el sida y la muerte. Es autor de Poesida, un poemario desolador publicado de manera póstuma en 1996.
Elías Nandino nació en Cocula, Jalisco, en 1900 y murió en 1993. Entre los títulos más relevantes del fecundo poeta se encuentran Color de ausencia (1932), Eco (1934), Río de sombra (1935), Suicidio lento (1937), Poemas de árboles (1938) y Nuevos sonetos (1939).
Este poeta estuvo en contacto con los Contemporáneos, un grupo de escritores mexicanos que se opuso al nacionalismo tras el triunfo de la Revolución mexicana. Ellos defendían la libertad de expresión y el rigor en la forma poética.
Carlos Pellicer, Bernardo Ortiz de Montellano, Enrique González Rojo, José Gorostiza, Jaime Torres Bodet, Xavier Villaurrutia, Jorge Cuesta, Salvador Novo y Gilberto Owen eran parte del grupo.
En el Ciclo de charlas sobre literatura y diversidad sexual también participarán Guadalupe López García, fundadora del Colectivo Patlatonalli y la escritora Elizabeth Noriega con el tema “La importancia de abordar la diversidad sexual en la literatura infantil y juvenil”, el 5 de julio, además del editor y escritor Sergio Téllez Pon y la académica y escritora Elizabeth Vivero, con el tema “¿Existe una literatura de diversidad sexual?”, el 19 de julio. La cita es en Casa Julio Cortázar, a las 20:00 horas.