La enseñanza de las artes de manera virtual durante la pandemia trajo como ventaja la posibilidad de aprender de artistas, investigadores, curadores o personas que se dedican a la industria artística en otras latitudes a los que antes era difícil tener acceso, afirmó Aldo Carbajal Rodríguez, académico del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades.

“En el pasado solo se pensaba esas participaciones invirtiendo en viáticos, pagando el traslado de estos personajes, ahora no, es solo buscarles, que dispongan de tiempo para hacer una videoconferencia o una videollamada, la mayoría de estos personajes sí están dispuestos a hacerlo y están muy interesados en dialogar con los artistas en formación”, indicó.

Carbajal Rodríguez es co-coordinador junto con el también académico del CUCSH, maestro Hermann Osmar Amaya Velasco, del libro “El abulón enlatado o el arte confinado. Educación de las artes en tiempos de pandemia», que reúne artículos y trabajos de investigación de seis  especialistas que abordan las dificultades y retos de la enseñanza de las disciplinas artísticas durante la crisis sanitaria por Covid-19.

En el libro son abordados temas como los retos de trasladar la enseñanza de la música a contextos digitales, la formación en las artes bajo las condiciones tecnológicas y científicas del siglo XXI, el sentido de corporalidad y sus alcances en la dinámica pedagógica de las plataformas digitales, la virtualización de la educación y objetos de aprendizaje para la enseñanza de las artes y la educación transmedia en la virtualidad.

Carbajal Rodríguez señaló que las y los profesores de arte enfrentaron muchas dificultades para enseñar sus materias durante ese periodo porque algunos no manejaban las nuevas tecnologías, porque hacerlo desde la virtualidad acotaba lo que tuviera que ver con la corporalidad, entre otros factores.

“Más allá del dominio técnico de las plataformas y del internet, había otros problemas y cada uno se presentaba dependiendo de las disciplinas, por ejemplo, algunos maestros de pintura tenían el problema de cómo guiar o dirigir hacia ciertas partes de la composición o el manejo del cuadro, del color u otros elementos, en danza los problemas eran guiar a la ejecutante o cómo llevar una coreografía dado que no estaban presentes”, explicó.

A pesar de eso, la pandemia dejó claro la importancia de la educación formal en las artes, sin importar cómo fuese la manera de enseñar a distancia.

“La educación en las artes no tiene una fórmula y presenta más bien muchos problemas, de entrada, algunos artistas creen que no se pueden enseñar las artes, otros no confían en absoluto en la educación formal y apuestan por una especie de talento innato si como se pensaba en el pasado, nosotros confiamos en la educación como un proceso de formación imprescindible para la creación artística”, expresó.

El libro puede ser adquirido en la Editorial Universitaria o puede ser consultado en el siguiente enlace https://bit.ly/3h6Bf6t