Lo que pudo haber sido una noche común de domingo, terminó por convertirse en una velada intensa y memorable, por la presencia del dúo francés Daft Punk, que ofreció un concierto el pasado 4 de noviembre, en el escenario del Auditorio Telmex. Más de ocho mil personas pudieron disfrutar de un espectáculo que se distinguió por ofrecer house de excelente manufactura, y en el que se combinó acertadamente un impresionante juego de luces.
A las 20:17 las luces desaparecieron. El público comenzó a gritar. Algunos despistados corrían hacia sus lugares y se escuchaban aplausos y chiflidos. Una serie de incesantes luces se derramaban sobre Homem Christo y Bangalter, quienes hacían acto de presencia ataviados con sus característicos cascos de robot y se mantenían dentro de una estructura en forma de pirámide. A los lados, dos páneles con triángulos se iluminaban. El primer tema fue “Robot rock”. La respuesta del público fue inmediata: mucho movimiento y baile fueron provocados por el sampelo de rifss y voces de robot procesadas. Detrás, una gran pantalla anunciaba las palabras “fuck”, “name”, “leave”, “start”.
En el tema “Television rules the nation”, la coordinación entre la música y las imágenes fue perfecta. Conforme transcurría el concierto, se fueron descubriendo diversos juegos de luz dentro de la escenografía. Al mismo tiempo, las atmósferas creadas por la música resultaron ser todo un detonante. Daft Punk empleó atinadamente sus mezclas, basándose en la utilización de destiempos y aplicando incesantes beats que hicieron que el baile no se detuviera en ningún momento.
Entre los temas más ovacionados estuvieron el ya clásico “Around the world”, “Da funk” y “One more time”. El dúo realizó sólo un encore que logró un clímax total, al dibujarse sus trajes con una luz color naranja que realmente los hacía lucir como robots. Cerca de hora y media fue la duración del concierto. Al salir se escuchaban voces profundamente emocionadas que decían “ojalá que vuelvan”.[