La comedia musical National pastime, una obra que ha conquistado y hecho regresar al público tapatío al teatro, vuelve en su segunda temporada al escenario del Teatro Vivian Blumenthal de la Universidad de Guadalajara durante dos semanas. Bajo la dirección de Mauricio Cedeño, la obra buscará atraer nuevamente a espectadores de todas las edades.
La puesta en escena de los actores Víctor Aceves, Vanessa Arroyo, Giselle Restelli, Blanca Montoya, Joaquín Romero, Agni González, Franz Bomthanley, Alejandra Moreno, Enrique Valdés Arce, Luisa Cortés y Mafer Santes es la historia que, de acuerdo con Víctor Aceves —quien interpreta a Barry—, “habla de una depresión económica en Iowa en los años treinta, en dónde la recesión económica le pega a todo mundo y que de una manera regresa a los trueques, y se tiene un laberinto sin salida, se aborda una situación en la que todos debemos salir adelante para salvarnos y subsistir”.
Escrita por Tony Sportiello y con música de Albert Tapper, National Pastime utiliza el beisbol como pretexto para transmitir al público tapatío un humor que confronta.
Con arreglos musicales de Eliud Ernandes, director musical, y un equipo conformado por Ramón Aceves, titular de la Orquesta Filarmónica de Jalisco, en la batería; Daniel López alternando con Ernesto Mercado en la guitarra; Jorge Aviña en el piano, el público podrá disfrutar de una producción de calidad con una historia con humor inocente y a la vez profundo para reflexionar.
El trabajo de casi tres años ha rendido frutos en la Muestra Estatal de Teatro (MET) 2017, donde fue reconocido como mejor dirección y producción para Mauricio Cedeño y mejor actriz Giselle Restelli.
“Es un proyecto bien hecho, con una dirección impecable, con un equipo creativo muy experimentado que es una garantía, calidad en todos los sentidos”, comentó la actriz Vanessa Arroyo. “La historia atrapa porque es diferente, fue creada para público de otro país y la adaptación es maravillosa, rompe con lo que estamos acostumbrados a ver en México”.
“Está hecho con mucha calidad y profesionalismo, pero nunca esperamos que fuera a ser tan bien recibido por el público”, agregó Cedeño.
El equipo, que se define como uno que pone el corazón en lo que hace y es profesional con proyectos en los que se cree, busca hacer bailar, cantar, llorar, reír a su público a través de una producción de talla internacional en la ciudad.
“Todos los personajes son buenos, nobles, inocentes, por eso es familiar. Teníamos miedo que la obra no enganchara, pero es una obra visualmente espectacular. Nos llevamos muy bien, tenemos mucha energía y buena vibra y se transmite en cada función”, comentó Giselle Restelli.
Con dos horas quince minutos de reír de principio a fin, National pastime buscará conquistar de nueva cuenta al público, para pensar en una tercera temporada, con posibilidades próximas de salir de México.