El Día de Muertos de Josué Pérez

En su primera novela, el estudiante de la Preparatoria 5 aborda las leyendas que giran en torno a esta fiesta tradicional, tejiendo una historia impregnada de misterio y horror sobrenatural

1992

Josué Avisaith Pérez Gurrola sintió la necesidad de escribir desde temprana edad. Antes de salir de la secundaria ya tenía la base de la historia que se publicó en su primer libro, una novela negra titulada Día de Muertos, que fue presentada por el novel autor en la pasada edición de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL).

El ahora estudiante de la Preparatoria 5 de la Universidad de Guadalajara, que cursa su último semestre, ya trabaja en su segunda historia, mientras que se perfila para hacer trámites al nivel superior en la máxima Casa de Estudio de Jalisco para cursar la Licenciatura en Letras Hispánicas, que se oferta en el Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH).

Sobre Día de Muertos, Pérez Gurrola comentó que es una novela negra, de esas historias en las que el lector va desvelando un misterio: “La trama se enriquece de acuerdo con lo que vemos con esta tradición, de lo bonito, lo familiar, la memoria, etcétera. Lo que hago es plantear la cuestión de qué pasa cuando quien nos visita no es un familiar. ¿Qué pasa si este ente no fuera siquiera humano?”.

La novela expone al 2 de noviembre no sólo como una efeméride cultural y folclórica sino también la muestra como una fecha oscura. “Es literalmente cuando las personas arman altares en dedicatoria de un espíritu y esa práctica desde el enfoque de novela negra tiene mucho material, de cosas que pueden salir mal y plantear un escenario adverso, que es algo que aprovecho para mi historia”, afirmó Josué.

La trama de Día de Muertos aborda la historia de dos amigos, Marcos y Ángel, que son estudiantes de primaria. En un periódico ven una noticia de que sucedieron unos asesinatos un 2 de noviembre anterior, cerca de su casa. Algunas de las pertenencias de las víctimas no pasaron por el ministerio público y se llevaron a una casa de empeño. Marcos y Ángel compran algunas de ellas y a partir de ahí la situación se vuelve intensa.

Josué Pérez señaló que en cierto sentido hay influencia de las leyendas mexicanas, de la tradición del Día de muertos y hasta un poco de Halloween: “Estuve investigando y podríamos concluir que el Día de muertos comparte ciertas raíces con el Halloween por estas tradiciones celtas de Europa. Yo creo que básicamente mi historia se centra en las leyendas”.

Sobre su segundo libro en proceso, añadió que es una narración diferente donde se deja de lado el misterio y desde el inicio se sabe quién es el asesino; el planteamiento se aleja de lo sobrenatural para explorar un horror más psicológico. “Aquí va más de un asesino en una escuela de paga que está en quiebra y en una zona desierta y en desuso del campus, es donde se esconde esta persona que tiene unos ojos rojos fulminantes que se sienten como una puñalada. Esperemos que se publique este año”, finalizó.

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