La historia de Guadalajara no puede ser contada sin incluir al Estadio Jalisco, este espacio que recientemente celebró seis décadas de vida y que ha sido testigo de historias llenas de pasión, fanatismo, fe, alegrías y hasta tristezas.
Vaga en mi memoria el recuerdo de cuando lo conocí, apenas entendía lo que sucedía, era 1979: el Papa Juan Pablo II visitó la ciudad y daba un mensaje que no escuché —por mi corta edad mi atención se centraba sólo en los banderines amarillos y blancos que ondeaban en las tribunas y las voces que vitoreaban a un hombre siempre sonriente.
Pero, quizás los recuerdos más marcados se viven entre quienes disfrutamos del espectáculo del futbol: cómo olvidar que ha sido dos veces mundialistas, en 1970 y en 1986, y que fue gracias a la Copa del Mundo que los tapatíos adoptamos a Brasil como nuestro equipo a falta de la selección nacional.
Cuando uno entra en la casa del Atlas, los Leones Negros y el Club Oro y hasta hace algunos años del Guadalajara y las hazañas del “Campeonísimo”, todo se olvida: el trabajo, las preocupaciones, el estrés, todo se concentra en gritar y apoyar al equipo de tus amores; son momentos mágicos.
En la memoria siguen vigentes los campeonatos de las Chivas en la temporada 86-87, el campeonato ante Toros Neza en el Torneo de Verano 97, el subcampeonato ante Necaxa en el Invierno 98, el juego de ida de la final del Apertura 2006.
Cómo olvidar la historia del Atlas, con la final del Torneo de Verano en el 99 y la Copa Confederaciones, celebrada ese mismo año, cuando albergó los partidos de Brasil, Estados Unidos, Alemania y Nueva Zelanda.
En tiempos más recientes fue testigo del ascenso de los Leones Negros de la Universidad de Guadalajara, en 2014, y lucía radiante ante miles de aficionados que no dejaron un solo lugar libre. Un año después la historia daría un giro inesperado y el equipo universitario volvería al circuito de plata.
Otros de los episodios que no se pueden olvidar son los relacionados al espectáculo. En 1981 Earth, Wind and Fire se presentaba en el Estadio Jalisco, convirtiéndolos en uno de los precursores de grandes conciertos en nuestra ciudad, y allí posteriormente se presentaron Rod Stewart, Juan Gabriel, Vicente y Alejandro Fernández.
Mención aparte merece la agrupación Guns N’Roses, que en 1993 ofreció un concierto que hizo vibrar a los tapatíos con el Skins and Bones Tour y la historia se repitió el 18 de octubre pasado, cuando la banda comandada por Axl Rose y Slash ofreció un concierto histórico a los miles de fanáticos que abarrotaron el lugar.
Han sido muchas las historias vividas desde la primera visita al Estadio Jalisco hasta ahora, al principio fue como una aficionada más al futbol, disfrutaba el ambiente familiar para asistir a los juegos sin preocupaciones, hoy la historia en ese sentido lamentablemente ha cambiado. Hoy además de aficionada disfruto del futbol también desde el periodismo y algo que se conserva hasta la fecha es la emoción de pisar el terreno de juego, no importa cuántas veces haya sucedido, siempre es esa misma hermosa sensación, esa misma que quizás sienta un niño al patear su primer balón, al ver a su ídolo o el campeonato de su equipo.
La historia del Estadio Jalisco aún tiene muchos capítulos por escribir, esperemos que sean llenos de pasión, de alegría, de momentos inolvidables y ser por mucho tiempo testigo de ellos.