Muñecos, viejos receptores de radio, cascarones de televisores de bulbos, relojes antiguos, sillas, sombreros y sombrillas, son algunos de los objetos que forman parte del colorido y provocador mundo de Francisco Barreda, uno de los máximos exponentes en México del arte-objeto, y cuya obra será presentada en la exposición Juguetes Rabiosos, en el Museo de Arte Raúl Anguiano.
“A partir del próximo jueves 6 de febrero, la ciudad de Guadalajara tendrá la oportunidad de conocer el trabajo de Francisco Barreda, uno de los artistas más representativos de la vida cultural jalisciense, a quien le reconocemos su carácter generoso y modesto”, explicó Verónica López García, curadora de la exposición.
“Ésta es un acto de justicia”, continúa la también conductora del programa cultural Polifónica, de Radio Universidad de Guadalajara, “y también el hecho de que la ciudadanía jalisciense y el pueblo tapatío se acerquen al trabajo de uno de los gestores y promotores culturales más importantes que ha tenido Guadalajara desde la segunda mitad del siglo XX al momento”.
El espíritu de Barreda y de su trabajo es muy transparente, es lúdico y jocoso. Sus piezas son provocadoras, con alusiones más o menos directas a la sexualidad e incluso a la genitalidad, pero desde un humor inteligente que consigue darle la vuelta al sentido directo de lo sexual y los elementos que lo conforman: pedazos de cabezas, juguetes, brazos o pelvis de muñecos.
Se trata de una muestra representativa formada por 54 piezas, entre fotografías y arte–objeto. La particularidad del trabajo de Francisco Barreda es que ensambla desde su construcción estética objetos que durante años iba obteniendo, adquiriendo y almacenando de sus visitas a los mercados, al Tianguis del Baratillo o al Trocadero.
“Un gran conocedor de Guadalajara y sus barrios. Muchos de los que lean esta entrevista seguramente lo recordarán paseando en bicicleta con su sombrero, de un sitio a otro, recolectando todo tipo de objetos que él iba convirtiendo en otra cosa”, explica López García.
“Esa es la riqueza del trabajo de Francisco Barreda, que ha sido capaz de darle un sentido distinto a lo que otrora cumplió una función decorativa o lúdica, como sus propias piezas. De ahí el nombre de la exhibición, Juguetes Rabiosos”.
La muestra es una provocación en diversos sentidos: a la imaginación, a la moral y a la posibilidad comunicativa que tienen los objetos que nos rodean en nuestra casa, dormitorio o oficinas.
“Es una invitación que resulta imperdible para quienes tengan esa información y se den una vuelta al MURA”, invitó Verónica López.
Añadió que esta es una excelente oportunidad para acercarse al mundo de Barreda, pero también a este tipo de expresiones artísticas.
“El arte-objeto no es tan popular, no es tan conocido. Pero vivimos en una ciudad llena de grandes creadores en las artes visuales, es pujante. Y mucha de esa riqueza, de esa efervescencia, se la debemos a Francisco Barreda como gestor. El arte-objeto, son algunos artistas quienes lo desarrollan. Francisco Barreda es uno de los más importantes representantes de esta disciplina y yo creo que se van a divertir muchísimo”, dijo la curadora.
Y finalza: “A veces una exhibición artística la leemos como algo solemne o algo serio a lo que hay que ir con una actitud particular. Aquí vengan a dejarse llevar por las provocaciones de esta alma brillante y juguetona que es la mente de Paco Barreda”.