Bastó la publicación en un diario local con la información de un “nuevo reemplacamiento”, que anunciaba que más de 2 millones 300 mil automovilistas en Jalisco tendrían que pagar 1,200 pesos, para que la inconformidad ciudadana se hiciera sentir. La inmensa mayoría en contra, pero con poca organización o falta de experiencia para demostrar el enojo masivo, al menos así fue evidente en los primeros y posteriores días del amague del ejecutivo estatal, presidido por Emilio González Márquez.
Una semana después se consignaron los esfuerzos de organización: manifestaciones, movimientos y marchas.
Los movimientos reaccionarios obedecen a una muestra de respeto a la dignidad de los inconformes, explicó el sociólogo con doctorado en ciencias sociales, Pablo Casillas, profesor investigador del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH).
El problema del actual gobierno es que actúa en “forma empresarial y no social”. Los proyectos de desarrollo, con supuestos beneficios para la sociedad, son presentados en primera instancia a los integrantes de la iniciativa privada y después intentan convencer a la sociedad de las bondades de los programas.
Como ejemplo, el reemplacamiento es evidente. El gobierno del estado lanzó en primera instancia la licitación en un diario nacional. Algunos legisladores locales ni enterados estaban de la propuesta y de que sería incluida en el paquete económico de Jalisco 2008. “Y la comunidad ni enterada… estamos al revés. El gobierno vende primero el proyecto a las empresas, a las agencias y al mercado, que en este caso son los empresarios y la comunidad nunca se da cuenta”.
Nuevos movimientos sociales
Existen algunas hipótesis para el resurgimiento de los nuevos movimientos sociales, es decir, los no revolucionarios, ni de guerrillas, ni de sindicatos charros o blancos. Los nuevos movimientos son los ecologistas, feministas y urbanos. En este último podemos enlistar el placazo.
Una de las hipótesis se basa en la coyuntura por la aplicación de un modelo económico globalizador. Fundamentalmente por la imposición de políticas neoliberales en contra de los presupuestos públicos. “Hay recorte presupuestal en los rubros de salud, vivienda, trabajo, jubilaciones y pensiones; en América Latina, en México, y Jalisco no es la excepción. Tales servicios los han ido privatizando. Es posible observarlo en los sectores de salud y educación. Entonces hay una serie de movimientos que están en contra del no apoyo a las políticas públicas”, dijo Casillas.
Una segunda hipótesis es la falta de fuerza y credibilidad de las organizaciones sindicales, las que perdieron espacios ante el ascenso de la globalización. Al carecer de poder de interlocución con los estados, la sociedad hace lo propio. Ante la aplicación de políticas neoliberales, la gente sale a las calles o busca espacios en los medios de comunicación para manifestar su inconformidad.
Movilizaciones
El investigador Pablo Casillas consideró que la molestia ciudadana hacia las pretendidas acciones del gobierno del estado, tienen su razón de ser por la falta de un plan de desarrollo de carácter social, ya que en Jalisco lo que existe es un plan de desarrollo de tipo empresarial. El actual gobierno solo dice “necesito dinero y de ¿dónde lo voy a sacar?”, pues lo esta intentando a través del famoso placazo.
Al no existir un plan de desarrollo social para Jalisco, que tome en cuenta la opinión de los gobernados para cualquier proyecto, ¿podríamos esperar más movilizaciones?
Movimientos o movilizaciones, porque no están considerando justamente a la sociedad en el plan de desarrollo y éste cuesta a la sociedad extraordinariamente, en razón del diseño de ciertas políticas públicas, claras y diáfanas. Se supone que el gobernador lo planteó en su momento en su plan político y que no lo ha llevado a cabo. Lo que está generando es una mera justificación, porque el erario que recibió lo canalizó a otros rubros no prioritarios para el desarrollo del estado. Lo ha canalizado en desarrollo empresarial, como la entrega que hizo a Televisa por 67 millones de pesos.
Organización es éxito
Sergio Zermeño García-Granados, del Instituto de Investigaciones Sociales de la Universidad Autónoma de México (UNAM), comentó durante su conferencia “Las acepciones de movimientos sociales en América Latina”, que el papel de las universidades es acompañar a los movimientos sociales y no generarlos, como sucedía en los setenta. Su obligación es tener sensibilidad ante las peticiones ciudadanas.
Sobre movimientos como el que se da en Guadalajara contra el placazo, dijo que podemos encontrar ejemplos exitosos en varios puntos de Latinoamérica, pero esos éstos deben desarrollar una organización, con el apoyo de diversos sectores.
En su ponencia dentro de las actividades por el 20 aniversario del Departamento de Movimientos Sociales (Desmos), de la Universidad de Guadalajara, explicó que los movimientos sociales suelen constar de tres etapas: la utópica, al comienzo; la radical, cuando se presentan las acciones concretas y el enfrentamiento, y por último, la estabilización institucional, etapa que corresponde a la negociación.
Zermeño García-Granados afirmó que aunque muchos estudiosos opinan que la movilización es un fenómeno en boga, en México se caracteriza por perder su legitimidad, por la falta de continuidad y por un pensamiento de confrontación, propiciado por el saqueo evidente de las autoridades.
El placazo y sus antecedentes
a dos semanas de que se filtró a los medios de comunicación la intención del gobierno del estado de cobrar 1,200 pesos por un nuevo canje de placas para el próximo año, la sociedad jalisciense reaccionó en forma enérgica. Si bien no lo hizo de inmediato ni salió a las calles para alzar la voz y hacerse escuchar, buscó la manera de organizarse con familiares, amigos, vecinos y compañeros, para salir a expresar su inconformidad, porque si algo tiene el ya denominado placazo, es que fusionó voluntades.
Esta sociedad que tantas veces ha sido criticada de apática, esta vez no se permitió esperar a que fueran otros (los de siempre, los que representan partidos, organizaciones, asociaciones, etcétera) los que salieran a encabezarlos. En la sala de su casa, la oficina, en su centro de trabajo, el café, el antro y desde cualquier punto de reunión, surgieron las quejas y con éstas afloraron los deseos de manifestar su inconformidad y decidieron ser ellos quienes salieran a defender su propia causa.
Muchos no sabían cómo hacerlo, pero la inconformidad generalizada, la tecnología y los medios de comunicación, han colaborado para facilitar el camino; en forma espontánea se escucharon las críticas ciudadanas en radio y televisión, al tiempo que los periódicos se llenaron de cartas como nunca antes para analizar el tema y comenzaron a circular las cadenas en internet para hacer la resistencia y convocar a marchas.
Ya los automóviles circulan con calcas en las que se rechaza la imposición, se observan manifestaciones espontáneas en los edificios de los diferentes poderes de gobierno y ayuntamientos y comenzaron las marchas en varios puntos de la ciudad.
En otras movilizaciones se contó con un líder, esa persona que organiza, programa, dirige, y en muchos de los casos decide el rumbo a seguir por el resto del grupo. En el caso del placazo no ha sido así.
En Jalisco se tiene memoria de marchas que han logrado unificar a una parte importante de la población; casos como el asesinato del cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo, 22 de abril en Guadalajara, El Barzón en su inicio, entre otras.
También los ciudadanos se movilizaron para protestar por la construcción de la presa de Arcediano, la legalización del aborto, el viaducto de la avenida López Mateos o por el aumento en el precio de la gasolina.
Vale la pena destacar que el placazo ha logrado lo que nunca antes habíamos visto: que quienes se sienten decepcionados, engañados, afectados en su economía, sin importar edad, estrato social, partido político, creencia religiosa o características de otro tipo, estén dispuestos a hacer un esfuerzo sin precedente para decir “basta”.
Durante la semana pasada se registraron diversas acciones, como pega de calcomanías contra el placazo, bloqueo por 15 minutos del tráfico en los cruces de Alcalde e Hidalgo, pinta de autos con autorización de los conductores por parte de estudiantes del CUCSH y una marcha ciudadana pacífica el domingo 28 de octubre en la vía recreactiva. Se esperan otras manifestaciones el 3 y 9 de noviembre.
A diferencia de otros movimientos, éste tiene límite para una respuesta por parte de las autoridades: o el ejecutivo estatal anuncia que no procede el reemplacamiento o el poder legislativo avala o no la propuesta del gobernador antes de que concluya este año al aprobar la ley de ingresos 2008.
