El orgullo de la Universidad

El corazón de la UdeG son sus estudiantes, aquellas personas que cada día depositan un poco de sí para salir adelante en su desarrollo personal y el de sus familias. Desde un niño superdotado a un hombre octogenario, de egresados destacados en el ámbito de la medicina o el deporte a jóvenes indígenas o con alguna discapacidad, en esta Universidad existen quienes sobresalen por su labor dentro y fuera de las aulas: ellos hacen grande y diversa a nuestra Casa de Estudio

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LAURA SEPULVEDA / IVÁN SERRANO JAUREGUI

Citlalli Cristian Moscote

Egresada del CUCS y estudiante del CUCEA

Originaria de San Juan de los Lagos, Citlalli Cristian Moscote forma parte de la comunidad UdeG desde la preparatoria, que estudió en ese municipio. Posteriormente emigró a Guadalajara para estudiar la licenciatura en Cultura Física y Deportes, en el Centro Universitario de Ciencias de la Salud (CUCS), programa académico que ya concluyó y actualmente cursa el segundo semestre de la licenciatura en Mercadotecnia, en el Centro Universitario de Ciencias Económico Administrativas (CUCEA).

En esta Casa de Estudio se ha formado como profesional y deportista, ya que desde hace varios años es parte de la selección de atletismo, con la que representa a la Universidad en competencias nacionales e internacionales.

Para ella ser una Leona Negra significa orgullo y responsabilidad, ya que se pone la camiseta de la institución y da la cara por el deporte de la Universidad.

“Estoy muy agradecida con la Universidad. Mi padre es maestro y desde la preparatoria he contado con el apoyo de directores y profesores. Creo que mi carrera deportiva se ha podido desarrollar gracias a todo este apoyo y gracias a eso se han logrado muchas cosas. He podido adaptar mis horarios de clase con el entrenamiento y contado con los apoyos para poder salir a competencias fuera. Yo estoy hecha en UdeG y es lo que más orgullo me da”.

Entre sus resultados destacan dos medallas de oro, dos de plata y un bronce en la Universiada Nacional, dos preseas doradas en un campeonato nacional, un sexto lugar en la Universiada Mundial y una medalla de plata en un campeonato de montaña.

“Lo que más destaco de la institución es la identidad. Creo que todos tenemos mucha identidad con los Leones Negros y mucha unión y eso nos ha ayudado a sobresalir en muchos aspectos”.

En lo académico sueña con seguirse preparando, especializarse en administración y gestión deportiva para ayudar al país en los procesos deportivos, que considera hacen mucha falta, y en lo deportivo quiere representar a México y a la UdeG en Juegos Olímpicos.

“Estamos en el proceso a largo plazo para los del 2024. Agradezco a quienes han formado parte de este proceso: a mi entrenador, a la Coordinación de Cultura Física y a los encargados del deporte en CUCEA”.

Sara Yessica Martínez Flores

Egresada de Ingeniería en Telemática del CUCosta

Ella es un talento en materia de tecnologías de comunicación a distancia y se considera orgullosa representante del Centro Universitario de la Costa (CUCosta). Sara Yessica Martínez Flores es una joven originaria de la comunidad triki de Rastrojo Copala Juxtlahuaca, localizada en el estado de Oaxaca.

Cuando llegó a Puerto Vallarta para estudiar Ingeniería en Telemática, apenas conocía algunas palabras en español —pues su lengua originaria es el triki—, pero eso no fue un obstáculo para desarrollarse, pues incluso alcanzó los promedios más altos de su carrera.

La hoy egresada cree que el esfuerzo y la dedicación le han permitido aprender sobre redes, telecomunicación e informática, que son las ramas que domina y que la llevaron a obtener becas, como las del Programa de Estímulos Económicos a Estudiantes Sobresalientes, Estudiantes Indígenas y el Programa JOBS.

Jessica fue reconocida por la empresa Cisco (la más importante del mundo en materia de redes y equipos de telecomunicación), por haber alcanzado un alto nivel en la certificación que ofrece.

Sobre la labor que emprende la Universidad de Guadalajara como un espacio de desarrollo, asegura que ésta “abre oportunidades siempre y cuando uno como estudiante se empeñe en buscarlas. Si tú quieres estudiar y echarle ganas, la escuela te brindará las posibilidades de que te quedes y lo hagas”.

El promedio general de Sara Yessica fue de 91, experiencia que le resulta agradable. Para ella significa un triunfo relevante, porque “al llegar a la UdeG fue muy distinto. No sabía comunicarme en español, se me hacía difícil. Me siento orgullosa de mí misma, porque sabía que lo podía lograr, aunque no supiera hablar español. Me sentí orgullosa por haberme animado a estudiar Telemática”.

“En un principio no sabía muy bien de lo que trataba la carrera. La elegí porque me llamó la atención el plan de estudios. Me vine a Puerto Vallarta porque tengo dos hermanos que viven aquí: tienen casa propia y una familia, por lo que venir acá fue lo más accesible, además de que la Universidad no está tan lejos de su hogar”.

Entre los planes que tiene la joven está laborar en un puesto relacionado con redes. Por lo pronto aún vive en Puerto Vallarta y labora en el área de ventas de una empresa.

Pese a que la tecnología es lo suyo, no deja atrás las tradiciones de su pueblo. “Me gusta mucho tejer. Lo hago en mis ratos libres y a veces vendo las prendas. Una de mis prendas favoritas es el huipil que me llevó cuatro años en hacer. Es una prenda muy típica y todas las mujeres trikis la usamos”.

Iván Segura Durán

Egresado de la licenciatura de Médico Cirujano del CUCS

Para Iván Segura Durán, egresado de la licenciatura de Médico Cirujano, del Centro Universitario de Ciencias de la Salud (CUCS), ser parte de la Universidad de Guadalajara ha sido una de las mejores oportunidades para sobresalir, ya que ha realizado diversas estancias en el extranjero relacionadas con la neurocirugía.

“Para mí la UdeG ha sido una oportunidad de poder crecer, generar proyectos. En muchas otras universidades privadas no se tienen tantos vínculos y conexiones. Para mí ha sido una ventaja estar aquí. La Universidad juega un papel de liderazgo, de innovación. Los egresados hemos innovado en los campos en los que estamos. Hemos sido líderes y es una universidad líder”.

Por su destacada labor, obtuvo en el ámbito científico el Premio Estatal de la Juventud 2019, que otorga el Gobierno de Jalisco en el marco del Día Mundial de la Juventud y también fue reconocido con el Premio a la Mejor Investigación Médica Nacional, por el desarrollo de un protocolo de biomateriales en cirugía de columna para pacientes de bajos recursos.

“Actualmente estoy por terminar una colaboración en la Mayo Clinic de Florida. Mis planes son continuar con mi formación académica en Alemania. Es donde pienso seguir con la especialización para poder realizar proyectos en conjunto con la UdeG, que es lo que he estado haciendo siempre, manteniendo ese vínculo con la Universidad”.

Aunado a esto, pretende continuar con proyectos en México, desarrollando innovación y patentes.

“En México nos falta desarrollo científico, tener la mentalidad que se tiene en el extranjero: la de generar proyectos de este tipo”.

Recordó que desde su ingreso a la licenciatura tuvo la inquietud de hacer intercambios, de aprender nuevos idiomas y realizar cosas que los demás no hacían. Empezó a efectuar actividades extracurriculares, como consultas gratuitas, a dedicarse a los idiomas. Su primer intercambio fue a República Checa, donde pudo conocer la vida académica en el extranjero.

“Invito a los universitarios a que se den cuenta de la magnitud de la Universidad en la que están, con reconocimiento a nivel mundial y a que aprovechen todas las oportunidades que brinda a sus estudiantes”.

En su trayectoria destaca que parte de su internado médico lo realizó en el Hospital Chatire, en Berlín, Alemania, donde trabajó en proyectos de estimulación magnética transversal para mapeo cerebral. Durante su estancia en la Mayo Clinic de Florida, hizo su posdoctorado y trabajó en proyectos de alta especialidad en neurocirugía.

Ian Emmanuel González Santos

Estudiante de la licenciatura en Químico Farmacéutico Biólogo del CUCEI

Desde que tenía siete años, a Ian Emmanuel le gustaban la metodología y el mundo microscópico, la biología molecular y la genética. Entonces se preguntó: ¿qué carrera estudia todas esas áreas? “Pues la carrera de Químico Farmacéutico Biólogo”, misma que este niño de ahora nueve años está cursando en la UdeG, convirtiéndose en el alumno más joven en estudiar una carrera en la institución.

“A mí me gustaría tratar con el envejecimiento celular, porque el envejecimiento celular prematuro ocasiona muchas enfermedades”.

Nacido en Puerto Vallarta, desde pequeño sus papás se dieron cuenta que era un niño precoz. “Desde que tenía dos años hablaba muy bien, sin errores de sintaxis. A los tres aprendí a leer y de ahí me hicieron un examen de coeficiente intelectual, en el cual saqué 155 puntos”.

En las primarias sentía que no era suficiente el aprendizaje que adquiría, y quería más. En su antigua escuela todos le tachaban de loco, de rarito y no tenía ningún amigo. En cambio, dice, “aquí la relación es muy buena. Ellos me respetan como su compañero de clase. Ya empiezo a tener varios amigos y amigas”.

Sus aficiones son bailar, jugar videojuegos, saltar, ver televisión, y le gusta jugar a “las traes” con otros niños. “También me gusta mucho comer comida china. Mi mamá me lleva a muchos cursos de mi interés y también me dan educación en casa. Lo que más valoro es el apoyo incondicional durante estos 10 años y el amor con el que ellos me tratan”.

Este aprecio e interés continúa siendo fundamental para su desarrollo: “Mi mamá me trajo aquí a una práctica de agujeros negros y cuando vi los laboratorios de inmunología, de bioquímica y de muchas otras cosas, dije: aquí quiero estudiar, esta va a ser mi escuela”.

“Me siento muy orgulloso de estar en la UdeG. Es una universidad muy hermosa y tienen una muy buena calidad académica. Es una gran escuela y me gusta mucho estar aquí”.

Natasha Zaraanyela Ramírez Torres

Egresada de la Escuela Vocacional y estudiante de la carrera de Medicina del CUCS

Para mí ser parte de la comunidad universitaria es un gran honor, ya que todos los que conforman esta Red son personas increíblemente talentosas, respetuosas, comprometidas y apasionadas por lo que hacen, con fuerza de convicción para ser mejores cada día, además de que son reconocidas en todos los ámbitos a un nivel mundial. El hecho de ser parte de esta universidad, además de ser reconocida por la misma, es un honor y me provoca una gran felicidad.

Uriel Alejandro Correa Sedano

Pasante de la carrera de Gerontología del CUTonalá

 

Haber estudiado en la Universidad de Guadalajara ha sido una de las más grandes satisfacciones que ha tenido.

“Ser parte de esta gran comunidad universitaria me da más que felicidad y responsabilidad a la vez, porque como alguna vez me dijieron: ‘Los logros de los estudiantes y de la comunidad universitaria, hacen a la Universidad’. Con el tiempo te das cuenta de ello, porque va más allá de formar profesionales: forma personas con valores y compromiso con la sociedad”.

“Seguramente mi preparación nunca va acabar, pero haber estudiado en una de las más grandes universidades del país es de gran importancia, y la llevo a cualquier lugar como digno representante de la misma. Estoy orgulloso de ser parte de la Universidad de Guadalajara y de su comunidad.

José Mejía Peralta

Estudiante de la Licenciatura en Derecho del CUCSur

“Al día de hoy tengo 85 años y 116 días de vida y contando, como dicen por ahí”, explica José María Peralta, el estudiante más longevo de la Universidad de Guadalajara.

“Encontrándome ya operado a corazón abierto, participaba yo en una mesa temática sobre la educación. Me pregunté y me dije, ¿Qué hago yo tratando de abatir el rezago educativo, cuando yo no tengo educación?, y de esa manera terminé la primaria. Y continué con la secundaria. Acudí al colegio de bachilleres, ahí me bajaron la guía y me dijeron: Sigue estudiando en tu casa. Pues ya con mis 70 y tantos años me entregaron mi certificado de bachillerato, y ya encarrerado inicié en la universidad incorporada a la Universidad de Guadalajara”.

Sin embargo, su problema cardiovascular le obligó a abandonar la carrera. Entonces,  “adopté lo que conocemos de los elefantes, reconocer su hábitat para morir. Opté por venirme a Casimiro Castillo. Cuando iba de nuevo a mi visita médica, fue cuando al llegar aquí a la terminal, voy viendo aquí enfrente todo este complejo universitario y dije, bueno, pues aquí está la Universidad, y es la mera mera. Cumplí mi prueba de aptitud académica el 20 de mayo. Mis compañeros se sorprendieron. Otro maestro viejito, dijeron; cuando yo me voy sentando adelante y todos se dieron cuenta de que iba a ser su compañero”.

Lo que encontró en la Universidad es una buena camaradería, un buen equipo de trabajo, charlas, “charritas” y bromas, pero con respeto. “A pedimento mío, les digo, quítenme el don, pues no vengo de rancho, simplemente Pepe o compañero”.

“La vida es un libro abierto y en ella hay que escribir diario. Pero decir: ‘ya para qué’, como muchos adultos mayores, ¡eso no! Viejos los cerros y cada año enverdecen. Hay que atreverse a manifestar de qué es uno capaz todavía. No hay límites”.

Para él formar parte de la Universidad de Guadalajara es un reto y un compromiso.

“Ahora que formo parte de ella, y estoy dentro de la comunidad universitaria UdeG, más que orgulloso, me siento como un campeón aquí, como un pez en el agua. Y yo que me considero de la UdeG, como su hijo mayor. Según tengo entendido, estadísticamente comprobado, que soy el alumno más longevo. La última y nos vamos”.

 

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