El PASE en UDGVirtual

El PASE está dirigido a toda la comunidad universitaria; estudiantes, académicos, personal administrativo y autoridades. A través de este protocolo se busca crear una vida libre de violencia de género en la Institución creando un espacio seguro para todos y todas. 

Para conocer un poco más de este proceso tuvimos la oportunidad de platicar con Ana Irene Ramírez, quien es el Primer Contacto para atender a las víctimas de violencia de género en el SUV. “Entre las funciones se encuentra dar un acompañamiento emocional para que las personas que han sido víctimas se acerquen con una persona que les de la confianza para poder hablarlo, menciona y continúa: “En cada Centro o Sistema debe de existir por lo menos una persona que tenga este rol”.

La atención puede realizarse a través de manera presencial en las instalaciones de la UDGVirtual o de manera remota a través de una videoconferencia. En caso de asistir de manera presencial existe un espacio preparado con la privacidad necesaria para que se puedan sentir en confianza, cuando se realiza a través de una videoconferencia la sugerencia es buscar un lugar cómodo y tranquilo para poder expresarse. 

En caso de realizarse una denuncia, Ramírez explica: “Si la denuncia procede internamente porque el agresor es parte de la UdeG, se aplican medidas cautelares para proteger a la víctima” y, añade, “la investigación la realiza la comisión de responsabilidades y sanciones de cada Sistema o Centro Universitario y se recopilan evidencias de ambas partes para emitir un veredicto.

“Nuestra finalidad es la erradicación, porque estamos hablando de una vida libre de violencia y no sólo la sanción”, enfatiza Ana. Este protocolo contempla la suma de todas las acciones para llegar a este fin, por eso es que también realizan acciones de prevención, cómo el Microcurso contra la violencia de Género que es impartido a cada persona que ingresa a trabajar a la institución y que, en el caso del SUV, desde el año 2022 los alumnos de primer ingreso también toman. “El asunto inicial es parte de eso, comprender de qué estamos hablando, si yo lo puedo provocar o si soy víctima”. 

Ana Irene ha detectado que muchos problemas de violencia de género se viven en el hogar. “He escuchado historias de estudiantes que ocultan que están estudiando porque en su casa era algo que no estaba bien visto”, relata. Destaca finalmente la necesidad que hay dentro de la comunidad de contar con acompañamiento.