El Enmascarado de Plata vuelve a la pantalla grande. Esta vez con El vampiro y el sexo, largometraje que por más de 40 años estuvo a salvo de miradas indiscretas en la bóveda del productor Guillermo Calderón Stell. Los cinco rollos que conforman la película fueron encontrados por su sobrina-nieta, Viviana García Besné, quien los extrajo sin autorización de su tío. La restauración de la película estuvo a cargo de New Art, bajo la supervisión de la Filmoteca de la Universidad Nacional Autónoma de México.
La cinta será estrenada mundialmente en el Teatro Diana, el viernes 15 de julio a las 20:30 horas. Posteriormente, a partir del 16 hasta el 21 de julio, el Cineforo de la UdeG la proyectará. Se trata de una segunda versión de Santo en el tesoro de Drácula (1968), en la que hay desnudos totales de las mujeres vampiro. En una de las escenas puede verse a Aldo Monti en el papel de Drácula besando los senos de una mujer vampiro.
Para hacer El vampiro y el sexo, sólo insertaron a la versión familiar las escenas controvertidas. En ningún momento fueron filmados dos largometrajes, como se especuló durante mucho tiempo.
“En la película la imagen de El Santo no queda comprometida. Además, la película en ningún momento se ha editado o alterado”, asegura Viviana García Besné.
Carlos Agosti, Noelia Noel, Roberto G. Rivera y Alberto Rojas son otros actores que participaron en el elenco.
Sigfrido García y José Luis Urdapilleta son dos de los testigos de las exhibiciones privadas de la película en los Estudios Churubusco, un año antes del estreno en la versión familiar.
Un pacto entre caballeros
Fue en 1968 cuando filmaron la película Santo en el tesoro de Drácula. La dirigió René Cardona. El argumento es de Alfredo Salazar. Durante el rodaje de la cinta, Guillermo Calderón le propuso a El Santo hacer una versión para adultos. La intención era exhibirla en Europa. El luchador pidió al productor no proyectarla. El pacto de caballeros nunca fue roto. La película permaneció celosamente guardada. Incluso, cuando Viviana García entrevistó a su tío Guillermo Calderón Stell, él negó que existiera la película. Aseguró que los negativos se habían quemado.
El interés de la productora por El vampiro y el sexo surgió a raíz de una investigación que hizo para realizar su documental Perdida, en el que ofrece una historia alternativa del cine mexicano visto a través de los ojos de su familia de cineastas. El trabajo revivió la discusión sobre la existencia de El vampiro y el sexo.
Esta producción fue uno de los primeros filmes a color de El Santo. Hace 25 años la desaparecida revista Dicine publicó algunas fotos del largometraje, pero nada quedó claro. Muchos pensaron que los montajes y carteles de cine habían sido una estrategia publicitaria de Calderón Stell.
En marzo pasado fue cancelada la única función del filme que estaba programada dentro del marco del Festival Internacional de Cine en Guadalajara. Después de que el hijo de El Santo mostrara su inconformidad, Cinematográfica Calderón prefirió solicitar la suspensión de la función para no lesionar ningún derecho. Sin embargo, siguió en pie el compromiso de que una vez que existiera certeza sobre la situación de El vampiro y el sexo, la presentación sería efectuada.
Cinematográfica Calderón ha cumplido su palabra y a través de su abogado, el licenciado Rafael García-Besné, ha autorizado organizar el estreno de uno de los “secretos mejor guardados del cine mexicano”.
La proyección de esta película reescribirá la historia del cine nacional. Ver un largometraje filmado a finales de los sesenta por primera vez, será una experiencia interesante. Las reacciones y el impacto que tendrán actualmente serán diferentes. Los tiempos cambian. La proyección de la película hace más de 40 años hubiera levantado ámpula por las escenas fuertes, pero lo que puede verse en televisión y en el cine supera en mucho el contenido de El vampiro y el sexo.
