“Las luces se apagaron; esto va a empezar / La chica de la antorcha ya ocupó su lugar / Preludio de que algo emocionante va a pasar” es una estrofa de una canción del grupo español Mecano que hace referencia a la imagen clásica de la productora cinematográfica Columbia Pictures, en la que aparece al centro de la pantalla de proyección una mujer que recuerda a la icónica Estatua de la Libertad de Nueva York para anunciar que la película está por iniciar.
Es posible que quien haya asistido al extinto Cine Diana, tarareó “En el cine”, título de dicha canción, cuando aparecía la dama de la antorcha. Pero el sábado 29 de marzo no hubo proyección de filme, pues desde 2005 el espacio de lo que fue la sala de cine es hoy el Teatro Diana, recinto que este año celebra su 20 aniversario.
El Cine Diana, antecesor de este recinto universitario y diseñado por el arquitecto Julio de la Peña, cerró sus puertas en 1995, pero en junio de 2001 fue recuperado por la Universidad de Guadalajara, que con asesoría de Alejandro Luna y Cristian Escurdia, el equipo conformado por el arquitecto Héctor García Curiel, Guillermo Rivas Montiel y la constructora El Opeño, realizó el proceso de remodelación para abrir sus puertas el 4 de febrero de 2005.
El foro ha recibido a grupos y artistas como Luciano Pavarotti, Noel Gallagher, Garbage, White Lies, Facundo Cabral, Raphael, Andrés Calamaro, Natalia Lafourcade, Slava´s Snowshow, 31 Minutos, Willie Colón, el Ballet Folclórico de la UDG, entre otros.
A dos décadas de su apertura, el Teatro Diana continua creando experiencias irrepetibles para el público. Tanto que, el sábado pasado unos aplausos detrás del telón anunciaron que algo emocionante iba a pasar esa noche, antes de que el escenario fuera ocupado por Sergio Ramírez Cárdenas, director de la Orquesta de Cámara Higinio Ruvalcaba de la Universidad de Guadalajara (OHIR).
La OHIR, considerada como una de las mejores orquestas de cámara de México, se ha presentado en el Palacio de Bellas Artes, el Teatro Degollado, el Paraninfo Enrique Díaz de León y el Conjunto Santander de Artes Escénicas, foro de su próximo concierto el 5 de abril.
Quien también participó en esta gala aniversario, fue el reconocido pianista venezolano Carlos Gutiérrez como solista. Él estudió en la Escuela de Música José Reyna y en el Conservatoire Neuchâtelois de Suiza. Es Licentiate of the Royal Schools of Music del Reino Unido (con distinción).
En casi una hora con 35 minutos, los sonidos de los violines, violoncellos, clarinetes y demás instrumentos musicales de la OHIR resonaron entre las paredes del Teatro Diana con un programa integrado por piezas de Beethoven y Schubert.
De Ludwig Van Beethoven fueron interpretadas obras como obertura de Las criaturas de Prometeo op.43 y el Concierto para piano op.37, núm. 3 en Do Mayor, que pertenecen a su periodo medio, cuando ya había alcanzado la madurez como compositor, pero aún no enfrentaba la sordera total que marcaría sus últimos años.
Mientras que de Franz Schubert la Sinfonía No.5 en Si bemol mayor D.485, compuesta en 1816, cuando apenas tenía 19 años, la cual refleja la influencia de Mozart en su obra temprana y conecta con la tradición clásica vienesa.
En cada una de ellas, la batuta de Sergio Ramírez Cárdenas iba y venía de izquierda a derecha, de derecha a izquierda, arriba y abajo para indicar los ritmos, tiempos, y como cómplices, con solo mirarse, director y pianista marcaban la entrada a las notas del piano, sonidos que ni siquiera fueron opacados por el rington de un celular con la voz de Paquita la del Barrio.